Un punto de partida
El sábado pasado, hace justo una semana, fue un día muy especial para nuestra promoción del Máster en Gestión de Empresas de Comunicación (MEGEC) de la Universidad de Navarra. Por la mañana, cada grupo defendió su propuesta de plan de negocio tras doce meses de trabajo. María Jesús Labarca, Gabriel D’Annunzio, Emilio Sánchez y yo presentamos Light Dots Analytics, una consultora de negocio digital, que desarrolla soluciones de software propias para clientes que operan en la industria de los medios de comunicación y el entretenimiento. ¿Nuestro objetivo? Mejorar la monetización de contenidos de este perfil de compañías.
Más tarde, celebramos la ceremonia de graduación. Un evento marcado por la distancia social y las mascarillas, al que no pudieron asistir de forma presencial nuestras familias y amigos ni tampoco la mayoría de nuestros profesores. Es cierto que no fue un evento normal, como el de cada año, pero fue el mejor que se podía organizar. Creo, de hecho, que fue una graduación emotiva por todo lo que hemos vivido juntos estos meses y porque supone nuestro paso de alumnos a alumnis. Sí, ya formamos parte de esa comunidad de más de 300 profesionales de las industrias creativas que han completado este Media MBA desde hace casi dos décadas.
Si echo la vista atrás y pienso en el camino recorrido desde octubre de 2019 hasta ahora se me ocurren tres palabras: agradecimiento, aprendizaje y optimismo. Tal vez no sean los términos más acertados —cada compañero de la promoción tendrá una visión particular de la experiencia vivida—, pero ya habrá tiempo de hacer un balance más pausado de qué aprendizajes he extraído de este máster.
Mi gratitud es extensible a todas las personas que han hecho posible el MEGEC, desde el equipo directivo hasta los profesores y tutores, pasando por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y todo el personal no docente de la misma. Francisco Pérez-Latre “Quico”, Juan de los Ángeles, Ane Murua, Jorge Aliende, Cristina Sardón,… Empecé la lista de agradecimientos y decidí quedarme ahí, y no seguir, por una cuestión de espacio y de miedo a no mencionar a tanta buena gente que nos ha arropado este año.
Hablo de aprendizaje y pienso en el conocimiento de nuestros profesores, el entusiasmo de mis compañeros, los debates que nos han acompañado semana tras semana, los casos de estudio,… Y la COVID-19. Cómo adaptarse al nuevo contexto de pandemia e incertidumbre, sin una experiencia previa similar que sea reciente —al menos en España—, desde un plano profesional, académico y personal. Esta promoción ha demostrado tener una capacidad de adaptación al cambio digna de mención.
Y también menciono, en tercer lugar, la palabra optimismo. Porque el mercado tiene muchos retos encima de la mesa y demanda soluciones, muchas de ellas por descubrir. Porque las perspectivas de futuro de compañeros de promoción con tanta creatividad, talento e inquietud es inmejorable. Porque incluso en las peores circunstancias como las actuales siempre hay oportunidades. Porque este máster nos ha hecho mejores personas y mejores profesionales. Porque el MEGEC, tal y como expuso Quico el sábado, no es un punto de llegada, sino de partida.
Post originalmente publicado aquí.
Matemática. Profesora y Coordinadora en U-tad del Doble Grado Ingeniería del Software y Matemática Computacional
4 añosEnhorabuena, Carlos! Eres un gran profesional!
Social Impact | AI for Sustainability | Creative Strategy | Stakeholder Management | Corporate Reputation | Nova Member
4 añosComparto 100% lo que dices, Carlos. El futuro está lleno de optimismo. Gracias por compartir.
¡Estamos contigo! Gracias por tus amables palabras: nos veremos pronto.