Vientos de cambio: nuevos liderazgos en la internacionalización

La internacionalización de la educación superior se ha posicionado a través de los años como un elemento transversal a las funciones sustantivas y de apoyo de una institución de educación terciaria, buscando a través de figuras como colaboraciones internacionales y transferencias de conocimiento mejorar la calidad a nivel institucional e impactar las sociedades, sin perder de vista los valores institucionales y el contexto cultural.

Sin embargo, la pandemia actual ha volcado a las instituciones a su misionalidad y en estos momentos dependencias transversales como la internacionalización se encuentran en una encrucijada: por un lado deben "apagar incendios", al buscar por ejemplo por medio de transferencias internacionales y alianzas estratégicas fortalecer los nuevos modelos de enseñanza mediadas por las Tics y al mismo tiempo replantearse sus esquemas de movilidad y volcar sus esfuerzos a acciones de internacionalización en casa. Además, se ven en situaciones donde deben "motivar" hacia la internacionalización a personal docente actualmente sobrecargado laboralmente y estudiantes con otros problemas como la falta de infraestructura o conectividad.

Una rápida y ágil transformación de esquemas de internacionalización no viene sola: debe estar mediada por liderazgos los suficientemente ágiles para entender las situaciones y actuar con base a los recursos disponibles, los valores y cultura institucionales, así como los aliados estratégicos con los cuales se cuenta. Es importante tener esto en mente y preguntarnos: ¿Cuál es el objetivo de los programas de internacionalización? ¿Cómo quiero transformar la vida de mi futuro egresado? ¿Cómo puedo apoyar la labor docente?

La internacionalización debe ser un elemento diferenciador que le agregue valor al egresado y le permita trabajar en ambientes internacionales sin problema o asumir con responsabilidad la denominada "ciudadanía global" actuando desde lo local para buscar soluciones a retos mundiales. En estos momentos está claro que sólo aquellas instituciones con la capacidad de reinventarse y adaptarse podrán seguir avanzando durante y después de la crisis. Sin embargo las instituciones requieren de nuevos liderazgos internos para lograr estos objetivos y sortear los vientos de cambio.

Al asumir nuevos liderazgos en pro de la internacionalización, debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

1) Genera alianzas estratégicas, tanto con stakeholders internos como externos para compartir liderazgos y responsabilidades en los proyectos de internacionalización. Si las alianzas son multisectoriales y multidisciplinarias, mejor. Lo más importante es que sean socios con los que existe la confianza suficiente y sepas que puedes ir con ellos hasta el fin del mundo.

2) Entiende el poder de las redes como trampolín para apalancar ideas, proyectos y nuevos programas: si no hay una red establecida que trabaje esa área puntual que te apasiona y ayuda a tu gestión, crea una nueva y asume su liderazgo.

3) Piensa en tus clientes principales: los estudiantes y los docentes. En estos momentos tan complejos, ¿cómo se puede alivianar su carga por medio de la internacionalización y al mismo tiempo apoyar su proceso de enseñanza-aprendizaje? Es un buen momento de ver a la internacionalización como ese aliado clave para el aprendizaje para toda la vida.

4) Mejora los canales de comunicación: en tiempos de pandemia, donde no podemos interactuar físicamente, no hay nada mejor que restablecer y reforzar los contactos con nuestros clientes y buscar empatizar mejor con ellos, sus necesidades y situaciones. Esto nos ayudará a estructurar programas y proyectos más pertinentes a sus necesidades. Si los docentes y estudiantes se sienten como co-creadores de las nuevas iniciativas, mejor. Muchas veces pensamos que "conocemos" a los beneficiarios de nuestros programas pero no es así. Organiza grupos focales y entrevistas para conocerlos y entenderlos mejor desde sus realidades.

5) Evalúa programas y acciones de internacionalización realizadas en el pasado: es un buen momento para evaluar impacto de acciones de internacionalización realizadas anteriormente y revisar si se alcanzaron los objetivos o no. ¿Cómo se puede mejorar este programa la próxima vez que se implemente? ¿Es un programa pertinente? ¿Cómo optimizo recursos?

6) Revisa y entiende a profundidad los valores y la cultura de tu institución y analiza cómo por medio de la internacionalización se puede fortalecer la transmisión de estos valores que transforman a los futuros egresados y que son al final del día, la promesa de valor de la institución.

7) Transmite y comparte con colegas tus "buenas prácticas" de internacionalización y colabora de forma horizontal en esquemas de acompañamiento en doble vía. Siempre hay nuevo que aprender y compartir.

¿Eres ese líder que está necesitando tu institución y tu país para generar transformaciones ágiles, pertinentes y sobre todo, en consonancia con las necesidades de tus clientes finales?