Volver a empezar
Desde el sector aeronáutico, poder descifrar la situación actual o elaborar un pronóstico resulta algo más que una quimera. Las líneas aéreas desarrollan estrategias comerciales, reestructuran su organigrama para reducir personal y salarios. Reconfiguran sus flotas y destinan mayor volumen a la carga, nicho cuyo protocolo de sanidad, es menos estricto y permite un ingreso rápido para las compañías. Sin embargo no será suficiente, la reactivación demandara tiempo.
En artículos anteriores comentaba sobre las variables de costos y los bajos porcentajes de rentabilidad que tiene el transporte aéreo de pasajeros. Este factor incide directamente en las inversiones para el desarrollo de la industria. Indefectiblemente el grado de ocupación de una aeronave es directamente proporcional a las ganancias. La pandemia profundizo una crisis económica y financiera que ya existía en el mundo. Se estableció un párate en la aviación comercial y puso en jaque al universo empresarial que se relaciona con el transporte, el esparcimiento y el turismo entre otras aéreas.
¿Por dónde empezar?
.- En primer lugar por erradicar de la conciencia social, la estigmatización del transporte aéreo, con respecto a la responsabilidad en la propagación del coronavirus. El avión es un medio de transporte cuya finalidad es trasladar de un lugar a otro a las personas. La actividad aerocomercial ha gozado pocas veces de buena prensa. Los medios de comunicación, instalaron por estos días, la creencia que la aviación fue uno de los actores principales en la distribución del virus por el planeta.
.-Informar y elaborar campañas que despejen los temores infundados sobre el uso de los aviones.
.-Difundir como será el uso del transporte sobre la base del cumplimiento obligatorio de estándares y protocolos de la sanidad.
.-Concientizar sobre la responsabilidad social de los pasajeros en el cumplimento de las regulaciones estatales y empresariales con el solo fin de mitigar el flagelo.
¿Cómo seguir?
Aquellas empresas que entiendan la situación actual como un proceso de aprendizaje y conviertan la crisis como un capital de conocimientos para la mejora podrán continuar. Debemos generar confianza y asegurar que la aviación puede volar preservando los cánones necesarios para el cumplimento de las recomendaciones de OMS.
Muchos usuarios tienen temor que las empresas de transporte aéreo no puedan cumplir con su parte del contrato, es decir, que no los puedan llevar al destino deseado. Entonces se debe apuntalar el crecimiento sobre la base de la seguridad, puntualidad, respeto en el cumplimiento del contrato que cada pasajero firma con la empresa al comprar su ticket.
Generar confianza al usuario y aplicar políticas de cambio en las flotas de aeronaves para que a través de los avances tecnológicos ellas disminuyan el impacto al medio por contagio. Demostrar a los usuarios que aprendimos de la crisis y que nuestro camino de sustentabilidad se basa en el respeto al mundo en que vivimos.
Rescatar el fin social que tuvo, tiene y tendrá la aviación en momentos difíciles. Miles de vidas fueron salvadas por el traslado rápido y seguro de insumos médicos para distintos países. Respiradores, barbijos, medicamentos llegaron oportunamente a través de los aviones volando hasta doce o más horas para alcanzar su destino.
La aviación cumple un rol importante para el mundo, comunica, asiste e integra a las sociedades. La actividad es perfectible y para que se mejore hay miles de profesionales que trabajan día a día. Los desafíos se afrontan desde el campo científico y humano, no tengo dudas que la actividad aeronáutica saldrá de la situación actual fortalecida y mejorada.