Un momento para reconciliarnos con el planeta
En días pasados ví varias caricaturas en periódicos y en las redes que me hicieron reflexionar sobre cómo el ser humano define sus prioridades. Cuando queremos, nos unimos y ponemos todo para solucionar problemas. Esto lo va demostrando la abrupta llegada de un virus desconocido a nuestras vidas, que se ha convertido en el llamado de atención más grande que la naturaleza y la ciencia nos han dado. ¿O no debería ser el llamado más grande? ¿Por qué el cambio climático o la salud del planeta han venido pasando durante años como temas sin pena ni gloria, hasta hace poco? ¿Por qué no hemos sido capaces de unir fuerzas para atajar un problema que aqueja a toda la humanidad y de consecuencias científicamente probadas?
El COVID-19 ha obligado a la humanidad a cambiar de hábitos, a rediseñarse y a pensar más en comunidad y menos en unidad. Llevamos meses de confinamiento (¡¡Meses!! sí, ya podemos hablar en plural), y en este tiempo hemos dado un (breve) respiro a la Tierra: el ciclo natural sigue su curso sin las alteraciones causadas por algunas prácticas humanas. Nos fascinan las imágenes de animales tomando las calles de nuestros barrios, pueblos y ciudades, la calidad del aire ha mejorado, en algunos lugares, hemos visto montañas que habían permanecido ocultas bajo el velo de la contaminación durante años.
El Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI), en una reciente investigación, detalla que los índices de concentración de dióxido de nitrógeno han disminuido a tal punto que la frase “hoy respiramos mejor” podría ser una realidad. Tan sólo en el viejo continente hubo una reducción del 14% de consumo energético.
Más que nunca es necesario aprovechar el tiempo de parón para poner un alto al derroche de recursos e implementar nuevas tecnologías que agilicen procesos productivos. En Unilever venimos reforzando nuestros compromisos hace tiempo, agregando metas relacionadas con el uso de energías renovables, la reducción drástica del uso de plásticos, o la eliminación de residuos y uso eficaz del agua. Aunque siempre estos temas han hecho parte de los pilares de la sostenibilidad, es necesario que pongamos más foco y que no olvidemos que cuando este virus pase, aún tendremos un reto enorme frente a nuestros ojos.... apenas tenemos 10 años para revertir los efectos negativos del cambio climático.
La tan anhelada "nueva normalidad" (ya lo han dicho muchos y yo lo suscribo) no puede ser regresar a lo mismo de antes. La sostenibilidad contempla el rediseño de los modelos de mercado tradicionales, para acoplarlos a tendencias y tecnologías amigables que preserven y cuiden nuestros ecosistemas.
El modelo de producción y consumo, del que todos somos parte, tiene una oportunidad de oro para generar cambios reales, y nosotros, las personas, debemos abrir los ojos y contribuir con el cambio de hábitos tan necesario que nuestro planeta pide a gritos. En Unilever, por ejemplo, hemos implementado durante años a nivel mundial diferentes procesos sostenibles, entre los que se encuentran la transformación de las plantas a un modelo de cero desperdicios y el uso de energía 100% renovable.
Esta pandemia es un aviso. Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, un recordatorio más de que tenemos que acelerar, ahora más que nunca, apoyando una migración masiva a modelos de negocios sostenibles. La coyuntura nos muestra todo lo que podemos lograr unidos, los invito a que no hagamos caso omiso al llamado de la Tierra.
| Ecología | Calidad Ambiental | Sostenibilidad | Cambio Climático | Bilingüe | ASG | líder ambiental | Monitoreo | Evaluación | Valor Compartido|
4 añosGracias por la reflexión. Muy importante pensar en el bien común por encima del bien particular, en la construcción de promesas de valor colaborativas, donde todos tengamos que aportar y nadie las pueda desarrollar sin colaboración.