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Ángel es un excelente tenista, de esos que cuando juegan, las pelotas tiemblan y las raquetas se emocionan. Es tan bueno que hasta las pelotas de tenis hacen fila para ser golpeadas por él. Después de un reñido partido de tenis con un gran tenista, Ángel se deprime y siente que no vale nada como persona. ¿Cuál es el motivo? ... Ángel no solo juega al tenis. ¡Vive y respira tenis! Cuando pisa la cancha, parece que está entrando en un coliseo romano, dispuesto a librar la batalla de su vida. Pelea cada bola como si fuera una pepita de oro, y su pasión por ganar es tan intensa que podría derretir una pista de hielo. Pelea cada punto como si de ello dependiera el equilibrio del universo. … Pero, a veces, su carácter se descontrola más rápido que un carrito de supermercado con una rueda mala. Se enfada con el árbitro y sus rivales como si le hubieran robado el último pedazo de pizza. No entiende que, en la vida y en el tenis, hay límites que respetar, como cuando te dicen que no puedes comer helado para el desayuno. … Así que Ángel, en su afán de ganar, se pone creativo de una manera... poco deportiva. Puede lanzar miradas asesinas, soltar algún insulto o descontrolar a su rival con tácticas más enrevesadas que un plato de espaguetis. Y, claro, cuando pierde, habla mal de su contrincante como si estuviera relatando una película de terror. … Yo, por mi parte, no soy tan competitivo como Ángel. Aunque cuando entrenaba a mi equipo de balonmano, me encantaba ganar tanto que si perdíamos, me deprimía más que un pez fuera del agua. Pero lo peor no era la derrota, sino sentir que valía menos que un zapato sin par. … Para Ángel, ganar es tan crucial que, si no lo hace, se siente como una persona inútil. Su mentalidad está más equivocada que un reloj de sol en una cueva. Para ser un gran deportista, hay que ser competitivo, sí, pero también hay que saber que hay reglas y límites. Y más importante… no identificarse con los resultados. … Es bueno luchar por nuestros sueños y proyectos, pelear con los desafíos como un gato con botas. Pero siempre teniendo claro que nuestra valía no depende de si ganamos o perdemos. Debemos ser competitivos en la vida, sí, pero al mismo tiempo, tomarlo como un juego. … Si estás dispuesto a luchar con la mentalidad adecuada por tus sueños, te puede ayudar suscribirte a la mi Newsletter.
