Un mundo distinto

¿Es posible empezar a trabajar después de las vacaciones absolutamente motivado? Yo creo que es realmente difícil; los recuerdos de esos arroces, gambitas, cachopos, tardes de padel-surf y helados, noches de lluvias de estrellas, fiestas patronales, playa/ montaña... De repente choca con la realidad de los madrugones, los coches, las caras largas de las mañanas en los metros o atascos; la reactivación post-verano, esa gran desconocida.

Así que para empezar esta temporada, os animo a ver las cosas de manera distinta.

Estas vacaciones mi hija se ponía un tubito y unas gafas de bucear por primera vez. Ella sabe lo que es el mar, ha tenido la suerte de verlo y disfrutarlo muchas veces en sus siete años de vida, desde muy pequeña. Jugando con las olas, aprovechando la orilla para refrescarse, viendo como los hinchables, veleros, patines y tablas van por encima del agua; pero ella no sabía como se ve por debajo. Al hacer su primera visualización del mar "desde abajo" se dio cuenta de cuantas cosas se esconden, la vida que hay allí dentro, distintos elementos vivos e inertes que crean un ecosistema único. Gritos de emoción al reconocer animales y plantas que sólo había visto en los dibujos animados.

Un buen rato. Una lección de vida. Al final del día, como siempre hace mi mujer, le preguntamos: ¿qué es lo que más te ha gustado de hoy? Su respuesta fue para enmarcar (leer muy rápido): "que chuli el mar desde abajo. No sabía que hay tantas cosas que no se ven desde la playa, es otra cosa. Se lo voy a decir a mis amigos del cole cuando vuelva, porque lo tienen que ver todos, porque sino no ves todo el mar, y solo ves solo la mitad, y así no sabes si te gusta o no".

Muchas veces nos quedamos en la capa de arriba de las cosas, esa primera capa que no refleja realmente una complejidad o un alcance global. Al final, es como cuando comienzas con un proyecto, trabajo, temporada... tienes una idea de lo que puede ser, lo que puedes ver, sentir o tocar, pero hasta que no te sumerges y disfrutas de la foto completa, no eres consciente de hasta donde puedes llegar, o lo que realmente puedes hacer. Es como mirar con un solo ojo, la realidad se distorsiona, las distancias no cuadran.

En cierto modo, con la tecnología pasa lo mismo. El usuario final, en su mayoría, se queda con la superficie, sin meterse a indagar en cómo es que esto funciona, en qué lleva la TV de su casa por detrás, en cuánta gente ha trabajado para que te puedas conectar con tu móvil al WiFi en cualquier sitio, en dónde está la magia de la inteligencia artificial. Únicamente se preocupan de que "no me puedo conectar a la WiFi"... Como Ingeniero de Teleko que soy, estas cosas me producen desasosiego, incluso enfado diría yo. Puedo comprender que la ciencia y la tecnología siempre han sido maltratadas en este pais, pero en pleno siglo XXI, creo que es necesaria una catarsis en este sentido. La vida de los nativos digitales ya no es viable sin tecnología; a veces de andar por casa, pero lo llevan mamando desde que son pequeños y eso es algo fundamental a la hora de generar interés. No es lo mismo intentar que un paisano de los años 20 se interese en las señales con banderas, que hacer que un chaval de 20 años se interese por la robótica, la nanotecnología, las aplicaciones para la salud o los drones. Esto es así.

Debemos pensar en que los productos y servicios que "parimos" hoy, deben enfocarse a ese grupo de edad; qué es lo que quieren, qué es lo que les gustaría utilizar, y cómo. Sino sería como intentar atracar un banco con un plátano, algo sin sentido y que muy probablemente te lleve a la ruina

Nos seguimos leyendo.