Criptomonedas en Bolivia: Un Nuevo Horizonte Legal en 2024
La reciente evolución de la normativa sobre criptomonedas en Bolivia ha generado un debate significativo en el ámbito legal y financiero. En 2024, el Banco Central de Bolivia (BCB) ha dado un paso relevante al levantar la prohibición sobre el uso de criptoactivos, permitiendo su compraventa a través de canales electrónicos. Este artículo examina la nueva normativa, sus implicaciones legales y los pros y contras que surgen en este contexto.
Marco Normativo Actual
El cambio más significativo se formalizó con la Resolución de Directorio No. 082/2024, emitida el 25 de junio de 2024, que deja sin efecto la anterior Resolución No. 144/2020 que prohibía las operaciones con criptoactivos. Esta modificación permite el uso de Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP) para transacciones relacionadas con activos virtuales, aunque establece claramente que el único medio de curso legal en Bolivia sigue siendo el boliviano. Los usuarios asumen todos los riesgos asociados a las transacciones con criptomonedas, ya que estas no son consideradas moneda de curso legal.
Jurisprudencia Relevante
En este contexto, es importante considerar la Sentencia Constitucional Plurinacional 0187/2024, emitida el 22 de mayo de 2024, que aborda temas relacionados con los derechos fundamentales y el debido proceso. Esta sentencia resalta la importancia de garantizar el derecho a la defensa y a un proceso justo, elementos cruciales para cualquier actividad económica, incluida la compraventa de criptoactivos. La jurisprudencia establece que cualquier restricción o regulación debe ser proporcional y respetar los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política del Estado.
Pros y Contras de la Nueva Normativa
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Pros
Contras
Consideraciones Finales
La apertura hacia las criptomonedas en Bolivia representa una oportunidad significativa para modernizar el sistema financiero del país y ofrecer alternativas económicas en un contexto marcado por desafíos económicos. Sin embargo, es fundamental que tanto el gobierno como los usuarios adopten un enfoque cauteloso y bien informado al navegar este nuevo paisaje regulatorio. La implementación efectiva de esta normativa dependerá también del desarrollo de regulaciones adicionales por parte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), quienes deberán establecer mecanismos claros para supervisar las transacciones con criptoactivos y proteger a los consumidores. En este sentido, el futuro del uso de criptomonedas en Bolivia estará determinado por un equilibrio entre innovación financiera y protección del usuario.
Dra. Arlette Pantoja