Un grito de SOS
Cada poco tiempo pasa esto: nos consternamos por una tragedia como la de Anna y Olivia, nos volcamos con una madre rota en mil pedazos, nos preguntamos por qué, nos sentimos impotentes y llenos de incertidumbres y preguntas. Y digo cada tanto, porque es así, porque la violencia vicaria es la punta de un gran iceberg que emerge de vez en cuando.
Es la forma de violencia contra la mujer más dura,
más cruel,
más machista,
más cobarde,
más destructiva.
Pero ésta semana también asesinó a Rocío su maltratador. Antes la maltrató todo el tiempo que quiso, después la asesinó, después la descuartizó y dejó las partes de su cuerpo diseminadas por varios sitios. Luego salió en televisión quitándose la mascarilla, para “dar la cara”, diciendo que nunca la trató mal, todo lo contrario.
Y hay quien sigue negando la violencia machista, lo siento, no se niega el holocausto, pido por favor el mismo trato para quien niega la violencia machista.
Pido por favor agentes de igualdad en todos los ayuntamientos, haciendo campañas duras contra el machismo.
Pido por favor clases obligatorias en los colegios e institutos sobre igualdad de género y violencia machista.
Pido por favor que se impliquen profesionales de todas las áreas, escritor@s, actor@s, medios de comunicación, fundaciones, clubes de fútbol, polític@s, grandes empresas y sociedad en general. Porque la gran mayoría de las mujeres maltratadas tienen un maltratador que cuenta con cómplices. Todos los que no decimos nada, no opinamos, no contamos qué es lo que oímos o vemos a nuestro alrededor somos eso, cómplices de maltrato a una mujer y a sus hij@s.
Estamos orgullosos de ser una sociedad muy solidaria, que lo somos. Pero, ¿qué tiene de solidario callar el maltrato a una mujer?
¿Seremos capaces de parar esto? Y si la respuesta es sí: ¿cuándo? ¿cómo?
Los icebergs desaparecerán si entre todos nos aliamos y ponemos nuestro granito de arena para acabar con la violencia machista. No toleremos ni gestos, ni palabras, ni chistes, ni piropos, ni historias, ni películas, ni canciones, ni libros, ni escritor@s, ni polític@s, ni famos@s, ni cantantes que maltraten a una mujer y a sus hijos. Tolerancia cero al machismo, tolerancia cero a los machistas, tolerancia cero a los maltratadores. Y para los hombres: posicionaros, comprometeros y alzad la bandera del feminismo. Todos somos indispensables en esta lucha.
Teresa Escobar Ruiz