Una mirada al teletrabajo
Es cierto que el teletrabajo ha sido una de las respuestas dadas por el hombre y la tecnología, a la importancia de sostener muchos empleos en la situación de salud y económica vivida por estos días, al tiempo que escuchamos de algunos clientes, de amigos y de empresarios, expresiones como:
“El teletrabajo me está exigiendo tiempo adicional al normal”.
“Recibo llamadas de mis jefes o compañeros de equipo gerencial a las 9:00 p.m.”.
“Por más que hago pausas, me duelen la columna y los músculos”.
“Me incapacitaron dos días por una contractura en el brazo derecho”.
“Estoy trabajando mucho más que en la empresa”.
“Por más que estoy en casa, mi familia reclama tiempo para ellos”.
“He tenido reuniones de trabajo los sábados a las 6:00 p.m.”.
“Nuestra reunión de área la citan los viernes a las 5:00 p.m.”.
¿Todo se volvió reunión virtual, a qué horas trabajo?
Lo anterior se constituye en un llamado de atención para lograr del teletrabajo, una nueva forma de vida laboral amigable y eficiente. Sin duda alguna esta modalidad, contribuye a la reducción de los impactos de la situación en la productividad empresarial y que, con ajustes, será un camino inteligente para la competitividad de muchos negocios: menores costos, menores gastos.
No obstante el modelo de teletrabajo está adoptado por algunas instituciones, empresas y negocios desde hace varios años, estamos en el momento de modificar comportamientos conducentes a equilibrar la responsabilidad laboral desde casa, con el derecho al descanso, a la convivencia y a los vínculos familiares, tan fortalecidos, y en buen momento, por la obligatoriedad del confinamiento.
Las experiencias que podamos recoger de quienes llevan más de tres años haciendo del teletrabajo un esquema efectivo de producir, debemos conocerlas para adaptarlas a situaciones a las que nos vimos forzados, de manera que las personas hagamos el cambio con naturalidad y convicción, elementos que son determinantes para responder con eficiencia a las necesidades empresariales.
Coincidimos con quienes estimulan el cuidado físico y mental de los colaboradores; si estamos convencidos que el personal, como lo pregonamos en todos los informes, es lo más valioso para las empresas, hagámoslo realidad, ahora tenemos una bella oportunidad de refrendarlo. Todos estamos más sensibles; muchos piensan que el mundo cambiará sustancialmente, otros argumentan que la productividad hay que obtenerla como sea, que hay que escoger entre la salud del ser humano y la económica.
Es válido que tengamos disensos, se necesitan para evolucionar; pero también es cierto que quienes tenemos a cargo empresas, organizaciones e instituciones de personas estamos convencidos de la importancia de la sostenibilidad y para ella, la responsabilidad empresarial con los grupos de valor es pieza irremplazable. En Colombia hemos ganado mucho terreno en materia de prácticas socialmente responsables y específicamente con los colaboradores: este momento es una oportunidad para seguir creciendo y ser más competitivos.
La motivación, el reconocimiento, el suministro de recursos adecuados, el respeto, la comprensión, y ante todo, la comunicación, deben subir un peldaño más en el camino de la recuperación social y la eficiencia empresarial.
Para estar a la moda, el bienestar de los seres humanos y la productividad, también están en nuestras manos.
Harold Varela Hernández director Hey S.A.S