VER LA VOZ
Cuando la voz pierde claridad, sonoridad, se escucha áspera o arenosa, posiblemente exista alguna alteración que esté provocando dichos síntomas. Para ello existe la laringoscopia, que consiste en la visualización de la laringe y las cuerdas vocales que se obtiene mediante un aparato llamado laringoscopio. El laringoscopio es un aparato tubular de fibra óptica con una fuente de luz.
Mediante esta prueba se pueden visualizar las alteraciones inflamatorias, infecciosas y tumorales de la laringe y de las cuerdas vocales. Detecta las alteraciones de las funciones fundamentales de la laringe y de las cuerdas vocales, como son fonación, vocalización y paso del flujo de aire.
¿Cómo se realiza?
El paciente permanece sentado y el médico introduce el aparato por una fosa nasal hasta la rinofaringe. No es una prueba dolorosa, aunque puede impresionar. Lo mejor es estar relajado y mantener una respiración regular y rítmica. Puede ser indirecta por vía oral o nasal.
Existe otra laringoscopia, llamada directa, que se realiza en un quirófano bajo anestesia general. También se realiza para llevar a cabo la intubación del paciente tras la anestesia general.
La laringoscopia es una técnica útil en las siguientes situaciones o problemas de salud:
Estudio del dolor crónico de garganta: la laringoscopia sirve para identificar lesiones que provoquen dolor de garganta de más de tres semanas de evolución y que no responde al tratamiento médico habitual.
Alteraciones de la voz: puede diagnosticar enfermedades de las cuerdas vocales. Antes de hacerla con este fin, se debe esperar tres semanas porque en muchos casos son laringitis transitorias que no requieren estudiar.
Tos crónica: cuando una persona comienza a toser durante más de tres semanas o la tos habitual cambia de forma, se debe estudiar para comprobar que no alteraciones en la vía aérea superior.
Sospecha de cáncer: la laringoscopia permite observar si hay tumores de las vías aéreas superiores, muy frecuentes en fumadores.
Atragantamientos: confirma el bloqueo de la vía aérea superior por elementos extraños. En ocasiones permite llegar hasta ellos y extraerlos.
Dificultad para tragar: esta prueba permite descartar lesiones físicas que dificulten la acción de tragar. Se puede observar en directo el movimiento de la musculatura faríngea.
Toma de biopsias: en masas sospechosas de cáncer, pólipos de las cuerdas vocales o úlceras crónicas, se pueden tomar muestras con unas pequeñas pinzas o agujas.
Intubar la vía aérea: los anestesistas o médicos intensivistas utilizan el laringoscopio en personas inconscientes para observar la vía aérea superior e introducir un tubo hueco que permite ventilar al paciente y mantener su respiración de manera artificial.
La laringoscopia no suele tener complicaciones. Sin embargo, alguno de los problemas que pueden aparecer son:
*Nauseas con o sin vómitos.
*Heridas con sangrado de la lengua, nariz, faringe o laringe.
*Transmisión de infecciones, sobre todo si ha habido una herida antes.
*Espasmo de las cuerdas vocales, que pueden cerrarse cuando se manipula esa región de la vía aérea.
*Complicaciones típicas de la anestesia (alergia, arritmias, etcétera) cuando se utiliza para intubar.
¿Sabían que...?
El primer laringoscopio consistía en un juego de espejos que se sostenían apoyados en la parte posterior del paladar, donde se reflejaban las estructuras anatómicas de forma invertida