UNA NUEVA UNIVERSIDAD, UN NUEVO PROFESOR...
Juan Domingo Farnós
[...], Muchos profesores en la universidad creen que es suficiente para enseñar lo que aprenden los estudiantes. . La enseñanza tradicional basada en la transmisión de conocimientos al público homogéneo estudiante ya no es evidente cuando la heterogeneidad de los perfiles de la escuela se puede encontrar en la universidad. Incluso para un grupo de estudiantes de un solo sector , las motivaciones, sociales y culturales, áreas de interés son muy variables.
Las universidades son a menudo acusadas de descuidar la enseñanza de su misión en beneficio de la carrera por la excelencia en la investigación y, por tanto, desprecian la educación.
...pero la universidad es como realmente se centra en la investigación, ¿Qué dicen sobre ello? Es tan resistente al cambio y la innovación en la educación? Se cuestiona muchas de esas hipótesis y anunció una renovación de la práctica docente en la universidad.
El Rol del Docente Tradicionalmente ha sido la figura de autoridad en el aula, desde el punto de la capacidad intelectual y del poder. El docente era visto como el depositario del conocimiento y su rol era el de llenar las mentes de sus alumnos con su conocimiento y entonces luego lograr que los alumnos regurgitaran este conocimiento en el proceso de evaluación. Esta es la forma en que muchos de nosotros fuimos enseñados y como en muchos casos algunos todavía enseñamos. Después de todo, los alumnos son más fáciles de .controlar cuando están sentados en sus asientos, escuchando una clase expositiva
Los principales cambios que afectan a todos los cursos universitarios que enseñan cómo ser analizado a partir de las siguientes preguntas:
-¿Cuáles son los factores externos que conducen al cambio?
-¿Qué nuevas orientaciones defendido la enseñanza?
¿ Cómo apoyar o fomentar la innovación y el cambio?
¿Cómo se alimenta la investigación educativa
¿El nuevo enfoques pedagógicos? Las contribuciones de este trabajo son los principales desafíos para las universidades que quieran renovar sus prácticas pedagógicas.
Un nuevo profesor universitario, ¿por que necesita una nueva universidad?. Que se necesite un cambio de rostro y de institución universitaria queda probado por la presión social que hoy día un complejo contexto social está promoviendo, valorando la importancia del sujeto, la participación en las decisiones y las vertiginosas transformaciones tecnológicas y de los medios de comunicación.
En el proyecto de Enseñanza para la Comprensión, llevado a cabo por investigadores de Harvard, Wiske expone que el entorno de enseñanza tiene influencia sobre el rol de los docentes en la enseñanza y aprendizaje del conocimiento. “Muchos docentes de la universidad trabajan en entornos que promueven la conducta de transmitir conocimiento a sus alumnos más que de construir y criticar el conocimiento con sus alumnos” (Wiske en Perkins 1995, p.204), contestando preguntas o completando cuestionarios escritos.
También es una forma rápida de recorrer el currículum y cubrir todas las unidades. De todos modos, la investigación muestra que el método de enseñanza tradicional no contribuye al aprendizaje efectivo, y no utiliza el potencial de la tecnología (Jonassen, Norton & Wiburg, Sandholtz, Ringstaff, & Dwyer, McCormick & Scrimshaw2). De hecho, muchos creen que una buena herramienta puede ser inútil si no es integrada dentro de estrategias efectivas de enseñanza. “No podemos enchufar a los alumnos a una herramienta de la mente (MindTool) y esperar que trabajen sin nuestra guía y apoyo…” (Jonassen, 2000, p.275–276).
De este modo, queda en el docente la decisión de pensar más allá de las formas tradicionales de enseñanza y de diseño de las clases y liderar experiencias de aprendizaje ricas en tecnología que apoyen el pensamiento basado en la indagación (inquiry-based thinking).
Un enfoque constructivista creará un escenario apropiado para este tipo de pensamiento. En una clase constructivista, los docentes tienen la responsabilidad de cubrir cuatro roles principales: Diseñador de Tecnología; Experto en Audiencia; Experto en Currículum; Experto en Proceso:
Diseñador de Tecnología. Aunque los docentes no necesiten saber todas las opciones de una herramienta digital (cómo cambiar los colores, en qué botón hacer un clic para agregar una animación, etc.), sí necesitan entender el valor educativo de una herramienta digital o qué puntos fuertes presenta para influir positivamente en el aprendizaje. Necesitan saber de qué modo la tecnología puede ser usada para localizar las dificultades que los alumnos experimentan en relación al currículum. Si el objetivo de un docente es “enseñar tecnología”, el potencial de la tecnología queda sin verse. Y, probablemente, también se desaproveche la competencia central del docente.
