¿Y si el CEO no fuera necesario?
Llegué temprano al Bar del Bajo. Pocas mesas. El pronóstico del tiempo presagiaba frío polar. Me acomodé en una banqueta de la barra, lo que me posibilitaba una platea preferencial al resto del salón.
—¡¡¡Buenas tardes!!!—me dice Gorka—¿Lo de siempre?— y después me acercó un café corto junto a un Strega. Nada como el licor de las brujas para entrar en calor. Infalible y delicioso.
Si bien en aquel momento fui testigo involuntario, hoy volví a sabiendas, porque el final de la historia me intriga. La sucesión del CEO siempre es un tema apasionante.
Juntaron dos mesas y parece que ninguno practicaba la costumbre de hablar bajo, ni tampoco les preocupaba la reserva que pudiera tener el asunto que iban a tratar. Estaban como en el living de su casa. Se los veía distendidos e hicieron un pedido conjunto.
—Juanito Caminante con hielo, Negroni, Mojito, Pinta con papas & Cheddar y un agua sin gas—dijo la dama del Marketing casi al borde del grito —Después vemos algo para acompañar aunque estamos abiertos a tus propuestas, Gorka—agregó con un guiño cómplice.
Sonaba una "playlist" con acústicos brasileños. El bar presumía de pub irlandés, administrado por un vasco, con la guitarra de Toquinho de fondo musical, y un grupo de argentinos que, como casi siempre, hablaban en voz algo más que alta. Crisol de culturas y razas digno de las Naciones Unidas.
El hombre de las Finanzas, al que Gorka -dueño y atendiente del bar- había relevado de opinar en relación al asunto hace una semana, pidió atención para continuar el diálogo que había motivado el reencuentro.
—A ver...antes de seguir tirando ideas sobre quién tendría que ser el futuro CEO, nobleza obliga interpelarnos sinceramente en relación a nuestra estructura organizativa tradicional, jerarquizada en forma de pirámide, porque nos está retrasando en todo sentido.
Y mientras llenaba su copa con agua mineral continuó —No es opinión sino dato. Si quieren puedo ampliarles, pero creo que todos conocemos las métricas de nuestras fortalezas y debilidades. Lo que me parece no tenemos tan en claro son nuestras amenazas y oportunidades.
El resto de la mesa extrañamente no solo lo miraba, sino además escuchaba - como sucede habitualmente cuando los muchachos de los números hablan - así que advertido de eso prosiguió con su prédica.
—Estamos trabajando con un modelo de gestión, que es un derivado de esquemas administrativos nacidos hace más de 200 años para una una época diferente, y diseñados fundamentalmente para controlar. Estoy convencido, y me hago cargo de lo que digo, que no es precisamente la mejor nave para llevar nuestra compañía al futuro.
Un silencio tan frío como el día invadió la mesa, y si bien algunos sabían hacia dónde apuntaba, su comentario logró sorprenderlos a todos.
La líder del Marketing, sin dejar de asentir ni de soltar el vaso con su Juanito Caminante, tomó la posta.
—Estoy completamente de acuerdo. Las jerarquías ya no debieran ser verticales sino horizontales. El cliente como origen y destino, es quien necesita siempre una experiencia por encima de sus expectativas, luego equipos de colaboradores especializados y empoderados trabajando en pos de aquél objetivo, y por último un ámbito de soporte, facilitador de que todo en ese proceso horizontal fluya.
—¿Y dónde quedaríamos nosotros en ese nuevo esquema?—preguntó raudo el jefe de la Operación con la boca llena, más preocupado por su futuro personal que por la suerte de la organización y descuidando las formas en el intento por dilucidar el fondo.
—En ese nuevo marco, tanto el CEO y los otros jerarcas tradicionales de la pirámide - o sea nosotros - no seríamos mas que personal de soporte, un tercer anillo de facilitadores, para que las cosas sigan sucediendo mejor—le contestaron casi al unísono desde las Finanzas y el Marketing, en un raro acuerdo tácito de dos sectores que rara vez coinciden.
El responsable de IT adhiriendo a la movida, y sin dejar de jugar con el sorbete de su Mojito, aportó lo suyo.
—Lo que proponen es un formato con el que se trabaja en Tecnología, casi todos los que somos de ese palo resistimos cualquier otra jerarquía que no provenga del conocimiento.— y mientras se sacaba los lentes con cristales antireflejo añadió —Nos cuesta mucho el armado y el respeto de los organigramas tradicionales, porque vemos que se prioriza la importancia por sobre la utilidad. Y todos bien sabemos que al final de cada día lo que vale es ser útil, más que importante.
Semejante reflexión tecnológica -o mejor dicho proveniente de ese sector - volvió a traerme del recuerdo aquel viejo cuento sobre el cuerpo humano: ¿Quién tiene la autoridad para decir cuál parte es la más importante dentro de un todo que funciona como tal?
Gorka les arrimó unas Gildas - ese pintxo exquisito que combina aceitunas con anchoas - junto a unos huevos rotos y unas croquetas de bacalao con salsa de ajo, que no solo estaban para chuparse los dedos, sino que posibilitaron descontracturar lo tenso del clima por la pausa que impuso el picoteo.
El representante de RRHH que estuviera tan efusivo la semana pasada, siendo originador del debate sucesorio, extrañamente estaba callado, parecía concentrado en la rodaja de naranja de su trago, cuando súbitamente lo requirieron.
—¿Y vos que opinás?—le propinó la lideresa del Marketing.
—Humm...creo que la verdadera pregunta que hay que hacerse es: ¿Cuál es el valor que aportamos tanto el CEO como el resto de los "jefes" al "éxito" de los clientes y usuarios de nuestra empresa?—para después seguir —Y en su respuesta vamos encontrar la exacta dimensión del cuestionamiento que hay sobre las jerarquías de la pirámide, casi sin excepciones —dijo con voz temblorosa —y la mala noticia es que probablemente en la opinión de mucha gente, tal vez la mayoría, nosotros apareceremos como innecesarios por variados motivos—se explayó al borde del sincericidio el responsable del Capital Humano de la organización.
—Paradójicamente nos encanta percibirnos y promocionarnos como una organización abierta, colaborativa, inclusiva, horizontal, cuando al mismo tiempo mantenemos la verticalidad tradicional, promoviendo esquemas de silos con la designación de gerentes, jefes, subjefes, encargados, contribuyendo a estimular la competitividad en el peor de los sentidos, o sea de puertas para adentro—continuó en modo desahogo, luego de meterle un sorbo profundo a su Negroni.
—¿Vos nos estás diciendo que tanto el CEO como nosotros somos innecesarios para la empresa?—preguntó con los ojos desorbitados el líder de Operaciones mientras en su mano derecha sostenía una papita untada con cheddar pronto de ser engullida.
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—Quiero decir que cada vez somos menos necesarios en el proceso horizontal de mejorar contínuamente la experiencia del cliente, y lo seremos mucho más en la medida que vayamos dotando a nuestros equipos, procesos y recursos tecnológicos, con la capacidad para aprender y corregir rumbo sin siquiera consultarnos—respondió presto el HRBP.
—¿O sea que hace una semana nos estábamos peleando por el perfil que tendría que tener el nuevo CEO de la empresa, y a solo 7 días vista llegamos a la conclusión que no solo el CEO no sería imprescindible sino además que los jerárquicos tampoco?.— reflexionó al borde del fastido el Jefe de Operaciones —Así no hay cuerpo ni empresa que aguante!!!.
—El cuerpo no te va aguantar a vos en tanto sigas haciendo el "micromanagement" que te caracteriza, porque el control de los detalles, cualquier robot lo terminará haciendo mejor, y no lo estás viendo, se trata de convencer y no de mandar, se trata de autoridad y no de poder.— lo cruzó el líder financiero, perdiendo su tradicional compostura.
