¿Y si solo hubieran líderes y no jefes?

A veces no tenemos presente la importancia de un buen liderazgo sobre los colaboradores. En ciertos casos, puede parecer poco relevante, pero la falta de liderazgo positivo impulsa la fuga de talento y el estrés laboral, disminuye la productividad y retrasa el crecimiento de los colaboradores. Es por eso que hoy en día, la gente no renuncia a las organizaciones, sino a los malos jefes.

El hecho de que los colaboradores renuncien, puede ir de la mano con un liderazgo poco efectivo, que esté dañando sus emociones. Ponte a pensar… ¿Cuántas horas al día pasas hablando con tu jefe y compañeros, en vez de  hacerlo con tu familia y amigos? Los colaboradores pasan ⅓ del día en el trabajo, por eso es importante que se sientan felices en él.

Al igual, las expectativas laborales pueden no ser impulsadas por las cabezas de los equipos, y esta falta de apoyo a los subalternos los puede desmotivar y propiciar que busquen oportunidades en organizaciones con las que sientan mayor afinidad e impulso para crecer.

¿Cuál es la diferencia entre un líder y un jefe?

Antes, la definición de jefe y líder era muy similar, pero hoy en día los conceptos de ambas palabras no podrían ser más distintos.

Actualmente, un líder es un guía que motiva, enseña, se preocupa por su equipo, lleva una buena gestión, predica con el ejemplo y reconoce tanto el esfuerzo, como el talento de sus colaboradores y equipo. A su vez, confía en las personas, delega y asume su responsabilidad cuando se cometen errores.

En cambio, un jefe es impositivo, puede llegar a dar miedo, no enseña, da órdenes puntuales, no piensa en sus colaboradores como personas, solo como trabajadores. Su gestión es poco ordenada, no predica con el ejemplo y suele regañar más a sus subordinados, en vez de reconocerlos por su esfuerzo.

En el mundo actual, la percepción sobre líderes y jefes es prácticamente opuesta, al igual que las características que se les atribuyen. Y la diferencia más relevante es su efecto sobre los equipos de trabajo, ya sea positivo o negativo; lo que puede impactar en gran medida a la productividad y los resultados de los equipos.

El efecto positivo de un líder

Los líderes son lo que todo colaborador necesita, ya que tienen efectos positivos sobre su equipo, como el aumento de la productividad. A su vez:

• Impulsan el crecimiento de los colaboradores, les dan visibilidad con líderes más altos y los proponen para posiciones donde se requieren más responsabilidades.
• Propician el aumento de conocimientos y habilidades, les dan acceso a cursos, los ponen en situaciones que potencien sus habilidades y fungen como mentores.
• Aumentan la satisfacción, motivan y ven por el bienestar de los colaboradores, se preocupan por dar visibilidad a sus logros, confían en ellos y le ponen atención a sus ideas.

Los beneficios de tener un líder, permiten que los colaboradores se sientan felices, que su percepción de la organización sea positiva y que permanezcan por más tiempo en la empresa. ¿Has tenido un líder con estas características?

El efecto negativo de un jefe 

Por otro lado, los jefes suelen impactar negativamente a sus subordinados. Usualmente provocan una disminución de la productividad y resultados poco favorables; además:

• Propician el estrés laboral al no plantear metas adecuadas y porque su actitud impositiva causa estrés sobre sus subordinados. 
• Dificultan la comunicación por no llevar una buena organización, no pedir feedback de sus colaboradores e imponer tareas en vez de buscar soluciones en conjunto. 
• No permiten el crecimiento, ya que asumen el crédito de los logros, no hablan sobre las habilidades de los colaboradores con los jefes de posiciones más altas y no se interesan en darles más responsabilidades para fomentar su crecimiento.

Seguramente, en tu desarrollo profesional has tenido algún jefe y sabes que esta situación puede impedir que te sientas satisfecho y busques alguna otra oportunidad laboral.

De hecho, de acuerdo al estudio Tendencias Globales de Talento 2022 de Mercer, 81 % de los empleados a nivel mundial siente riesgo de burnout o agotamiento, es por eso que los jefes ya no pueden dejar de lado el bienestar de sus subordinados. Las organizaciones en latinoamérica se han dado cuenta de este problema, y 40% de ellas están en búsqueda de estrategias para ver por el bienestar mental y emocional de sus colaboradores.

Entre las estrategias, consideramos que dar capacitaciones de liderazgo positivo y de dirección, traería múltiples beneficios a largo plazo, entre ellos: líderes que propicien el bienestar, fomenten el crecimiento de los colaboradores, y que beneficien a la organización, aumentando la tasa de retención de talento.

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