Un ejemplo básico del Internet de las Cosas (IoT)
Como muchas de las grandes tendencias tecnológicas, el Internet de las Cosas, Internet of Things, o simplemente IoT, puede tener tantas definiciones como autores de las mismas, pero en lo personal lo considero una disciplina con un alto nivel de aplicación a los problemas de todos los días, tanto personales como empresariales.
Esta disciplina requiere conocimientos tanto de Hardware como de Software, ya que al final del día, se trata de conectar el mundo físico con el digital.
Para entender el concepto, veamos lo que tal vez es el ejemplo más simple:
Puedo controlar la temperatura de un refrigerador con un termómetro que en su pantalla muestra la temperatura en tiempo real y que, si la temperatura escapa a un rango seguro previamente definido, suene una alarma en el propio equipo.
Ciertamente es una solución adecuada para saber que el refrigerador está funcionando adecuadamente.
Ahora bien, esta solución solo es útil cuando alguien se encuentra físicamente cerca del termómetro, ya sea para escuchar la alarma como para monitorear los valores en la pantalla.
Si queremos trascender esa barrera física, debemos conectar ese termómetro a Internet.
¿Qué ganamos con eso?
Una vez que el termómetro se encuentre conectado a Internet, los valores que éste obtenga del refrigerador estarán disponible para un sin fin de aplicaciones con todo el potencial de los servicios en la nube y con el alcance de todas las herramientas que hoy existen y están disponibles on-line.
Algunos ejemplos prácticos:
Siguiendo con el ejemplo, al conectar el termómetro a Internet, es posible que los datos viajen a un sistema de alarmas que pueda ser configurado para que avise de una falla enviando notificaciones a dispositivos móviles, monitores de control, sistemas de mensajería o incluso que haga una llamada telefónica a mantenimiento tal y como lo haría una persona.
También, una vez que los datos se encuentren en la nube, pueden alimentar un sistema de BigData o Business Intelligence para hacer el análisis de esos datos, o incluso alimentar un sistema de Inteligencia Artificial para poder hacer analítica predictiva y aprender a detectar las fallas antes de que se produzcan.
Y por supuesto: acceso a los datos en tiempo real con cualquier dispositivo conectado a internet, estés donde estés y con el esfuerzo de un toque en la pantalla.
Creo que es un ejemplo muy simple pero muy potente respecto a lo que podemos lograr cuando conectamos algo tan sencillo como un termómetro a Internet.
Si quieren saber más, estoy siempre a las órdenes para compartir.
Artículo escrito para www.Sensores.uy como parte de su material formativo para clientes.
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