Los docentes deben utilizar las habilidades que adquirieron luego de años de experiencia y ser diseñadores de experiencias de aprendizaje. Norton y Wilburg (2003) identifican a un docente diseñador como aquel que reconoce la centralidad de la planificación, estructuración, abastecimiento y orquestamiento.
Los docentes pueden mostrar a sus alumnos vías para descubrir qué es lo que no saben y utilizar nuevo conocimiento para resolver el problema. De esta manera, el docente está modelando su propio proceso de pensamiento. También aquí podemos hablar de las decisiones acerca del uso apropiado de la tecnología.
Es importante que los docentes puedan exponer a sus alumnos a una variedad de tecnologías que sean apropiadas para cada caso, y que ilustren las bases para decidir dónde y cuándo implementar determinada herramienta tecnológica. Este modelo pone al descubierto cierto tipo de creencias erróneas acerca de que la tecnología ayuda a los alumnos a ser consumidores inteligentes de tecnología. Quizás como muchos docentes ya lo han experimentado, hay una rutina logística a llevar a cabo en la planificación del uso de la tecnología en el aula.
Quizás haya que reservar un espacio determinado, cargar determinado software, reservar equipamiento, etc. Bastante a menudo además, alguna parte de la tecnología falla o no se comporta del modo esperado. Burbules y Callister (2000) lo dicen: “el potencial de las nuevas tecnologías incrementa la necesidad de ser creativos, de planificar cuidadosamente y de enfrentarse a nuevos e inesperados desafíos”.
Scrimshaw argumenta que cuando la tecnología es usada como un dispositivo efectivo, el rol del docente y del alumno continúa siendo el mismo. Cuando la tecnología es usada para extender el aprendizaje, el rol del docente como fuente de conocimiento es desplazado de alguna manera y comienza a tomar valor la independencia del alumno.
Cuando la tecnología es usada como un dispositivo transformativo, la diferencia entre docente y alumnos cambia, y toma importancia la comunidad de docentes y alumnos del aprendizaje. Argumentan que el rol del docente es diseñar experiencias de aprendizaje que permitan a los alumnos utilizar la tecnología para resolver problemas, desarrollar conceptos, y apoyar el pensamiento crítico, antes que usar la tecnología para adquirir conocimiento fáctico. O dicho más directamente, los docentes necesitan crear actividades de aprendizaje que logren de sus alumnos aprendices activos, que utilicen la tecnología para desarrollar el conocimiento y la comprensión.
Una de las cosas principales que un docente debiera evitar es diseñar experiencias donde la tecnología haga algo para darle conocimiento a sus alumnos. Es importante que el diseño ubique a los alumnos en el control de la tecnología, no viceversa. Si los alumnos se convierten en sirvientes de la tecnología percibirán que la tecnología sabe algo que ellos no, la computadora es vista como algo “mágico” y no como una herramienta que puedan usar para poner al descubierto el conocimiento (Schwartz en Perkins, 1995).
Hay muchas consideraciones para hacer cuando se diseñan experiencias de aprendizaje enriquecidas con tecnología, cosas que requieren que el docente tenga en cuenta en su clase. Su expertise debe ser aplicada para diseñar y facilitar clases donde predomine el pensamiento, la creatividad, la reflexión, y no simplemente dónde y cuándo hacer clic. Experto en Audiencia. Otra competencia central que los docentes deben aportar a una clase donde se integra la tecnología, es el conocimiento de sus alumnos y sus distintas habilidades.
Específicamente:
-¿Cuáles son sus intereses y qué es lo que los motiva acerca del aprendizaje?
-Además, ¿en qué componentes del currículo encuentran dificultades y qué nivel de andamiaje es necesario para acortar la brecha entre lo que actualmente saben y lo que necesitan comprender?
