Una Startup no te garantiza felicidad, crecimiento ni flexibilidad…

Recuerdo la primera vez que entré a trabajar en una #startup. Estaba llena de ilusión porque parecía un sueño. Aunque las condiciones económicas eran bastante bajas, la promesa de crecimiento y participación era muy motivante, y eso era lo que más me interesaba y atraía de la posición. 

El proyecto era (y creo que en su esencia sigue siendo) muy lindo. Lo que más me motivaba eran las grandes cosas que podría aprender estando ahí, pues aunque contaba ya con varios años de experiencia laboral, me adentraba a nuevas #areasempresariales y a un sector en el que nunca imaginé trabajar. 

Tal vez mis expectativas eran demasiado altas y/o mi visión sobre las startups era muy idealista; porque parece que hoy en día nos venden la idea de que este tipo de empresas son las que nos proporcionan un #ambientelaboral moderno, facilidades que las #transnacionales no suelen dar y, sobre todo, la promesa de ser escuchado y poder #participar muchísimo en el proyecto; en resumen un entorno laboral ultra guay y de ensueño, pero no siempre es así. 

Lejos de todo lo soñado, me adentré a un ambiente súper #tóxico, lleno de #jefes que te vigilaban incluso en horarios #nolaborales y que te reprendían incluso por errores no cometidos, es decir, les molestaba que hicieras las cosas bien.

La promesa de participación se limitó, en primera instancia, en la prohibición de comunicación entre las personas de distintas áreas (¡Incluso para temas estrictamente laborales!), y el crecimiento y proyección de carrera se veían estancados cuando comenzabas a proponer cosas novedosas… parecía que entre más aportabas menos valías, pues lo que ellos buscaban eran personas que no opinaran, que no propusieran y, sobre todo, personas que aceptaran todo lo que los superiores decían aunque fuera en contra de tus propios valores y principios. 

Básicamente, te volvías una amenaza potencialmente peligrosa si eras una persona cargada de #ilusión y #energía , ya que en aquel sitio estaba prohibido hasta sonreír y/o saludar (no es broma, muchas veces me llamaron la atención por decir “buenos días” al llegar a la oficina porque “distraía” a la gente que sí estaba entregada a su pantalla al 100%). 

A veces, cuando leía historias de #personasfelices en una Startup me preguntaba si era real, si mentían por conservar sus trabajos o si solo era una potente #estrategiademarketing empresarial para vender la aceptación de tener una carga de responsabilidad y trabajo grandísima por un salario (muy) bajo pero con la ilusión de ser realmente parte del proyecto, y no solo ser un empleado más. 

Si hasta este punto no sabéis la diferencia entre una Startup y una PYME, os lo resumo:

Una startup es una organización #emergente que se caracteriza, principalmente, por su alto potencial de #escalabilidad, el uso inminente de la #tecnologías y la #innovación en su (o sus) producto (s)/servicio (s). Una PYME no necesariamente sigue estas características y suele centrase, sobre todo, en mercados locales.         

En fin, lo que aprendí y os quería compartir es que no siempre una startup es promesa de crecimiento profesional. Imagino que existen muchas más empresas así, con proyectos chulísimos pero con #gestores equivocados para ese tipo de ambiente laboral que, tristemente, se llevan por delante a todo el equipo y destruyen la #esencia de una #verdaderaStartup.

Aunque la #gestionempresarial está cambiando bastante, aún existen muchas empresas (grandes o pequeñas) con malos gestores, con falta de #liderazgo ... pero sé que también existen empresas que, sin importar el tamaño, se basan en una administración de #liderazgoempresarial y es ahí en donde se hace la gran diferencia (¡Yo ahora estoy en una!). 

Así que tú, si estás leyendo esto y estás a cargo de un #equipo , sin importar si tu empresas es una starup o no, si es una multinacional o es un pequeño negocio local, que no se te olvide que lo más importante son las personas. Cuando una persona se siente bien, tiene actitudes positivas y esas mismas actitudes se ven reflejadas directamente en su trabajo, lo que influye de manera directa en la empresa. 🙂

En muchos casos, las personas tal vez pueden “funcionar bien” bajo ese control, tal vez pueden #soportar, #callar y seguir trabajando, incluso intentando hacerlo mejor cada día (¡yo lo hice por más de un año!), pero tarde o temprano, se #cansan, se #desgastan y, sobre todo, se #decepcionan. Y cuando una persona pierde esa ilusión por tu empresa, lo has perdido todo. No hay nada que puedas hacer para que la recupere y es ahí en donde la empresa ha perdido.

Y a mi muy humilde parecer,

cuando una #STARTUP pierde #talento por estas malas gestiones, ha fallado en su esencia, no importa que tan novedoso o tecnológico sea su producto o servicio.

Aunque todo esto no significa que no haya  Statups #unicorn en las que todo el mundo desee trabajar. Yo creo fielmente que sí existen. ¿Conocéis alguna? Dejadme en comentarios las startups de ensueño en las que estáis o quisierais estar.