¿Vuelves de vacaciones con desgana? ¡Lee esto y sé positiva!

¿De nuevo en la oficina?... Espero que hayas disfrutado del verano, como mínimo, tanto como lo he hecho yo. Han sido cuatro semanas desde la última newsletter... ¡Así que vamos!

De hecho, lo que te comparto hoy no es nuevo. La idea original es de hace años, en otro contexto, con una repatriación de por medio. Pasa el tiempo y, al llegar estas fechas, leo demasiados tuits y noticias sobre la desgana de volver a la oficina.

El caso es que, tras las vacaciones, deberíamos sentirnos revitalizados, frescos, llenos de energía para atacar la segunda mitad del año. Sin embargo, hay quien vive la vuelta al trabajo como un reto, con desánimo, se les hace una montaña.

A lo largo de mi carrera he visto demasiadas personas que decían sufrir la llamada depresión post-vacacional, una extraña sensación de estrés que afecta en este período en particular. Esto ocurre porque volver al quehacer diario directamente desde el descanso, desde la ausencia de rutina, disfrutando de las siestas o durmiendo a deshoras, haciendo deporte, paseos frente al mar o en la montaña, inmerso quizá en la naturaleza o descubriendo nuevas ciudades, etc. puede ser fuente de total desconcierto.

Hasta cierto punto, todos necesitamos un tiempo para cambiar el chip.

Normal, un montón de expedientes te espera en la oficina, correo electrónico por abrir (y para responder), temas que dejaste pendientes, etc. en una aparentemente inasumible larga lista de acciones.

Se ha escrito mucho sobre estrategias que ayudan a superar el estrés post-vacacional. Historias sobre buenos propósitos, cuidarse, hacer dieta otra vez, transformarse en un nuevo yo, más feliz y saludable gracias a nuevas rutinas deportivas, dormir bien y asegurar un descanso de calidad, reservar momentos para uno mismo, para la familia y amigos, etc.

Dicho esto, ¿existe realmente la depresión post-vacacional?

Las voces mejor posicionadas de la psiquiatría y la psicología son, como mínimo, escépticas. De hecho, muchos expertos afirman que la depresión post-vacacional es una ficción que nunca será tratada en una revista médica seria.

Buena parte de los estudios socioeconómicos indican que este no es más que otro fenómeno de la llamada “promoción de enfermedades”, expresión que hace referencia a los esfuerzos de algunos mercados por llamar la atención sobre ciertos trastornos, a menudo inofensivos para la salud, con el único fin de hacer más negocio.

En todo caso, hoy en día, no me digas que la cuestión no resulta chocante e incluso frívola, con millones de personas sin trabajo, guerra a las puertas de Europa, miles de conducirte a la felicidad. Cógelo como una oportunidad de cambio de vida, pero date unos días antes de dimitir del trabajo o de cortar con tu pareja. Podrías llegar a lamentar si lo haces bruscamentseres humanos rechazados fríamente en nuestras fronteras, etc.

Volver al trabajo puede no ser lo que más te guste del mundo, pero me parece indecente considerar la melancolía post-vacaciones como un trastorno que no pueda superarse con la simple aceptación de lo mucho y bueno que nos ha ofrecido la pausa estival y cuán valiosa es nuestra vida cotidiana.

Quizás tu vida es terrible. De acuerdo. Si las vacaciones te han ayudado a tomar consciencia de que eres tremendamente infeliz, con una intensidad tal que te resulta imposible esperar a romper con todo, entonces, la buena noticia es que este sentimiento que te invade también puede conducirte a la felicidad. Tómalo como una oportunidad de cambio de vida, pero date unos días antes de dimitir del trabajo o de cortar con tu pareja. Podrías lamentarlo si lo haces bruscamente.

Si, en cambio, no vives tal catarsis, pero experimentas cierta desgana por las cosas, empieza considerando algo tan básico como que todos vamos al trabajo a trabajar, que no es más que cumplir con las expectativas que muchos tienen depositadas en nosotros; empleados, compañeros, clientes, proveedores, accionistas, acreedores, y otras partes interesadas, las cuales, en general, no están para hacerte grandes concesiones. En otras palabras, esperan tu granito de arena en la cadena de valor. Piensa también en las expectativas que tú misma tienes depositadas en tí.

Todo esto va de la creación de valor y de hecho, como dice mi profesor de INSEAD Prof. Kevin Kaiser, “la creación de valor no es distribuir más dividendos o ganar más dinero o reducir costes o aumentar el margen neto de una empresa, no. La creación de valor no es más que la generación de más felicidad, por ti y por tu entorno”.

Así como hay períodos de estrés que se mantienen en la parte subconsciente de nuestro cerebro, como los exámenes universitarios, también hay otros que permanecen en nosotros por su aspecto positivo, por la felicidad creada por una acción concreta, por la emoción de empezar una nueva aventura, etc. El secreto está en aprovechar esa inercia que permanece guardada como un tesoro de tu subconsciente.

La temporada que comienza después del verano, ya desde cuando íbamos a la escuela, está marcada en nuestras vidas como un nuevo comienzo, como un período lleno de retos futuros, que requiere más energía de cada uno de nosotros.

La vuelta al trabajo puede beneficiarse de este impulso para atreverse con nuevos proyectos, personales y profesionales. Márcate retos en el trabajo. Sé inconformista, persigue nuevos objetivos.

La decisión de continuar con la ficción de la depresión post-vacacional o abrazar la nueva oportunidad de perseguir tus sueños, sólo te corresponde a ti.

Tu energía es la herramienta más potente para motivar a tu equipo con aire fresco. La vida tiene el ritmo y el sentido que quieras darle.

Mira la parte positiva. A lo largo del día sin duda experimentas cosas positivas.

Sé positiva. Recuerda la importancia de ser agradecida. Agradecida por las vacaciones, agradecida por tu vida, agradecida a tus seres queridos y agradecida por tener un trabajo. Mira el lado positivo del trabajo.

Mantente positiva y conecta con tu presente. Éste es el único lugar donde puedes ser feliz.

¡Que tengas una vuelta espléndida al trabajo!

Josep-Maria

PD: Si crees que te cuesta liderar con energía y positividad, ¡tenemos que hablar!

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