MarketingX o el principio de la paradoja Profesional y Académica
Olvídate ya de los gurús del marketing, de los estudios de mercado de antaño y hasta de las largas jornadas creando contenido. La inteligencia artificial (IA) ha llegado para reescribir las reglas del juego, y lo está haciendo a una velocidad vertiginosa, ¿no te parece? Ya no se trata solo de automatizar tareas repetitivas... la IA está desafiando los cimientos mismos del marketing, planteando preguntas incómodas sobre el futuro de la profesión. ¿Estamos presenciando el principio del fin del marketing como lo conocíamos y, de paso, de la forma en la que se enseña marketing?
Jajaja! Después de este inicio tan pseudo-doomer, lo cierto es que sí percibo que algunos de los pilares básicos del ejercicio de la profesión como la conocemos y de las formas de enseñar esta profesión, se están resquebrajando de manera rápida y radical. Parece ser el BigBang de la IA, donde cada semana, una nueva herramienta promete revolucionar nuestras vidas... y para ejemplo esta semana, con asistentes que generan textos en segundos, plataformas que predicen tendencias antes de que sean virales, y sistemas que convierten datos en emociones... Sí! Emociones!!! Estas innovaciones están redefiniendo no solo el marketing, sino la forma en la que conectamos entre nosotros, como seres humanos y con los nuevos human-computers.
Pero, ¿y si vemos a la IA no solo como una herramienta, sino como un socio creativo? Este planteamiento puede cambiar (y mucho) la perspectiva y la percepción de la situación, tanto a nivel profesional, como académico...
Por ejemplo, olvida las viejas estrategias de segmentación. Con las últimas plataformas de IA, estamos entrando en una era donde cada interacción con una marca puede sentirse personalizada hasta al punto de parecer telepática. Estas herramientas y/o agentes digitales, no solo entienden qué quiere un cliente, sino cómo quiere sentirlo (Artificial Intimacy, de la que ya he hablado en anteriores ocasiones).
Aquí es donde la magia sucede la magia que anunciaba la AMA (American Marketing Association): el MarketingX ya no vende productos, vende conexiones que otros no ven. Con la IA, las marcas pueden leer patrones en tiempo real y responder con propuestas que se sienten tan humanas que hasta "me conocen".
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La IA no es el enemigo, pero no me malinterpretes, tampoco es la panacea. Es una herramienta poderosa que nos obliga a replantearnos nuestro papel como MarketingPeople. ¿Nos convertiremos en estrategas que trabajan en conjunto con la IA? ¿En curadores de contenido generado por algoritmos? ¿O en algo completamente nuevo que aún no podemos imaginar? Es más, desde el lado de formación universitaria... ¿Estamos preparando a nuestros estudiantes para este nuevo "environment"? ¿O sólo seguimos enseñando y examinando con el mismo modelo teórico y pseudo-práctico basado en la memoria del que nosotros mismos nos quejábamos cuando éramos alumnos?
Estimados, daros cuenta... Ya no se valorará la calificación basada en memorización, porque todos sabemos que ese modelo está obsoleto, incluso para nosotros... sino más bien, valoremos su habilidad para buscar la mejor respuesta, su capacidad para adaptar y contextualizar los resultados ofrecidos por la IA y las aptitudes para crear estrategias creativas —Elevated Strategies— a partir de los resultados arrojados por las diferentes Inteligencias Artificiales consultadas.
Aquí te lanzo un concepto que puede picar/escocer un poco: pseudo-creatividad. Es esa corriente donde todo parece innovador, pero en realidad es un refrito superficial de ideas vistas mil veces en Pinterest o TikTok. Con la IA, tenemos una oportunidad (y una responsabilidad-accountability) de romper este ciclo y apostar por lo auténtico, por lo que realmente conecta.
El futuro no es mañana, es YA y en esta re-definición del marketing y la docencia del mismo, la verdadera pregunta es: ¿estamos listos para cambiar nuestras reglas del juego? Las marcas y universidades que abracen esta re-evolución, pero sin perder su esencia humana, serán las que conquisten no solo estos nuevos mercados, sino que los corazones de nuestros clientes, estudiantes y colaboradores, también están en juego. ¿Te atreves?
¿Qué opinas tú? ¿Crees que la IA representa una amenaza o una oportunidad para el marketing? ¿Cómo te estás preparando para este futuro incierto?