La Subcontratación Laboral – Mejores prácticas de negocios para aumentar la productividad, lealtad y el desempeño de los equipos de trabajo
Aunque es enorme el número de casos de éxito de las empresas que realizan la subcontratación laboral como dictan los cánones, existe también una considerable resistencia a un cambio que podría otorgar un enorme impulso a la competitividad de las empresas en todo el país. Esta resistencia es debida a que el 90% de las empresas que se dedican a este rubro, erroneamente conocido como outsourcing (que además es un término no definido en la ley mexicana), lo hacen mediante mecanismos que pueden estar prohibidos, no avalados o mal aplicados de acuerdo a las leyes mexicanas como la Ley Federal del Trabajo (LFT), Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), Ley del Impuesto al Valor Agregado (LIVA) entre otros documentos emitidos por las diferentes entidades gubernamentales.
La subcontratación laboral, también conocida como tercerización de servicios sí puede tener riesgos al ignorar o malinterpretar las leyes mencionadas anteriormente. Las acciones en este rubro tienen impactos legales, fiscales y administrativos. Todo esto afecta de alguna manera al Capital Humano de cualquier empresa.
Las empresas que se dedican a la tercerización de servicios, tienen obligaciones muy claras ante la ley: entrega de comprobantes de pagos de cuotas de seguridad social, retención de ISR, recibos timbrados de pagos de nómina. Sólo el 10 % de las empresas que se dedican a fungir como plataformas de pago o como administradores de nómina, hacen el proceso como lo marcan las leyes anteriormente descritas más algunas disposiciones gubernamentales que también deben ser acatadas.
Algunos de los problemas generados al utilizar erróneamente este proceso de subcontratación laboral, son por ejemplo las contrataciones ilegales de personal, registros de empleados con salario menor al que realmente perciben, lo cual también deriva en problemas con pensiones incorrectas de retiro y bajas posibilidades de obtener créditos de Infonavit.
Entre los procesos que no están avalados por el gobierno y que utilizan el 90% de las empresas de tercerización de servicios, se encuentran la utilización de sindicatos para la dispersión de nómina, uso de cooperativas para el mismo fin, insourcing, manejo del esquema de asimilados de manera incorrecta (este esquema ha sido mal utilizado y de manera abundante por lo que el SAT lo tiene en la mira) y el más grave de todos: la compra-venta de facturas. La utilización de estos mecanismos está tipificado ante la ley con sanciones penales. Lo más increíble de todo esto es que este tipo de empresas (las del 90%), suele decir o hacer sentir al cliente que la empresa está “blindada” contra cualquier observación del SAT.
Finalmente, SÍ es posible hacer un manejo de la nómina mediante la subcontratación laboral que sí esté apegado a la ley, que además permita ahorros importantes tanto para el patrón como para el empleado, sin necesidad de hacer gastos adicionales y sin necesidad de infringir la ley en lo absoluto. Para asegurar esto se requiere hacer un análisis comparativo de la nómina y comprobar que se pueden obtener dichos beneficios que inevitablemente generan un círculo virtuoso en el tema de retención de personal, de productividad por empleado y por ende, de la competitividad para la empresa.
Algunos beneficios adicionales de la utilización correcta de la subcontratación laboral que directamente le impactan al empleado son: fondos de ahorro, cajas de ahorro, seguro de vida, seguros de gastos médicos menores, seguros de gastos médicos mayores, seguros para cubrir incapacidades, creación de nuevos Bonos de productividad, incremento (no salarial) de flujo percibido por el empleado, seguros de inversión para jubilación, tarjeta de nóminas, créditos hipotecarios. Para la empresa simplemente le optimiza costos, lo cual le genera una gran ventaja competitiva en el mercado.
¡Qué tengas un excelente día!
Tomás García
Coach de Negocios