El lado humano de las cosas

#humanityfirst #quedateencasa #yomequedoencasa

Desde hace algunos años vengo proclamando esta idea de equilibrio entre corazón y razón entre los paradigmas de liderago y talento de futuro. Reconozco que aún no encaja bien esta doctrina, sobre todo cuando hablamos a espaldas de grandes titulares; cuando hay que ponerse serio y comprometerse, hay muchas veces pierdo la batalla de la conversación. Desde hace días, se repite en mi cabeza el mantra "El lado humano de las cosas, el lado humano de las cosas"; lo voy repitiendo con amigos, con el equipos, … así que esta noche me lanzo a anotar esta reflexión, que seguro muchos compartís.

No voy a repetir lo que leemos varias veces al día sobre el efecto COVID-19 sobre los paradigmas vigentes hasta hace unas semanas; prefiero gastar estas líneas en recordar esos pequeños impactos, continuos y ubicuos que se repiten todos los días y que, estoy convencida, son a los que nos tenemos que agarrar cuando todo esto pase para que se cumpla ese "nada volverá a ser como antes", ... y voy al grano:

• Cuando de repente hasta los más fríos y distantes de trato abren las reuniones con "¿cómo estás?, ¿cómo lo estás llevando?, ... No digo que todos sientan un interés sincero por tu bienestar pero ahora "hay que" preguntar y no entrar bruscamente a pedir tareas. El lado humano de las cosas.
• Cuando poco a poco vamos abriendo las cámaras y mostramos nuestra vida privada y, un día, se cruza un niño por detrás de la cámara y acaba saludando y los que están al otro lado de la pantalla le saludan normalmente; y al segundo vuelves a la reunión de trabajo sin mayor sudor. Será porque nos hemos humanizado o porque ahora "hay que" aparentar ser sensible. El lado humano de las cosas.
• Cuando te atreves a reclamar que se respete la "desconexión digital"; pides mover alguna reunión a extra horas y,.... la reunión se cambia; y aparentemente no hay reproche ni malos pensamientos porque ahora "hay que" respetar la desconexión digital. El lado humano de las cosas.
• Cuando estos días te bloqueas la agenda o cambias tu estado a "no disponible" en el horario de comida familiar; ahora te atreves a hacerlo (¡por necesidad!) y el espacio se respeta porque ahora no "hay que" avasallar . El lado humano de las cosas.
• Cuando se hace necesario adaptar el lenguaje de compañía, cuando te atreves a reclamar un lenguaje más cercano, informal, sincero. La era de "estimados colaboradores ..." se acabó y hablamos de "queremos compartir", "para tí", "cuídate", … El lado humano de las cosas.
• Cuando por fín hablamos de gestión emocional en el trabajo; por fín habilitamos un espacio de ansiedad, nerviosismo, falta de concentración, miedo, ... en las actividades de apoyo a COVID-19. Será por COVID-19 y porque los proveedores nos bombardean con consejos, videos, formación sobre gestión emocional o porque realmente creemos que nuestros empleados son humanos vulnerables, frágiles; aprovechemos la oportunidad! El lado humano de las cosas.

... y así podría seguir con ejemplos y situaciones que muchos identificaréis.

Mi reflexión para vosotros hoy es: sea cual sea el motivo por el que las organizaciones reaccionan y se muestran más humanas, empáticas, respetuosas y agradecidas, trabajemos porque estos nuevos micro-hábitos se consoliden y nos los perdamos cuando volvamos a trabajar en la oficina; seamos protagonistas del cambio cultural de nuestras organizaciones; porque cultura somos todos. Hace años que hablamos de la conciliación de la vida laboral y personal; no nos confundamos, COVID-19 no nos obliga a conciliar, nos obliga a "integrar" la vida laboral y personal. Para mí, el riesgo está en que, cuando la situación se normalice, dejaremos de integrar y volveremos a sólo conciliar; y querremos olvidar los malos momentos; y #humanityfirst puede perder voz ;y poco a poco volveremos a caer en el estilos de gestión poco efectivos.

Que me perdonen todos aquellos que están viviendo una situación dramática cercana, aquellos que arriesgan ser contagiados por su trabajo, para ellos esta reflexión es claramente hueca e inoportuna. Doy gracias porque hoy hablo desde la tranquilidad de mi casa sin ningún miembro familiar afectado ni conocidos en situación grave.