Y si en vez de plantearte objetivos, establecieras tu propósito?

De un tiempo para acá, un concepto japonés ha cobrado gran importancia. Por todas partes podemos encontrar ese diagrama en el que aparecen una serie de círculos que representan la pasión, la misión, la profesión y la vocación y cuyo punto de convergencia resulta nuestra razón de ser o propósito: Ikigai.

Resulta interesante, que dicho concepto pueda aplicarse no solo al campo del desarrollo profesional, sino incluso al campo de la salud y de la longevidad. De acuerdo a un estudio hecho por la Universidad de Washington, quienes encuentran ese sentido o propósito, tienden a comprometerse en conductas más saludables, que van desde comer más verduras, hacer más ejercicio o incluso usar más el hilo dental.

De acuerdo a uno de los investigadores, el propósito es lo que hace que esas conductas o actividades diarias tengan sentido y den dirección a nuestra vida, además de que esto mismo, hace que se autorefuercen, es decir, sigamos haciéndolas.

Este propósito es algo que podemos descubrir en un momento determinado, pero que además puede alargar nuestra vida. De acuerdo a otro estudio, quienes poseen este sentido de vida, tienen una probabilidad hasta de 15% menos de morir, que aquellos que no lo tienen. Lo cual hace sentido, si pensamos por ejemplo en las personas que sufren depresión: la persona deprimida se pregunta para qué hacer esto o aquello, pues su existencia ha perdido sentido o significado.

Volviendo a Japón, en donde sabemos que existe también otro fenómeno, el Karoshi, la muerte por exceso de trabajo, encontrar ese sentido de vida permite a los japoneses vivir más que sus contrapartes, pues reduce su riesgo de sufrir diversas enfermedades cardiovasculares.

Pero no solo eso: las personas con sentido de propósito, ven también aumentada su capacidad de resiliencia, pues encuentran sentido a las experiencias dolorosas y a las dificultades que enfrentan en el camino.

Por lo que quizá valga la pena preguntarse en este nuevo ciclo, cuál es ese sentido o propósito superior, por ejemplo: si lo que da sentido a nuestra vida es ser un buen profesional, entonces a partir de ello, definir las conductas (objetivos) que son necesarios para lograrlo. Lo mismo si nuestro propósito se relaciona con ser un mejor padre o madre, pareja o ser humano.

Y tu, ya lo encontraste?

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Acerca de mí:

Soy Psicóloga Clínica, Especialista en Estrés y Consultora en Salud. He trabajado con muchas compañías y organizaciones para TRANSFORMAR el estrés, crear resiliencia y mejorar la salud y desempeño de sus asociados. Como Consultor de Salud, asesoro, creo y desarrollo programas de Salud. Imparto pláticas y talleres a nivel corporativo sobre Manejo de Estrés, Tabaquismo, Prevención de Adicciones, Higiene de Sueño, Escuela para Padres y Resiliencia, entre otros.

En mi consulta privada atiendo no solo personas que desean aprender a manejar su estrés y transformarlo en energía positiva sino también aquellas que desean profundizar en el conocimiento de sí mismas, superar sus adversidades y lograr sus objetivos.