Fascinado por Coolio, Tupac y otros gigantes del hip-hop de la Costa Oeste desde su adolescencia, Muslim comenzó su carrera al frente de Zanka Flow, uno de los pocos colectivos raperos que utilizaban el dialecto daeija como idioma principal. En sus casi dos décadas de carrera en solitario, el MC marroquí ha combinado las melodías de raíz árabe con beats cercanos al R&B en canciones que abordan temas tan espinosos como el terrorismo, la prostitución o las dificultades de sus compatriotas en una Europa cada vez más inhóspita.