Una mente cerrada cree, pero no duda ni cuestiona.

Una mente cerrada cree, pero no duda ni cuestiona.

¿Cómo desarrollar tu cerebro para incrementar tus habilidades de empresario?

En una conferencia del escritor y divulgador científico Pere Estupinyà inició su tema con este comentario:


¿Recuerdan su primer beso? Traten de recordar el ambiente, lo que rodeaba ese entorno, el momento en que sucedió. Ahora bien, ¿cuántos se ven a ustedes mismos en ese recuerdo, en esa imagen?

La mayoría de nosotros levantamos la mano, como probablemente usted lector lo hubiera hecho. Y fue cuando Pere nos dijo, entonces están recordando algo producto de su imaginación, algo que no sucedió así. Porque es imposible que se puedan ver a ustedes mismos en ese recuerdo. Mientras ustedes daban ese beso, no podían verse a sí mismos a menos que estuvieran besando un espejo con los ojos abiertos.

a)   NUESTRO CEREBRO PUEDE ENGAÑARNOS

Hemos escuchado antes que la percepción no es la realidad. Y además la memoria, puede no ser certera. Como nos pasó al tratar de recordar la imagen de nuestro primer beso y nos vimos a nosotros mismos en ese recuerdo. 

Veamos otro ejemplo, por favor lee lo que está dentro de esta imagen


Probablemente, si observas lo que está de color blanco; lo primero que lees es la palabra “optical”, pero si lo intentas nuevamente observando el paisaje podrás leer la palabra “illusion”. Nuevamente, el cerebro puede engañar tu percepción o tus memorias.

Así mismo como empresarios, nuestra percepción de negocio pudiera ser obsoleta o necesita ser actualizada en algunas ocasiones. Y si tu mente está cerrada por intentar nuevos caminos, probar otras alternativas o analizar ideas diferentes a la tuya, pudiera ser que tu cerebro te esté engañando con mensajes como estos: “siempre lo he hecho así y así funciona”, “eso ya lo sé”, “no soy una persona que le guste tomar esos riesgos”, entre otras frases que bloquean nuestro aprendizaje y esa percepción pudiera alejarnos de la realidad.

Si consideras que eres un empresario que tiene ceguera de taller o está atrapado en esta situación, puedes intentar los siguientes pasos:

1.   Piensa sobre un problema que quisieras resolver. Realmente ve al fondo de lo que realmente te molesta o quisieras cambiar.

2.   Considera como puedes tú estar perpetuando el problema. Haz una lluvia de ideas de los distintos factores que contribuyen, no importa que increíbles o extremos pudieran ser esas explicaciones. Pon especial atención a los pensamientos o sentimientos que forman parte de este problema.

3.   Cuando hayas completado todas tus ideas. Pregunta a otros que te conocen bien su opinión al respecto. Algún amigo, un familiar, un Coach u otro empresario.

4.   Evalúa tus respuestas y la de los otros. Subraya las ideas que se repiten en los puntos 2 y 3.

5.   Asume que alguna de estas explicaciones pudiera ser verdadera. Encuentra todas las maneras posibles para soportar o justificar cada una de esas razones. Una a una, ve descartando las que carezcan de verdad o soporte. Repite los 5 pasos si es necesario.

6.   Una vez que encuentres la verdadera razón, redefine el problema y la solución con esta información.

Estos 6 pasos son una manera de poner en duda lo que creías como una verdad, si tu idea inicial era percepción o era realidad. Para encontrar que tu cerebro te engaña sobre una creencia que podía ser replanteada o posiblemente algo en tu memoria bloquea tomar algunos riesgos.


b)  LA IMAGINACIÓN ES INNOVACIÓN, LA CIENCIA ES LA QUE PRUEBA LA REALIDAD


En su libro, “Comer cerezas con los ojos cerrados, el ladrón de cerebros”, Pere Estupinyà nos dice que la imaginación que viene de nuestro cerebro es fabulosa. Nos permite planear, soñar y crear escenarios que no han sucedido. La ciencia es la que se encarga de investigar que esa imaginación sea real. Gracias a la imaginación de Newton descubrió la fuerza de la gravedad antes de que lo hiciera la ciencia, y la imaginación de Demócrito descubrió los átomos antes que la ciencia.

La diferencia más importante entre el humano y los demás seres en este planeta que tienen cerebro es, nuestra capacidad de planear, prevenir y tomar decisiones sobre eventos futuros. Por ejemplo, “si no como alimentos balanceados, si no hago ejercicio y no tomo suficiente agua, estoy corriendo riesgo de subir de peso y padecer diabetes”. Aunque un gato, un delfín o un elefante tenga cerebro, ellos no pueden tomar decisiones con estas bases para prevenir o planear eventos futuros.

Como empresarios, no podemos dejar de soñar, imaginar y planear como ejecutar las acciones específicas que nos lleven a lograr esas metas. Nuestro trabajo como dueños de una empresa también es pensar, imaginar y crear nuevos escenarios.

Si pasa el tiempo y no utilizamos nuestro cerebro para desarrollar esta habilidad que tenemos, es como no ejercitar nuestros músculos y afectar nuestra salud física. Igualmente, la salud de nuestra empresa puede verse afectada sin un líder que imagine, piense, abra su mente y además se asegure de diseñar un plan de ejecución, como lo hace la ciencia para comprobar que la imaginación de muchos científicos son una realidad que puede cambiar muchas vidas.


c)   LAS EMOCIONES SON LAS QUE TOMAN LA DECISIÓN FINAL

Está probado científicamente que nuestras decisiones están basadas en las emociones. El cerebro es quien procesa, registra y envía información analítica y para nuestra supervivencia en la toma de decisiones. Sin embargo, son las emociones las que deciden tomar en cuenta la información racional que nos envía el cerebro o simplemente, ignorarlo.

Cuando en tu cerebro ya está procesada la información de que; fumar te puede matar, si el cerebro pudiera decidir por ti, sería fácil para los fumadores dejar el cigarro. Es simplemente una decisión de supervivencia. Sin embargo, nuestras emociones son las que toman las decisiones tomando en cuenta nuestro conocimiento o ignorándolo. En otras palabras, somos más inteligentes no por nuestro nivel de cociente intelectual, sino por nuestra habilidad de percibir, asimilar, comprender y regular nuestras propias emociones (como bien lo explica en su libro: “Inteligencia emocional”, Daniel Goleman)

Entonces, si nuestras emociones son las que toman la decisión final,

·        ¿Por qué la mayoría de las empresas quieren sobrevivir basando sus estrategias de marketing en bajar precios, ofrecer descuentos o argumentos que no inspiran emociones?

·        ¿Por qué aceptamos como principal razón de que nuestro mejor empleado se fue de la empresa porque le ofrecieron mejor salario?

·        ¿Por qué nos olvidamos de que no es el dinero el fin último, sino una herramienta para lograr lo que verdaderamente deseo?

Resumiendo, este tema, utilicemos nuestro cerebro para mejorar nuestras habilidades de empresario permitiendo más análisis sobre nuestra percepción de las cosas, abriendo nuestra mente al pensamiento y conocimiento de nuevas tendencias, tecnologías, ideas o formas de llevar el negocio. 

Recordemos que la decisión final de nuestro cliente para comprarnos; o de nuestros empleados para ser proactivos y aportar al crecimiento de nuestra empresa; o de nosotros mismos por ser más inteligentes en un mercado cada vez más competitivo, se basa en el arte de percibir, comprender, manejar y utilizar las emociones.








Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Octavio Alfredo Gutiérrez de Anda

Otros usuarios han visto

Ver temas