¿Y si llevamos el jardín a la Universidad?
Tengo una sensación recurrente (diría que casi es una hipótesis no científica, no contrastada, no estudiada): el entusiasmo y la planificación didáctica de la media de los docentes disminuye a medida que se avanza en el nivel educativo.
Los docentes de nivel inicial no necesitan ser convencidos acerca de la relación experiencia-emoción-asombro-aprendizaje. La viven todos los días, la sienten en cada sonrisa.
Los docentes de nivel universitario -al menos la gran mayoría de los que conocí y conozco- no parecen sentir ni transmitir emoción ni asombro, como una especie de Peter Pan que al crecer se convierte en una persona aburrida, académica y gris. Una persona seria haciendo cosas serias.
Aprendí y aprendo mucho de las docentes de nivel inicial (y primario) acerca de didáctica, recursos y pasión. Admito que me he inspirado en algunas de sus actividades para el diseño de didáctica para adultos, con excelentes resultados.
Me gustaría ver docentes universitarios cambiar la seriedad y las clases expositivas eternas por cartulinas, marcadores y goma eva.
Me gustaría verlos en el piso trabajando y construyendo a la par de los alumnos.
Me gustaría que expliquen con pasión, que transmitan con su cuerpo, que bailen por el aula.
Me gustaría que se propongan explicar desde la experiencia, que se ensucien las manos.
Me gustaría que planifiquen clases divertidas, que recuerden y reconozcan la importancia de la emoción en el aprendizaje.
Me gustaría que investiguen y busquen nuevas maneras de enseñar cada día.
Me gustaría que se desafíen a sí mismos para generar experiencias de clase únicas, irrepetibles y memorables.
Me gustaría, en definitiva, que el aula universitaria sea un poco como una salita de jardín de infantes: un lugar para aprender, experimentar, equivocarse, ensuciarse y crecer.
Game Designer | HR | Gamificación | Facilitadora de Experiencias de aprendizaje | Escape Room | Professional Coach | Docente Universitaria
5 añosMe encanto! gracias por compartir!!!!