¿Y si no puedo, o no quiero cambiar? Puedes “completarte".
Cuando te dicen o empiezas a sentir que “tienes que cambiar”, sientes bastante desazón / vértigo / pereza / miedo... ¿Puedes sentirlo?: “tienes que dejar de fumar”, “tienes que controlar esa ansiedad”, “no debes dejar que te afecte tanto que tu jefe te trate así”, “tienes que hacer deporte”, “tienes que hacer más puerta fría”, “tienes que hacer un esfuerzo y llevarte mejor con tu compañera”, “tengo que intentarlo pero en el fondo sé que no merece la pena”, …etc. Nos imaginamos teniendo que hacer o no hacer algo, que es justo lo contrario a lo que nos pide el cuerpo, o a lo que estamos acostumbrados, y llega esa sensación. ¿Por qué?
Cada cual tiene sus historias personales, y sus mecanismos de respuesta, para reaccionar como lo hace. Sin embargo, podemos tener algo por lo que empezar, y se ve en todos los procesos de Coaching. Es el significado que le damos a las palabras, como por ejemplo a CAMBIAR.
Una palabra tan usada habitualmente como “cambiar”, tan sencilla de entender, nos puede traer muchas complicaciones. Hay un significado “oficial” (el que otorga la RAE, en caso del español), y otro el que le damos cada uno de nosotros. Éste tiene que ver con la película que nos montamos en la cabeza, con lo que esa palabra significa consciente o inconscientemente para nosotros. Nos vienen imágenes de lo que tendríamos que decir o no a otras personas (y lo que nos costaría), de vernos haciendo esas llamadas que nos cuestan un mundo, de relacionarnos con alguien de otra forma (se va a asustar, no va a pensar que soy yo), de no tomar eso como algo personal, aunque mi autoestima me dice lo contrario y sufro, …etc.
Y además aquí hablamos de cambiar yo, y cuando afecta a nuestro “yo”, a la persona que creemos ser, afecta a mi propia identidad como persona. Puede ser de forma más o menos inconsciente, pero es muy duro. ¿Tengo que dejar de ser yo? ¿Y en quien me voy a convertir? Como no lo sé, me quedo como estoy.
Siguiendo con las habilidades que trabajamos en Coaching, una de ellas es aclarar precisamente significados de las palabras. Para mi, “orden”, no tiene el mismo significado que para mi pareja. Y si hablamos de “felicidad”, “fácil” o “sufrir”, cada persona tiene uno diferente según su educación, vivencias, imaginación, miedos...
No hay trucos ni atajos, y tenemos que ponernos delante del espejo (o del Coach). Pero podemos comenzar por ver qué significado le damos, qué fantasías y películas nos vienen a la cabeza.
Y si la palabra cambio la sustituimos por COMPLETARME, quizás nos relajemos y tengamos una predisposición mayor, ya que no vienen a por nosotros. Podemos dejar una actitud que nos perjudicaba, o adoptamos otra que nos beneficia, y eso no significa dejar de ser yo, ser otra persona. Significa aprender, usar nuevas herramientas, habilidades. En definitiva, eso mismo, ser más completos.
A veces da paz.