—Tenés que comprender que para agregar valor desde nuestras "jeraquías", hay que levantar la cabeza de los escritorios y poner el foco en el afuera, para pescar oportunidades en medio de un mar de cambios, y en ese sentido deberemos obligarnos a revisar críticamente nuestro modelo de negocios, tendremos que trabajar además y mucho en lograr el compromiso de los talentos con los equipos, esforzándonos cada día en ampliar los círculos de confianza, para en definitiva poder desarrollar una organización dúctil, ágil, que "tipo ameba" lea el oleaje y logre transformarse para adaptarse.—cerró el hombre de las Finanzas.
El gerente de Operaciones, atragantado por la mezcla de su cerveza con las papas, solo atinó a emitir un inentendible sonido gutural.
—En mi opinión, es muy poco probable que en una sola persona puedan resumirse todas las habilidades que se demandan para liderar la empresa en estos escenarios inciertos.— aportó el responsable de RRHH —Es el momento para que este grupo de alta dirección demuestre que tiene la madurez, la capacidad, el temple y el altruísmo necesario, para permitirse un liderazgo rotativo, que tome el timón de la compañía según lo que demande la circunstancia, y desde esa mirada lo que se necesita es un equipo que se autoadministre fluídamente, y no un CEO.
—El lado positivo es que si logramos trabajar de ese modo, emitiremos una fuerte señal hacia abajo, de modo que nadie tiene que "matar" a nadie para asumir un cargo, ya que desde el COVID para acá, ha quedado demostrado que todos somos necesarios y nos complementamos perfectamente.— dijo el responsable de IT mientras terminaba su Mojito —Cinco procesadores en línea tienen más capacidad de análisis que uno solo. Y la "pólvora" o el verdadero poder de fuego lo maneja el mercado, que suele enojarse y mucho con aquellas empresas que no saben reconocerlo.
Gorka que en el mientras tanto no salía de su asombro, acodado a mi lado seguía muy atento las deliberaciones, y me interrogó por lo bajo con su ingenuidad no exenta de contundencia—¡¡¡Oiga usted!!! ¿están queriendo re armar la tripulación de un barco sin Capitán, o entiendo mal?.
Le contesté que algo por el estilo, aunque no lo veía con claridad, pero le dije además que no dudara en ofrecerles algo para beber, porque seguramente la charla se iba a extender un rato largo.
El líder de la Operación, que se había quedado noqueado luego del "cross" conceptual a su mandíbula por parte del financiero, despertó de su sueño, para seguir estresando la idea, como si nos hubiera escuchado.
—Está todo bárbaro, pero acá en el bar. Porque esto habrá que proponerlo para convencer a los dueños de la empresa -gente flexible y "open mind" si las hay- en la próxima reunión de directorio, donde seguramente y al menos por costumbre, nos van a correr por derecha con el : ¿pero entonces quién manda? —expresó desafiante tirándoles la tradición sobre la mesa, como para seguir poniendo palos a una rueda que ya había comenzado a girar.
—¿Hacemos incluir el punto en el orden del día de la próxima reunión de la Junta, entonces?—preguntó al grupo el responsable de Capital Humano y continuó —¿Quién se haría cargo de exponerlo?.
Fuerte cruce de miradas en medio de un silencio sepulcral que se adueñó de la mesa durante unos quince segundos -que parecieron horas- para finalmente ser discontinuado por ...Gorka.
—¿Chicos, otra vuelta de tragos?, tengo para acompañar unas gambas al ajillo con la receta que aprendí de mi madre allá en Castro Urdiales, que no saben lo buenas que están!!!
Continuará.
Artículo publicado originalmente en TRANSFORMATIO
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leverbox - co Founder - Digital Claims Managament
2 añosMuy buen e interesante artículo Alejandro Asenjo !