Una hoja de ruta para la transformación digital: 5 sencillos pasos
Imagen tomada de inc.com

Una hoja de ruta para la transformación digital: 5 sencillos pasos

La transformación digital es como una moneda de dos caras. 

La primera cara es el fenómeno mundial generado por el acelerado avance de tecnologías emergentes, disruptivas, ponderosas y -cada vez más- accesibles. Entre ellas: rpa, iot, machine learning, data analytics, etc.  

Y por el otro lado, el proceso mismo al que deben someterse las empresas para estar preparado para capitalizar las oportunidades que este fenómeno ofrece y garantizar su sostenibilidad en el mercado.

La variedad de autores y puntos de vista sobre el concepto y la mejor forma de abórdalo en el plano empresarial es muy amplia, por lo que prefiero aterrizar el mapa de transformación a una secuencia de pasos (pocos) que se repiten de forma intencional en el tiempo hasta hacer entrar a la organización en un círculo virtuoso.

La transformación digital es una verdadera transformación cultural y está lejos de ser únicamente la actualización de la infraestructura técnica de una empresa, es un fenómeno que involucra todos los aspectos de una organización: clientes, propuesta de valor, modelo de negocio y modelo operativo (dentro de este la infraestructura social y la tecnológica).

Si usted quiere conducir su empresa a través de un proceso de transformación digital y no sabe donde comenzar, siga estos 5 pasos: 

1.     Conduzca un análisis inicial. ¿Dónde estamos hoy en el mercado? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cuál es la visión de los accionistas? ¿Cuáles son las expectativas para este negocio? Derivado de este análisis debe surgir una estrategia empresarial: una ambición unida a una secuencia de pasos que deben llevarnos al cumplimiento de un conjunto de metas tangibles.

2.     Sensibilice a la organización. Bien decía Drucker que “la cultura se come a la estrategia para el desayuno”. Si no sensibilizamos a la organización a este cambio, sino le respondemos ¿qué hay para mí ahí? y si no la empoderamos para asumir un rol protagónico en este proceso, la transformación está destinada a fallar. Aquí es donde: comunicamos, eliminamos la especulación, bajamos los niveles de ansiedad y empoderamos a nuestros colaboradores.

3.     Gestione el cambio. Esta es una palabra muy amplia y podría significar mucho o poco. Pensemos en mucho. Es decir, esta es la etapa de diseñar un plan y ejecutarlo. Pensemos en una empresa que se define metas de transformación en diferentes pilares de la organización. El autor David Rogers sugiere dominios (Customer, clientes, Innovation, etc.) como las áreas a donde debemos analizar en busca de iniciativas de transformación. Yo he acuñado un concepto propio para explicar esto y es “transformación con T mayúscula” y “transformación con T minúscula”. La primera es aquella que viene desde el ejecutivo hacia las líneas de negocio. La “transformación con t minúscula” sube desde las líneas (con necesidades y oportunidades particulares) hacia arriba. El portafolio de transformación digital de la compañía debe ser un balance perfecto entre iniciativas de transformación con “T mayúscula” y “t minúscula”. Agreguemos a este portafolio: presupuesto, equipos de trabajo, metodologías agiles, KPIs, expectativas de tiempo y tenemos un plan de transformación digital.

4.     Haga constante monitoreo. Como principio ingenieril, “no podemos mejorar lo que no medimos”. La transformación debe ser monitoreada. En primer lugar, a través de KPIs propios de cada iniciativa y en segundo lugar con otro set de métricas más general que ponga en evidencia la salud (o no) de la organización a través del proceso. Los KPIs no son elementos rígidos escritos en piedra. Para cada fase de transformación que diseñemos podríamos tener KPIs diferentes que surgen, cumplen su objetivo y desaparecen. 

5.     Ajuste. Como paso que termina de cerrar el círculo, ajustar es identificar oportunidades de mejora en cada fase de esta transformación. ¿Que hemos aprendido? ¿Que hicimos bien? ¿Que podríamos hacer mejor? Son preguntas que deben estar constantemente entre los equipos de trabajo. También podríamos necesitar ajustar sistemas propios de la organización. Por ejemplo: si el proceso de transformación nos ha llevado a segmentar nuestros clientes de manera diferente. Esto afectará toda la cadena de valor hacia delante. Cambiará nuestra oferta, nuestro go-to-market, nuestra estructura organizacional y los esquemas de incentivos y recompensas. Todo debe ser mejorado cuando estamos comprometidos con la transformación.

Aunque son 5 sencillos pasos, describen un proceso práctico pero poderoso para navegar por las aguas de la disrupción y asegurar la transformación digital constante de su organización. 

Póngalos en práctica y estará conduciendo mas cerca del éxito a su empresa.

Oscar Marin

Process AI and Automation leader

3 años

Me gusta mucho el artículo, claro y al punto, yo nada más quitaría el adjetivo sencillo, en temas de transformación donde el tema de cambio de paradigmas es eje central resulta sumamente complicado, en vez de sencillo, yo diria 5 pasos clave, 5 claros pasos. Un abrazo Josue

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