Vamos a Ayudar
En estos días “curiosos” en los que la mayoría de nosotros cumplimos escrupulosamente la cuarentena, son muchos los mensajes que nos llegan de actos de ayuda, de acciones solidarias, de iniciativas vecinales para colaborar con personas que puedan necesitar atención, etc.
Desde las propias administraciones públicas se organizan plataformas, para hacer la compra a personas con movilidad reducida, acudir a la farmacia para evitar que salgan de sus casas personas de alto riesgo, o entidades que se hacen cargo de las mascotas en los casos de personas ingresadas y que no tienen con quien dejarlas; esto como un pequeño ejemplo de estas iniciativas.
Desde Helpers Speakers estamos presentes en la red, tanto de forma escrita como visual, con el fin de ayudar alimentando a la red de contenidos ricos en opiniones, teorías, y mensajes que nos ayuden a salir del confinamiento con más estructura mental, con más riqueza intelectual, y con más herramientas para afrontar de una manera optimista y constructiva un futuro inmediato lleno de novedades y aventuras, seguro que apasionantes.
Aquí os dejo las “Píldoras de Motivación” con los que los Helpers hemos ido contribuyendo estas semanas.
Hoy me gustaría contribuir dando unas pinceladas teóricas a la Conducta de Ayuda o conducta altruista, que nos haga sentirnos mejor y más seguros para poder ayudar.
Este tipo de conductas son estudiadas en el campo de la Psicología Social y abarca aquellas conductas que cumplen tres requisitos: -que se realicen voluntariamente, con el objetivo de ayudar a otros, y que no se espere recompensa de la persona o personas ayudadas.
Conviene señalar, sin embargo, que, si bien el altruista no espera recompensa de la persona ayudada, si obtiene lo que podríamos denominar “recompensas internas”: aumento de su autoestima, satisfacción por hacer algo socialmente “bien visto “como es ayudar al que lo necesita, y evitar la culpa que en algún caso se genera por comportamientos no altruistas, etc.
Debemos ser cuidadosos en situaciones en que somos muchos los posibles “ayudadores”, porque estudios como los llevados a cabo por Latané y Darley , llega a la conclusión de que “a mayor número de espectadores, menos probable es que alguno de ellos intervenga”.
Esta tesis que puede parecer paradójica, tiene su explicación. De entrada, situaciones como la que estamos viviendo, afortunadamente son excepciones, por lo que no tenemos nadie experiencia al respecto. Además, cada caso en la situación de emergencia es nuevo, y no existen normas generables aplicables a ellas. Son situaciones imprevistas y repentinas, que requieren ciertas decisiones rápidas sin permitir consultar con otras personas. En consecuencia, los posibles -vamos a llamarnos espectadores- tratamos de averiguar cual es la conducta correcta a seguir; para ello nos fijamos en que hace nuestro entorno, buscando en el posibles pistas o indicios sobre cómo comportarnos. Pero por desgracia para la persona necesitada, el hecho de que seamos muchos los que le rodeamos tiene determinados efectos:
- Inhibe la posible conducta espontánea que alguno de nosotros realizaríamos si estuviéramos solos
- La misma inactividad de los demás (estando todos intentando orientarnos sobre qué hacer) actúa a modo de modelo sobre nuestra actuación. *si ellos no hacen nada…será lo correcto*
- La existencia de otros “vecinos” hace que nos sintamos menos culpables si no hacemos nada, pues la responsabilidad se reparte entre todos: Es lo técnicamente denominado dispersión de la responsabilidad
El resultado final es la probable inacción.
Por sacarlo del contexto actual, sería un buen ejemplo el observar que en caso de un accidente de tráfico, el número de personas que se detienen a ayudar es mucho menor en una autopista que en una carretera ordinaria. En la autopista se ve que otros vehículos pasan de largo, un mecanismo nos hace pensar que no debe ser tan grave porque otros no paran, y se diluye la responsabilidad pensando que alguno de los que vienen detrás se detendrá.
La decisión de ayudar o no hacerlo, ante situaciones de emergencia, o en la que una persona necesita ayuda, parece depender de muchos factores. Antes de tomar una decisión de este tipo es posible que nos formulemos algunas preguntas: ¿realmente necesita ayuda? ¿La persona en cuestión es responsable de su situación, o se debe a factores externos a ella? ¿Cual es la acción apropiada? ¿Yo puedo hacerlo? ¿Que hace el resto de mis amigos/vecinos/colegas/compañeros, etc.?
Finalmente, la decisión se tomará tras un análisis de los costos y recompensas que implique nuestra conducta.
Otro autor reconocido en el campo del altruismo es Piliavin, que nos indica como todo radica en que la observación de una emergencia suscita en nosotros una fuerte activación emocional, que será mayor cuanto más cercanos estemos a la persona necesitada, más semejante sea esta a nosotros, más interacción tengamos con ella, etc. Tal activación emocional trataremos de reducirla, por diferentes vías:
- Ayudar directamente a la persona necesitada
- Hacer que otros ayuden (llamar al 112)
- Abandonar la situación (ojos que no ven…)
- Racionalizar el caso culpando a la persona necesitada (…se lo estaba buscando)
La elección de una u otra alternativa dependerá de nuevo de un cálculo de los aspectos positivos o negativos (ganancias/costos), tanto de ayudar como de no hacerlo. Estas ganancias y costos varían de una a otra emergencia, de una persona necesitada a otra, etc. Así dice este autor, se ayudará a un borracho menos que a un enfermo, porque hay más costos en la ayuda (disgusto, rechazo por parte de la persona necesitada) y menos costos si no se le ayuda (*el se lo ha buscado…*), al tiempo que las ganancias por ayudar pueden ser inexistentes (no es fácil que lo agradezca). Si finalmente, se opta por la no ayuda, la activación emocional deberá ser reducida por alguno de los otros procedimientos que antes ha comentado: Es fácil observar, cómo ante situaciones que pudieran aparentar necesidad de ayuda, se tienda a acelerar el paso, a culpar o a criticar al necesitado, a mirar en otra dirección, tratando de justificar la no intervención.
Así pues queridos compañeros, ya se que todos os estáis ofreciendo a sacar a pasear al perro de ese/a vecino/a mayor que no debe salir a la calle,…por un acto de altruismo, y nunca pensando en “estirar las piernas legalmente”. (Arrancar una sonrisa también ayuda).
Yo por mi parte encantado en seguir ayudando,… ¿Cómo? Admito sugerencias.
#yomequedoencasa.
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4 añosGracias Aitor Bilbao Elizondo ! Un placer formar parte de ese maravilloso grupo de Helpers Speakers y Conferenciantes #Juntossumamos
Fundador Helpers Speakers y Escuela de Conferenciantes | Mejoramos la motivación y la productividad | Formación en Hablar en Público, Liderazgo, Ventas, Experiencia Cliente y del Empleado | Escritor
4 añosAyudar es divertido #solidaridad #rsc #rh #rrhh #motivación
Presentador TVE Aquí la Tierra. Productor Ejecutivo QUEBEC. Conferenciante en "Helpers Speakers" Contratación: 686 044146
4 añosGracias por tu incansable espíritu solidario #somoshelpers
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4 añosMaravilloso artículo, como siempre, Aitor. Gracias por tu generosidad.
Speaker Motivacional. No vivimos a la altura de nuestras capacidades sino de nuestras creencias: puedes si crees en ello
4 añosFantástico, Aitor!