Ya no preguntes

Nada más tocar a la puerta,

nada más trasponer el umbral,

la hallarás, con sus ojos viejos

mirando, húmedos, sin mirar,

marchitas y frías sus manos.


Ya no preguntes, ya no interrogues,

ya no inquieras con la mirada:

aquí estuvo la casa, aquí esperaron

todos tu regreso cada día,

todos tus palabras hermanadas.


Ahora sólo sus manos rugosas,

y una voz que ya no escucharás,

una voz confundida en el tiempo,

llamándote desde aquellos años,

gastándose de tanto llamar.


Ulises Varsovia

De: Sagrado fuego (2005)

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas