2. Ley de la Influencia

2. Ley de la Influencia

La Ley de la Influencia es uno de los indicadores más elocuentes del nivel de liderazgo de cualquier persona. Es posible darse cuenta cuando se emite una opinión o se ejecuta una acción y revisar el nivel de validez que tiene o, mejor dicho, qué nivel de reflexión nos causa y qué tanta gente aprueba la opinión o la acción ejecutada. Se requiere revisar si dicha opinión está exenta de creencias limitantes y si realmente merece reflexión. Se requiere del manejo total de la asertividad. Decir lo correcto, en el momento correcto a la persona correcta entendiendo que no necesariamente es infalible.

     El liderazgo no es un tema de títulos obtenidos o de posiciones o de cuidar la propia imagen. No es posible asignarlo, o darlo como premio. El liderazgo se gana. Se trata sólo de acción e influencia sobre los demás; sobre todo para dar valor a los demás.

     Existen 5 mitos por los cuales se tiene la creencia que el liderazgo puede ser otorgado:

1.    El Mito de la Administración. Es muy fácil pensar que sólo porque se es el administrador, entonces se es el líder. Hemos comentado que el liderazgo tiene que ver sobre la influencia en la gente al darles algo de valor, mientras que el administrador se enfoca en mantener sistemas, procesos, procedimientos en correcto funcionamiento. Los administradores pueden mantener el sentido de dirección de una organización, pero difícilmente pueden cambiar ese mismo sentido si no tienen liderazgo. Para llevar a un nuevo sentido de dirección, se requiere influencia sobre la gente.

2.    El Mito del Emprendedor. Se asume que cualquier emprendedor es un líder. El emprendedor es extraordinario para identificar oportunidades e ir tras ellas. Ellos buscan necesidades y entienden cómo resolverlas o presentar soluciones de tal manera que generan para ellos una ganancia económica. Sin embargo, no todos los emprendedores son hábiles para el manejo de las relaciones con la gente. Muchos de ellos sí visualizan este faltante y eligen asociarse con personas que sean hábiles en el manejo de la gente. Si no pueden influenciar a la gente por ellos mismos o con ayuda de un equipo, no pueden liderar.

3.    El Mito del Conocimiento. Se dice que el conocimiento es poder. Si asumimos esto como algo esencial en el liderazgo, entonces también podríamos asumir que la gente que posee el conocimiento y es inteligente tienen un alto nivel de liderazgo. Esto no necesariamente es correcto. Basta tan sólo revisar los centros del conocimiento e inteligencia como las universidades. Podemos encontrar investigadores brillantes y gente extremadamente inteligente. Esto no los convierte en líderes necesariamente. Ni un elevado coeficiente intelectual ni un destacado nivel de educación quiere decir alto nivel de liderazgo.

4.    El Mito del Pionero. Ser el primero o ir al frente no significa que se esté liderando. Lo hemos visto en numerosos ejemplos. Empresas que innovaron o que inventaron productos que revolucionaron nuestra vida cotidiana, hoy no son los líderes en el mercado o inclusive ya desaparecieron.

5.    Mito del Posicionamiento. Éste es el que mayor mal entendimiento causa. El Liderazgo no es posición. El liderazgo tiene que ver con acción. El líder genera la posición, no al revés.

Lo que el liderazgo sí es y lo que mejor define al liderazgo es la INFLUENCIA. El liderazgo es como el amor y el dinero. No se tienen que presumir ninguno de los anteriores. Solamente se notan. Si se tiene que aclarar que alguien es el líder, entonces falta mucho por accionar para que genuinamente se valide esa posición. Algunas personas emergen como líderes mientras que otros no pueden ejercer influencia sobre los demás sin importar lo duro que trabajen al respecto. Existen factores que apoyarán fuertemente y que deberán considerarse a la hora de asumir una posición de liderazgo:

Carácter – Quién eres

Relaciones – A quién conoces

Conocimiento – Lo que conoces

Intuición – Lo que sientes

Experiencia – Dónde has estado antes

Éxitos anteriores – Lo que has hecho

Habilidad – Lo que puedes hacer

Cubrir estos factores de manera satisfactoria te dará un importante apalancamiento inicial e imprescindible para iniciar el movimiento en tu organización. De no cubrir todos los aspectos, se tendrá que reforzar ya sea con las otras variables y/o con compromisos a futuro que se cumplan en el corto plazo.

Una de las mejores oportunidades para demostrar o para medir el nivel de influencia es al dirigir organizaciones sin fines de lucro. Si deseas encontrar a tus verdaderos líderes dentro de tu propia organización, esta es una excelente oportunidad de hacerlo. Pídeles que dirijan una actividad de voluntariado y observa los resultados.

Qué tengas un excelente día,

Tomás García

Coach de Negocios

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas