Videojuegos y "youtubers"

A los 11 años tuve un Spectrum 128K que, pese a sus limitaciones técnicas, generó en mi dos pasiones que me han acompañado a lo largo de mi vida: la informática y los videojuegos. Sobre el primer punto, imagino que es algo compartido por muchas de las personas que estamos en el sector IT, los microordenadores nos inculcaron el gusanillo por la tecnología que acabó convirtiéndose en nuestra profesión.

Sobre los videojuegos, no me avergüenza explicar (prefiero no usar la expresión confesar, que denota arrepentimiento) que aún me apasionan, aunque parece que tienen el estigma de ser incompatibles con la madurez y la mala fama de generar adicción en los jóvenes, discurso que últimamente ha vuelto a ponerse de moda. Es más fácil demonizar los videojuegos que la telebasura o las drogas legales, aún siendo el sector del entretenimiento que más ha crecido en los últimos años, con una potente industria detrás y múltiples empresas creando contenidos y dando trabajo a grandes profesionales. En mi opinión, que un chaval de diez años tenga acceso a un videojuego violento es culpa de sus padres por no controlar a qué accede su hijo (opino igual sobre las webs de sexo, de fácil acceso por cualquier joven hoy en día).

Y la mala fama de los videojuegos viene acompañada de la que tienen los generadores de contenido en canales de streaming, mal llamados youtubers, personas que viven con pasión sus aficiones y las comparten con los demás. Es cierto que hay un grupo reducido que gana mucho dinero con ello y que han saltado a la palestra por decidir reubicarse en Andorra, pero no son representativos de la gran cantidad de personas que llevan a cabo este tipo de actividad como complemento a su trabajo habitual y cuya recompensa económica es mínima, aunque generan auténticos comunidades de gente afín a sus gustos, que mediante comentarios y pequeñas donaciones compensan con creces su gran dedicación (aunque también existe la figura del hater, pero eso daría para un monográfico que mejor dejo en manos de un sociólogo).

Quiero aprovechar la ocasión para presentar a Tomás Ruíz, un ingeniero de telecomunicaciones que trabaja como service manager liderando un equipo de 80 personas y que, en su poco tiempo libre y con el alias Arlan360, dirige La nave de los videojuegos, un canal de noticias, opinión, gameplays y tutoriales sobre el mundo del videojuego, tanto actual como retro, de una manera muy natural, sin pretender aparentar que sabe más que nadie y evitando polémicas. Os animo a que le echéis un vistazo y os suscribáis gratuitamente para apoyarle. Yo hace tiempo que le sigo y, aparte de entretenerme, he aprendido mucho, merece la pena! 😉