Publicación de Natalia Velilla Antolín

Hoy analizo la ultima jurisprudencia en relación a los vientres de alquiler y hablo de hipocresía (sigo) “La sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo de 4 de diciembre de 2024 y el hipócrita tratamiento de la gestación subrogada en España”. La ley es tajante en contra de los contratos de gestación subrogada y los tribunales aplican la ley negando cualquier eficacia a estos contratos. Pero el Ministerio de Justicia, a través de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, permite la inscripción directa en el Registro si se aporta un resolución judicial extranjera que reconozca la paternidad, con independencia de si es legal o no el contrato. Cuando los comitentes se ven obligados a acudir a nuestros tribunales, estos no reconocen eficacia a esas sentencias. La garantía judicial de los DDHH por parte de los tribunales pese al Ejecutivo. Y luego el machista es el Poder Judicial.

La sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo de 4 de diciembre de 2024 y el hipócrita tratamiento de la gestación subrogada en España, por Natalia Velilla

La sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo de 4 de diciembre de 2024 y el hipócrita tratamiento de la gestación subrogada en España, por Natalia Velilla

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Más allá de análisis jurídicos, me gustaría, como madre que tuvo que acudir a una clínica de gestación, que se piense en aquellas mujeres (tengo una amiga decana en esa situación) que por imposibilidad física no pueden gestar, a pesar de ser fértiles (malformaciones de utero, por ejemplo)… y cuya única esperanza sería el vientre de alquiler. De verdad no podemos avanzar como sociedad y dar soluciones a estos casos sin tener que sumar a su ya complicado problema, viajes al extranjero y años de pleitos en España? Al final la maltratada es la española media que carece de ingresos para darse este “lujo” de “importar” a un bebé de su sangre y con un artificio legal o casi fraude de ley, conseguir su inscripción en España. Por supuesto, lo mismo en el caso de parejas de gays que necesitan de esta artimaña para ser papás. Reconozcamos de una vez la gestación subrogada, por favor.

En mi humilde opinión, se trata de una materia en la que hay demasiados intereses políticos donde no se tienen en cuenta las circunstancias de las personas que se ven en la tesitura de tener que acudir a otras alternativas para poder tener hijos. Habiendo tenido que acudir a la adopción internacional, porque la nacional ni estaba ni se la esperaba, me pude dar cuenta del negocio que había y allí nadie hacía ni decía nada. Y pasa exactamente lo mismo con otros temas donde no se ofrece ninguna alternativa de vida para que otras personas puedan adoptar al no nacido. Considero que habría que regular la gestación surrogada con el fin de dar una alternativa a quienes no pueden gestarlo y evitar los presumibles “negocios” que se puedan dar en la materia. Si el problema es la contratación económica ¿Porque si se permite la donación de ovulos con “indemnización” a la donante? Realmente es un problema de falta de regulación y de politización.

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