(Con los ojos abiertos)
P.A. 15-04-24
2054.
Corre Abril de este año. En la San José del momento, Hader extrañó la humedad que hace seis décadas aún aparecía, cuando este mes coincidía, casi armónicamente, con el dicho "Abril lluvias mil". Desde Noviembre pasado no llueve, cuando la última "subienda de los muertos" del pobre río, lamido ahora por un hilito de agua, alcanzó a inundar algunos barrios que fueron levantados, por necesitados y avivatos, sobre el humedal de Arazá y caño uribito. En la región, hay un nuevo boom, que reemplazó al último de "bonos de carbono". La bonanza contemporánea es de arena acumulada en enormes playones que se disputan mineros, venidos de toda la antigua amazonia, que andan por todas partes buscando "tierras raras", unos materiales que son pagados por compañías inescrupulosas del mundo "desarrollado", los cuales son usados en la fabricación de aparatos de alta tecnología que se hacen en el norte y se venden al sur del planeta.
En la que fuera citada como "capital de la esperanza" hay calor y nostalgia. Laura, una viejecita que de chica fue exploradora de la naturaleza de la Lindosa (una sierra ahora urbanizada), dice que era mejor cuando las calles eran de tierra, que su abuela le contaba que había polvo sí, pero que el cemento de las vías y las edificaciones, al igual que en Barrancabermeja, han recalentado la ciudad, que las aspas de los aires acondicionados han reverberado el aire exterior y que el brillo solar ha aumentado, sobre la atmósfera urbana, ante el reflejo de ventanales en forma de espejos.
Pocos árboles quedan en los andenes, porque estos tuvieron que cederle su lugar a construcciones y venta de todo tipo de chucherías que ocupan el espacio público, según contó hace poco en una tertulia el historiador Benítez, a un grupito de desprogramados niños. Romerito, otro octogenario que recoge bolsas y empaques, que encuentra tirados en la calle, vive lamentándose, alega solo cuando deambula por el pueblo, cuenta que en el centro del parque principal una ceiba vieja que allí vivió por más de un siglo, fue demolida para poner una de hormigón con la que el gobierno busca "honrar su memoria", según se lee en una placa de metal... Y seguirá...