Los docentes deben considerar cómo asignar distintos roles a sus alumnos para que revelen su potencial propio y sus conocimientos. Sandholtz, Ringstaff, y Dwyer (1997) encontraron que los docentes dieron cuenta de incrementos beneficiosos en la colaboración e interacción entre los alumnos cuando la tecnología era integrada en sus clases. “Aparentemente tanto docentes como alumnos pueden sacar provecho del conocimiento y expertise de algunos alumnos, expandiendo además de este modo cada vez más la participación de estos alumnos en clase”.
ElRol del Alumno Así como el rol del docente debe cambiar en las aulas en las que se integran tecnologías, el rol del estudiante también. Los estudiantes necesitarán tomar dos roles importantes: deberán ser aprendices activos y consumidores inteligentes de tecnología.
1. Aprendices activos Los estudiantes no pueden seguir siendo receptores pasivos de información. En una enseñanza constructivista se espera que se involucren activamente y sean responsables de su propio aprendizaje.
Necesitan estar motivados en la construcción de conocimiento y deseosos de incursionar en el conocimiento compartido por sus compañeros de clase. El estudiante, no el docente, se transforma en el foco del proceso de aprendizaje. Algunos docentes son escépticos con respecto a la habilidad de los estudiantes para asumir un rol central en su propio aprendizaje.
Es esencial que los docentes estén familiarizados profundamente con el currículo, tanto en su contenido como en la concatenación de los mismos. Los docentes deben estar atentos a las comprensiones de sus alumnos así como también a los errores conceptuales, además de identificar aquellas áreas del currículum donde los alumnos tengan una dificultad particular. Como expertos en currículum, los docentes deben comprender cómo introducir efectivamente “trozos” del mismo que promuevan en los alumnos nuevas comprensiones.
Estas presiones sociales exigen un nuevo modelo de profesor universitario que no se conforme con dominar la materia científica, sino que sepa unir a la investigación y a la gestión, el cada vez más relevante papel de la docencia y de la formación psicopedagógica para aprender a enseñar, educando a sus alumnos en valores, en el dominio de las emociones y en aspectos sociales y ambientales.
Urgen nuevas alternativas en relación a la formación del profesor para no aplicar procesos e instrumentos de formación ya obsoletos. Por eso, se requiere más que cursos de formación para los docentes universitarios, una reestructuración de la Universidad y del colectivo docente que permitiera, por ejemplo, la constante labor de autorreflexión sobre su práctica docente en el aula.
La supervivencia del docente......
Según Woods," nos podemos preguntar por el significado de esta “supervivencia”. Se trata seguramente de sobrevivir a la crisis de la propia posición docente"
Crisis que se pone de manifiesto en una profunda fractura entre la posición (o estatus) y la función (o rol) que de ella se deriva. Se le suele otorgar –no siempre de manera consciente– una clara primacía a la posición sobre la función, revelando así el carácter endógeno y superestructural de muchas prácticas docentes: su propia justificación prima sobre el sentido o la finalidad –que naturalmente sería promover procesos efectivos de aprendizajes–
El docente para sobrevivir como tal debe mantener el control frente a un grupo de jóvenes que se resisten a un inevitable orden de trabajo.
–la distribución de hegemonías–, es el nuevo replanteamiento que se debe hacer en el SISTEMA, EN LAS AULAS, EN LAS ESCUELAS Y UNIVERSIDADES,...sencillamente nos produce vértigo o ni siquiera pensamos en ella como viable; además de no contar por lo general con experiencias, propias o del colectivo del que participamos, que nos puedan servir de referencia.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, considero que esta segunda alternativa es la vía que permite modificar la superestructuralidad de las prácticas docente, y romper con la subordinación de las experiencias de aprendizajes respecto de las estrategias de control y de supervivencia.
Se trata de un modelo dinámico, que consiste sobre todo en la democratización del aula; que prioriza el aprendizaje de prácticas y valores, tales como el diálogo y la investigación compartida; y que, por parte del profesorado, promueve formas de interrelación en red, evitando en lo posible la centralidad radial del docente durante las clases, y redefiniendo su posición desde un rol no-transmisivo y posibilitador de experiencias efectivas.
Mi opinión ya la conocen, el docente sobrevivirá si entrega las llaves de su aprendizaje a los usuarios del mismo, los aprendices, como no puede ser de otro modo
..en fin una nueva universidad con unos nuevos planteamientos.
...seguimos
juandon