LµgARe§ ImPø§IßLe§
§ § §

LµgARe§ ImPø§IßLe§

~ lA iNmEn§iDaD dE lO§ e∫pAciO§ e∫pEc†rAlE§ ~

... como una voz que en el viento sopla pequeños cristales, al abrir profundos surcos, densos y oscuros, en los que enormes cadenas, escaleras y puentes levadizos se entrecruzan con pequeñas cárceles de invención, de los delitos y las penas. Lugares imaginarios que exaltan la riqueza y la fluidez de las lineas ondulantes que saturan, como la sombras, sus espacios. Se abren las primeras páginas góticas - <<El Castillo de Otranto>>, de Horace Walpole (1764) - y una vasta genealogía de historias de terror y ficción que incluyen escenografías de la película <<Drácula>> (dirigida en 1931 por Tod Browning y protagonizada por Bèla Lugosi), y las de <<Laberintos>> y <<El nombre de la rosa>>, ambas de 1986.

En todas estás obras, el imaginario de las cárceles aparecen vinculado a la noción de lo sublime, que Edmund Burke identificó en los mismos años en que Piranesi trabajaba en sus <<Cárceles>>, con el sentimiento que experimentamos frente a lo que nos excede y en el que se funden las sensaciones de placer y de horror.

"La prisión es el encierro de nuestra primera y última necesidad. ¿Qué necesidades suscitan el susurro de un mañana?, lo ∫abe§...¿?

Agustín Solino

To view or add a comment, sign in

Explore topics