10. Ley de La Conexión
La idea general que puede enmarcar esta ley sería el que la gente quiere saber si el líder realmente tiene un interés genuino por la gente y su situación antes que observar si el mismo líder está bien preparado o no.
Para poder establecer una conexión genuina, hace falta más que aptitud. Hace falta una actitud clara para hacer conciencia de un interés humano por el equipo y por la organización. De detectar que no es así, viene un desánimo generalizado que trae como consecuencia un desinterés por el trabajo en equipo y falta de motivación para lograr un objetivo más alto.
La conexión óptima se hace cuando el líder se refiere y se dirige a cada individuo, en lo personal, uno a uno, sin importar si está dictando una conferencia para 10 personas, o 10 mil. Esta conexión se está haciendo todo el tiempo. No sólo en horas laborales o en la oficina, todo el tiempo, en todo lugar.
Algunas ideas para establecer la mejor conexión con la gente:
1. Conecta contigo mismo
Esta es la primera conexión a establecer. Si no crees quien eres o no crees en el objetivo, primero trabaja esta parte antes de intentar una conexión con alguien más.
2. Comunica con apertura y sinceridad
La sinceridad, apertura y honestidad se aprecian. Estos elementos son los más efectivos en una relación con un equipo.
3. Conoce a tu audiencia
Cuando se habla con cada ser humano, se conoce a cada uno por su nombre, la historia de cada uno, le preguntas por sus sueños, anhelos, objetivos. Cuando hablas con un grupo de personas, conoces sobre toda la organización y sus metas. Tú les hablas sobre lo que a ellos les interesa, no lo que a ti te interesa.
4. Vive tu mensaje
Aunque parecen comentarios triviales y hasta obvios, esto no es igual a la hora de aplicarlos. Este punto habla de practicar lo que predicas. La gente que no hace esto, pierde pronto su credibilidad.
5. Ve a donde está la audiencia
No sólo físicamente, no se trata de sólo eliminar barreras físicas entre tú y tu audiencia. Se trata de ver dónde está parado el ser humano o el grupo de personas al que te diriges, su historia, su lenguaje, sus paradigmas, pararse en sus zapatos, no sólo en la comodidad de los tuyos.
6. Enfócate en ellos, no en ti
Lo más complicado de cumplir dentro de esta ley. Es más efectivo para conectar si se hace de manera correcta y constante. Se trata de lo que tu audiencia ve, piensa, siente, no de lo que piensas tú como líder.
7. Cree en tu audiencia
Una cosa es dirigirte a una audiencia porque piensas que tienes algo de valor para compartir. Otra muy diferente es si te diriges a un grupo porque piensas que ellos tienen un valor que vale la pena apreciar y/o exponenciar.
8. Ofrece dirección y esperanza
La gente espera que el líder ayude para poder llegar a donde quieren llegar. Un buen líder hace eso y mucho más. Si ofreces un camino con esperanza, les estás dando un futuro.
El reto para algunos líderes con esta ley es la creencia que el deber de activar La Ley de La Conexión es del equipo o del resto de la organización y no del líder mismo. Esto sucede más a menudo cuando el líder tiene la circunstancia de “yo soy el jefe” o lo que es lo mismo, es líder posicional. Entonces, si ellos son los empleados, que ellos vengan y desarrollen la relación de conexión. Cómo líder de un equipo u organización, es imperativo hacer tiempo para conocer a todos y cada uno de los integrantes. Sobre todo, hacer la conexión mediante la escucha activa. Cuando se logra hacer conexión en el nivel requerido con el equipo, se notará claramente el resultado de dicho proceso y el primero enterarse será el líder mismo. Si no se establece conexión, el líder será el último en enterarse.
Sí deseas liderarte a ti mismo, piensa con tu mente cómo hacerlo, si deseas liderar un grupo o equipo, siente con tu corazón cómo hacerlo.