Un mundo conectado...
Todos conocemos la rapidez de la Tecnología…
Tan solo hace unos pocos años decíamos que “Internet lo estaba cambiando todo“. Que nuestras vidas ya no iban a comportarse de igual forma después de su aparición. Que el mundo de los negocios, el personal y el social, iban a experimentar una gran transformación… y así ha sido. Realmente Internet lo ha cambiado todo.
Nos ha cambiado y mucho… trabajo, ocio, salud, seguridad, comunicación, etc., es decir, cualquier aspecto de nuestra vida ha sido tocado por la varita mágica de Internet, primero, y después, ha contado con la ayuda de la telefonía móvil y demás tecnologías sobre las que se apoyan ambos.
Años después, no muchos, pues la tecnología evoluciona muy rápidamente, aparece un nuevo concepto: “Internet de las Cosas“. Los expertos lo señalan como la evolución inteligente de la primera ola de Internet, centrado en las personas; todo el mundo está ya en la Red, mientras que ahora van a ser las cosa diarias, los objetos de nuestro entorno quienes tengan que conectarse a ella. Va a ser una nueva revolución para el ser humano, seguro.
Internet y la telefonía móvil nos ha permitido contactar y estar comunicado con el resto del mundo. Nunca el ser humano ha estado más en comunicación como ahora, ni es más ubicuo en el éter que en estos momentos. Todo el mundo se encuentra en alguna red social, muchos saben lo que es realizar operaciones económico-comerciales desde su móvil, prácticamente todo el mundo emite y almacena contenidos en la Red, usando para ello su “smartphones”, su ordenador, su tableta, etc.
Estamos todos en Internet… o casi todos. Primero accedimos nosotros, y ahora nuestro entorno, sus objetos, las cosas que nos acompañan y sobre las que basamos nuestra cotidianeidad… el día a día en este mundo. Todo va a estar conectado a Internet para mayor control y disfrute, porque todo se hace para que el ser humano obtenga mayor calidad de vida y, sea feliz, por supuesto.
Pero una cosa son las personas y otra los objetos que nos rodean. Ya existen muchos de ellos; objetos que incorporan los necesarios dispositivos electrónicos para poder conectarse (aparatos multimedia, electrodomésticos, videoconsolas, cuadros inteligentes en los coches, etc.), sin embargo, no es nada en realidad si nos paramos a pensar en la gran cantidad de cosas que existen en el mundo.
Solamente en el entorno del hogar existen ya muchos de sus habituales elementos más tradicionales; frigoríficos, hornos y lavadoras que pueden ser controlados desde un “smartphone” gracias a la conexión a Internet que incorporan. Pero no van a ser los únicos, porque “Internet las Cosas” no se para en el ámbito doméstico; va mucho más allá.
En el entorno social, la aparición del concepto de “Ciudades Inteligentes” o “Smart Cities” representa llevar el “Internet de las Cosas” hasta el entorno inmediato del ser humano; hasta su hábitat social, dispuesto a impactar en la relación directa con su administración más cercana, a explotar al máximo su componente participativo en la gestión de su entorno.
Así pues, personas conectadas… hogares inteligentes conectados… empresas inteligentes, ciudades inteligentes… un mundo conectado, inteligente… “Internet de las Cosas” va a ser su hilo conductor o “sutra” que lo hará posible.
Si nuestras ciudades asumen este nuevo modelo de “Ciudad Inteligente”, significa que podrán gestionar con mucha más eficiencia el entorno urbano, planificar su crecimiento económico, ser mucho más productivas socialmente, plantearse nuevos servicios y más personalizados, pero además, conllevará la implicación y participación de muchos y diferentes agentes; empresariales, sociales, culturales, políticos, administrativos, universitarios, pequeño comercio, ciudadanos de a pie, etc.
Pero lo más importante será que las ciudades estarán conectadas con las personas y estas ayudarán a su humanización para poder vivir en ellas de forma más eficiente, con relaciones, trabajos y comunicaciones, también más eficientes. El “Internet de las Cosas” estará a disposición y servicio de las necesidades diarias de los ciudadanos. Del concepto de “Ciudad Inteligente” al de “Hogares Inteligentes”.
“Internet de las Cosas” se encargará de establecer la relación entre los ciudadanos y su ciudad.