Ya está aquí la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)
Recientemente la Subsecretaria de Hacienda nos recordó un antiguo ya - a estas alturas – deseo país por así decirlo, de “posicionar a Chile como el centro financiero de la región, un sueño que hemos compartido durante décadas y que hoy, a la luz de esta nueva entidad tiene fundamentos sólidos para tomar forma”. Para ello se requiere posicionar a la CMF en la misma línea.
Por su parte, el flamante Presidente del Consejo de la CMF, Carlos Pavez, indicó que “este es un avance que como país nos debe llenar de orgullo porque nos permitirá enfrentar de mejor manera mercados cada vez más profundos, sofisticados e interconectados”.
Hablamos entonces de agentes de mercado, ni más ni menos, algunos ya bajo el ámbito de la CMF (los bancos aún no). Solo para el mercado de capitales abarca entonces a los brokers, dealers, prestamistas y prestatarios (emisores de valores, leasing, factoring, fondos de inversión y otros que estaban antes ya regulados por la ex SVS).
La nueva función de un Fiscal, el accionar en términos colegiados, las nuevas facultades sancionatoria y la delación compensada, son elementos destacados en la promulgación de la Ley 21.000.
Las nuevas normas de la CMF están por ser emitidas, pero sabemos que apuntarán a los pilares de transparencia y rendición de cuentas. Entonces la certeza jurídica, la actuación técnica independiente, la claridad en las reglas del juego, son elementos que los consejeros resaltaron al iniciar sus labores.
Para mercados cada vez más sofisticados y profundos, como se espera para Chile, todos los actores debieran estar proactivamente en sintonía con los objetivos de la CMF, por los evidentes beneficios en los ratings, spreads y valoración de entidades que están a la vanguardia, es decir, gestionadas adecuadamente en riesgos y gobiernos corporativos y en la divulgación de información financiera a los diferentes interesados o stakeholders.
Para liderar la vanguardia ¿Es necesario esperar que la CMF dicte nueva normativa?