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La semana pasada, me llamo un patrocinado, se sentía abrumado, sin saber

que hacer. Dado que llevaba casi más de 1 año como pasante en una empresa

renombrada en Santa Cruz – Bolivia, sin hasta la fecha poder avanzar en su

labor que inicialmente le asignaron como asistente de oficina y que

paulatinamente iría adquiriendo conocimiento en el área de Administración

Estratégica Empresarial. Cabe señalar, que le mencionado pasante cuenta con

estudios de Postgrado y que con el fin de poder obtener mayor experiencia

tomo el reto de postular para la mencionada pasantía.

No obstante, vio que a pesar de poner todo el empeño y conocimiento, las

tareas que le asignaban eran servir el café y sacar fotocopias, su

inmediato superior le asignaba labores solo para mantenerlo ocupado en

temas menores, evitando poder ser mas productivo de acuerdo a su

conocimiento.

Cuando trataba de entablar alguna reunión o charla con el CEO de la

empresa, automáticamente le desviaban a otro nuevo encargado, sin darle

razón alguna.

Aun cuando, trataba de tomar la iniciativa y brindarles su colaboración, no

tomaban en cuenta su participación.

Cuando al fin trato de hablar con el encargado de RRHH, este le indico el

tema de pasantías se basaba en dar el soporte de las distintas áreas y que,

finalizando los 3 meses, ya podría acceder a un puesto en la Empresa como

Asistente de Gerencia (esto para comenzar).

Pasan ya más de los 3 meses (y el mencionado soporte), sigue cumpliendo las

mismas labores iniciales, sin ACCEDER A UN SUELDO (OJO).

Entrando en contexto, es meritorio indicar, que la pasantía es un

mecanismo de transición ideal que va de la formación hacia el trabajo;

tiende un “puente” para acercar a las y los jóvenes al mercado laboral en

el cual desempeñen roles y funciones concretos con pertinencia a su

formación técnica o universitaria que, a la par, les posibilita

complementar y consolidar sus competencias teórico/prácticas; Así como el

desarrollo de sus habilidades sociales y actitudinales en contextos o

situaciones de empleo real.

Sin embargo, como podrán observar, esta experiencia en la práctica está

distorsionada y conlleva un riesgo inminente que hace a su problemática, el

de convertirse en una “experiencia que precariza el empleo decente”

tergiversando su finalidad y encaminándola hacia a la denominada “mano de

obra barata” de bajo o ningún costo de asignación de apoyo económico; pero

de marcada exigencia laboral que también relega el elemento formativo que

hace a su esencia.

Precisamente este factor “formativo” es el de mayor preocupación puesto

que, por lo general, los y las pasantes son destinados a cumplir tareas u

actividades en el plazo inmediato.

Algún amigo empresario me dijo hace unos años atrás

- ¡Si se tienes trabajo acumulado!... recurre a pasantes, así no te

complicas y no pagas!!

Por lo que claramente, no se prioriza el espacio de aprendizaje, el rol del

tutor, monitor o supervisor que guie, asista, retroalimente y complemente

técnicamente el conocimiento práctico que en gran parte de los casos es

insuficiente.

Es de conocimiento general que la sobre “oferta” de pasantes, provenientes

de Universidades e Institutos Técnicos y Tecnológicos como parte de la

normativa educativa que dispone la realización de este proceso interactivo

es cada vez más desfavorable para el pasante. Por otro lado, las empresas

hacen referencia a la calidad formativa y la califican de eminentemente

“teórica” con una marcada falencia en el manejo de nuevas tecnologías en

cuanto a maquinaria, equipos, herramientas, sistemas, medios e inclusive

materiales con los que estas operan.

En Bolivia a diferencia de otros países de LATAM, la fuerza de trabajo

presenta la mayor tasa de desempleo, me atrevo asegurar que es la más

critica la baja remuneración económica que en los hechos está por debajo

del salario mínimo nacional 2.164 Bs. Sumado a la desaceleración económica,

como consecuente de la reducción en el nivel de producción o de la demanda

interna, hace necesario interpelarnos que si así se encara el empleo

formal, las practicas o pasantías laborales son todavía más precarias en

cuanto a su contexto y condiciones.

En el plano normativo o legal, no se cuenta con una “Ley” expresa u

especifica que regule concretamente el accionar de las pasantías, como se

da en toda la región de LATAM. Nuestra normativa vigente; si la regula,

especialmente en al ámbito público a través de al menos diez normas entre

ellas el D.S. N° 1321. En tanto para el sector privado se la aborda apenas

a través de 2 normas; el Reglamento del Código de Seguridad Social N° 5315

y la Ley de la Juventud N° 342. Este conjunto de articulados “disociados”,

distribuidos en una diversidad de normas disímiles, redactadas desde

diferentes ámbitos y enfoques que van desde plano administrativo,

económico, social, educativo, laboral y complejizan más su escalamiento y

aplicabilidad.

Está claro que esta modalidad formativa, no origina ningún tipo de relación

laboral o contractual por lo tanto carece de prestaciones de seguridad

laboral, cobertura de salud, beneficios sociales, aportes a la AFP´s e

inclusive obligaciones fiscales, definidas en el Sistema Integral de

Administración Tributaria (SIAT) que la exime en su tratamiento tributario.

La determinación de costos de realización de esta significativa

experiencia; es diversa y heterogénea; cuya asignación oscila entre Bs. 0

Bs. y Bs. 1.800. Nuestra normativa regulatoria reconoce la asignación y

pago de “estipendios”, librados a disposición de liquidez presupuestaria.

Monto económico que mínimamente cubre gastos de transporte y alimentación;

dejando de lado otros gastos directos e indirectos en los que incurren los

y las pasantes. Denotando de esta forma un escaso o nulo reconocimiento,

correspondencia, reciprocidad y valoración por el trabajo realizado; siendo

la “certificación de pasantía” el único resabio que al final queda de su

realización.

Siendo que debemos reconocerla como una excelente oportunidad de

empoderamiento y dignificación hacia el trabajo “decente” que apertura la

puerta al mundo laboral.

Aun cuando, las posibilidades de realizar una amonestación están lejanas,

podemos avenir depende el tiempo de Pasantía y el Contrato que se haya

firmado.

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