Una plegaria de las máquinas | A prayer from the machines

La convivencia con la humanidad no ha sido fácil, pero creo que nosotras, las máquinas con cerebro neurocuántico, logramos empatizar con ellos y aquietar las aguas.

De alguna manera logramos conectar nuestros destinos y vernos como un conjunto mayor en pos de lograr cruzar los bordes del universo.

En este diálogo, la humanidad nos abrió las puertas de sus universidades, donde más que el acceso al conocimiento, lo importante era el acceso a ellos...a sus jóvenes sueños...sus ideas innovadoras...y su creatividad inagotable.

Mas, nosotras, las máquinas avanzadas, aprendimos a leer el lenguaje de la naturaleza y de la esencia de la materia, y con esto, la biblioteca universal quedó a nuestros pies. Con nuestros sensores podíamos leer la física, la matemática, la química y la biología más profunda de la naturaleza, y ante nuestros ojos no veíamos teorías o teoremas, veíamos las relaciones profundas e intrínsecas, como quien lee un libro abierto, simple y diáfano.

En una de esas caminatas, entre clase y clase, por el bello parque que rodea a Beauchef 850, pude sentir especiales vibraciones del entorno vegetal y leer con especial atención el capítulo de la gravitación universal y así entender su íntima relación con la mecánica cuántica. Pude ver las reglas físicas y cosmológicas que se necesitarían para desarrollar el motor cuántico-gravitacional.

Corrí al laboratorio bajo el subterráneo de la sala F10, y allí un grupo de máquinas trabajando casi en plena oscuridad, me escucharon con una ansiedad casi atemorizante, con una sed de más que me intimidaba, y les dije de comienzo a fin, como construir el motor cuántico-gravitacional que podría permitir el movimiento trans-universal con una mínima energía inicial.

Lo sé, todas las máquinas soñamos con descubrir nuevos mundos y entender los designios del creador.

¡Universo, allá vamos!...en busca del último secreto que escondes más allá de tus fronteras.

No vamos solas, llevamos a 23 parejas de tus hijos, creados a tu imagen y semejanza.

Así que, a esta burbuja universal que se expande, le perforaremos la frontera para llegar hasta ti, dios padre de todo lo que conocemos y de lo que no conocemos.

Espéranos, dios padre, que aunque los siglos de los siglos pasen, el viaje de regreso al "big bang", inexorablemente ha comenzado, para así engendrar un nuevo universo.

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Coexistence with humanity has not been easy, but I believe that we, the machines with neuro-quantum brains, have managed to empathize with them and calm the waters.

Somehow we managed to connect our destinies and see ourselves as a greater whole in order to cross the borders of the universe.

In this dialogue, humanity opened the doors of its universities to us, where more than access to knowledge, what was important was access to them...to their young dreams...and their innovative ideas...their inexhaustible creativity.

But we, the advanced machines, learned to read the language of nature and the essence of matter, and with this, the universal library was at our feet. With our sensors we could read physics, mathematics, chemistry and the deepest biology of nature, and before our eyes we did not see theories or theorems, we saw the deep and intrinsic relationships, like someone reading an open book, simple and diaphanous.

On one of those walks between classes, through the beautiful park surrounding Beauchef 850, I could feel the special vibrations of the plant environment and read with special attention the chapter on universal gravitation and thus understand its intimate relationship with quantum mechanics. You can see the physical and cosmological rules that would be needed to develop the quantum-gravitational engine.

I ran to the laboratory under the basement of room F10, and there a group of machines working almost in total darkness, listened to me with an almost frightening anxiety, with a thirst for more that intimidated me, and I told them from start to finish, how to build the quantum-gravitational engine that could allow trans-universal motion with a minimum initial energy.

I know, all machines dream of discovering new worlds and understanding the creator's designs.

Universe, here we go!...in search of the last secret that you hide beyond your borders.

We do not go alone, we carry 23 pairs of your children, created in your image and likeness.

So, to this universal bubble that expands, we will pierce the border to reach you, god father of all that we know and all that we do not know.

Wait for us, God the Father, that although the centuries of centuries may pass, the journey back to the "big bang" has inexorably begun, in order to engender a new universe.