¿Y dónde encaja la sostenibilidad en las empresas del Ibex 35?
Poco a poco todos estamos viendo que nuestras empresas deben darle una vuelta a cómo integrar los temas de sostenibilidad, los tan manidos criterios ESG.
Hoy ya existe la obligación de que las empresas, al menos aquellas que por su volumen de activos, su facturación o por el número de personas que trabajan en ella, superen ciertos umbrales, deben reportar, juntos con los estados financieros, sobre cuestiones no financieras. Se entiende por cuestiones no financieras: las medioambientales, las sociales y relativas al personal, cómo se aplica el respeto de los derechos humanos en la empresa y cómo se lucha contra la corrupción y el soborno. La norma que obliga a reportar sobre cuestiones no financieras está en proceso de actualización y, probablemente la nueva, reforzará los requisitos aplicables.
Entre las empresas obligadas a presentar la información no financiera destacan las cotizadas y, entre estas, las que componen el selectivo Ibex 35.
Aprovechando la canícula veraniega y que he terminado, antes de lo previsto, con la lectura veraniega de rigor, he analizado cómo integran la sostenibilidad las empresas del citado selectivo y la conclusión (para ahorrar tiempo de lectura al lector) es: No existe un criterio claro y cada empresa del Ibex 35 ha decidido integrar la sostenibilidad de la manera que mejor le ha parecido.
Tres de cada cuatro empresas ya han integrado en su estructura la sostenibilidad de una u otra forma, siguiendo las recomendaciones, del Código de buen gobierno de las sociedades cotizadas, que apuntan a la creación de una comisión de sostenibilidad dependiente del Consejo de Administración.
Las recomendaciones permiten que la sostenibilidad se asigne a una comisión o se reparta entre varias, pensando, principalmente, en las dos comisiones habituales en dichas sociedades, me refiero a la de auditoría y a la de nombramientos.
La mayoría de las empresas preocupadas por la sostenibilidad han optado por una comisión independiente, casi un 35% de ellas; cerca de un 6% han optado por incluir la sostenibilidad dentro de la comisión de auditoría y casi un 9% han optado por incluirla dentro de la comisión de nombramientos. El resto de las sociedades del selectivo, hasta llegar a ese tres de cada cuatro que citábamos antes, es decir, cerca de un 29% han decidido incluir la sostenibilidad en otras comisiones que existían dentro de sus organizaciones, comisiones tan dispares como la de calidad o la de acción climática.
De entre las empresas que, a día hoy, no han seguido la recomendación del Código de buen gobierno de las sociedades cotizadas de tener una comisión de sostenibilidad, hay un 20% del total de empresas, que si bien no tienen esa comisión de sostenibilidad, al menos sí que cuentan bien con una Política de Sostenibilidad bien con una Política Ambiental de la que dan buena cuenta a través de su página web corporativa.
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Así que concretando:
Y las restantes han decidido innovar creando las siguientes comisiones:
El filósofo escocés que escribió sobre la naturaleza humana dijo aquello de “nada es más libre que la imaginación humana”.
Creo que, en este sentido, y dado lo importante que es la sostenibilidad y todo lo que compone el término para la nueva economía, sugiero, desde la humildad más profunda, que las empresas que componen el índice, y que son muchas veces el ejemplo para todas las demás, se sumen a la estela de la mayoría, es decir a esas 12 empresas que han establecido una Comisión de Sostenibilidad, independiente de la de auditoría y de la de nombramientos, y únicamente enfocada a ello.
¿Lo conseguirán? Seguiré atento a sus movimientos.