10 Palancas para tu Transformación (II)
Estamos de vuelta con la segunda parte de nuestro artículo "10 palancas para tu Transformación". Espero que la CBE (recordad, Cuenta Bancaria Emocional) os haya servido para reflexionar sobre las relaciones interpersonales de vuestro entorno. Por vuestros mensajes, veo que estáis aplicando la matriz semanalmente mientras definís vuestra hoja de ruta para las últimas semanas del año. ¡Os animo a seguir así!
Estoy cogiendo afición a poneros retos, así que, ¿cómo veis asumir el siguiente? Restando escasas semanas para terminar este 2018, es momento de revisar esos propósitos que han quedado en el olvido.
RETO: selecciona dos de los objetivos que tenías olvidados y que más te motiven sobre los que puedas ver avances en 30-50 días, es decir, que en nuestra matriz se encuentren entre urgentes e importantes.
Plasma en la siguiente tabla las 7 acciones/avances que vas hacer con cada uno de los objetivos que has elegido:
Os parecerá un ejercicio baladí, pero tiene más importancia de lo que os puede parecer a simple vista. ¿Por qué? Porque si sois capaces de esforzaros, planificaros y pasar a la acción, empezaréis el año 2019 con nuevo ánimo, con mayor confianza, con la fortaleza de haber sido capaces de afrontar dos retos que te ilusionan. Creedme, la clave para que tu próximo año sea una transformación del 2018, pasa por terminar éste con ilusión, ambición, entusiasmo y con más confianza en uno mismo.
No es el momento de lamentarse sobre las cosas que no hemos sido capaces de hacer, de los pasos que no nos hemos atrevido a dar. Es momento de reilusionarse con dos objetivos, de plasmar una hoja de ruta un plan de acción, de recuperar en estas últimas semanas del año ilusión, coraje y confianza para afrontar el 2019 cargados de actitud e ilusión.
Comparto con vosotros una frase que me inspira en mi día a día para seguir poniendo foco en mi presente como palanca exponencial de mi futuro.
Antes de entrar en las 5 nuevas palancas que nos van a seguir ayudando en nuestro camino progresivo hacia nuestra reinvención personal y profesional, no tenéis que olvidar la importancia de las que ya vimos 10 Palancas para tu Transformación (I):
¡Allá vamos con las próximas que complementan todas las anteriores!
6-Pensamiento Win-Win
Imagino que no será la primera vez que escucháis este término (traducido como ganar-ganar). Para mí es más que una forma de mejorar nuestras relaciones interpersonales, es una filosofía sobre las que construir todas ellas. Se refiere a una estructura mente-cuerpo en la que constantemente procuramos el beneficio mutuo en todas nuestras relaciones. Tiene que ver con la empatía y la asertividad, y es una magnífica manera de entablar relaciones de trabajo, amistad, familia, pareja, negocios y con nosotros mismos. Supone que todo acuerdo, trato o negociación en la que participemos, resulte beneficiosa para todas las partes involucradas.
Por lo general, las relaciones que establecemos se comportan a través de los siguientes patrones:
1-Ganas/Pierde: enfoque autoritario. "Si yo no consigo lo que quiero, tú no consigues lo que quieres"
2-Pierdes/Gana: enfoque de sometimiento o victimización. "Soy un perdedor. Siempre lo he sido" o "Soy un conciliador. Hago cualquier cosa para conservar la paz"
3-Pierdes/Pierde: enfoque egoísta. "Si nadie gana nunca, tal vez ser un perdedor no sean tan malo para ninguno"
4-Ganas/Gana (win-win) : enfoque constructivo. "Buscamos el beneficio mutuo. Encontramos el equilibrio conservando el bien común y la equidad de ambos"
Pero, ¿cómo llegar a éste enfoque dónde ambas pastes salen ganando? Allá van las claves más destacadas que he ido comprobando en las diferentes reuniones, negociaciones, conversaciones y tardes de cerveza en los últimos años:
¿Cuál creo que es la más importante? Para mí, la empatía. La clave para que todas vuestras relaciones y negociaciones sean win-win, es que os identifiquéis con el estado emocional de la persona que tenéis delante y que intentéis que se identifique también con vuestra postura. Si jugáis con esta variable podréis modular la interacción y la relación. Pero no olvidéis que esto no es posible si no sabemos escuchar y entender los problemas y necesidades que nos manifiestan.
7- Misión y Propósito
Si hoy te despiertas como tú sabes, abres el armario y te pones la ropa y el perfume de las grandes ocasiones y bajas -cantando esa canción que hace que florezca tu mejor sonrisa- a comprar una libreta que a partir de ahora sea tu fuente de inspiración, estarás dando los primeros pasos para encontrar tu verdadera misión. Siéntate en tu terraza favorita, pide algo sabroso y prepárate para escribir -sin prisas- aquello en lo que vamos a trabajar en las siguientes líneas.
Como dice un antiguo proverbio chino, una de las "recetas" para una vida feliz consiste en tener "alguien a quien amar, algo que hacer y algo que esperar". Probablemente las dos primeras ya las tengáis. Algo que esperar es algo por lo que valga la pena esforzarse, es saber contestarse el para qué de tus acciones. Implica entender qué le da sentido a tu cotidianidad. Supone tomar consciencia y tener como estandarte un objetivo inmaterial que le de sentido a todas tus acciones. Algo que nunca podrás conseguir porque será algo intangible, pero que cuando pienses en él te despierte entusiasmo, motivación, confianza y sentido.
Y, por qué no, os pongo la misión que me fijado como proyecto personal y profesional para mis próximos años:
Influir positivamente en los equipos humanos de las empresas para que sean un factor de mejora de nuestra sociedad
¿Cuál es vuestra misión? ¿Qué es lo que te va mover y de qué te vas a sentir orgulloso con los años? Coge tu libreta, dale un último bocado a lo que tengas delante, endereza tu silla y...¡Empezamos!
Primero: empieza eligiendo un año alejado en el tiempo -que se convierta a partir de ahora en algo muy especial-. Por ejemplo, para mí es el año 2030. Marcar una fecha lejana le da un toque de artesanía a la construcción de los sueños.
Segundo: continúa escribiendo qué sueños has tenido y tienes como persona, la riqueza interior que quieres desarrollar, los defectos que deseas corregir, los aspectos de tu personalidad que desear potenciar, los lugares y personas que quieres conocer.
Tercero: selecciona tres/cuatro aspectos por los que te gustaría ser recordado. Pueden ser ambiciones personales o profesionales (ser un experto en cine italiano, un gran padre, un buen líder...) Añade además las recompensas que legítimamente esperas recibir en la fecha que hemos seleccionado (realizar viajes especiales, contribuir al desarrollo de la sociedad, tener una casa en un determinado lugar, ayudar a personas necesitadas...)
¡Acción! Rodea las palabras, nombres, frases que hayas escrito que más te hagan vibrar, las que te generen ilusión. ¿Qué te sugieren? ¿Hacía donde se encaminan tus retos para descubrir tu misión? ¿Qué te propones como persona para los próximos años? Guarda la libreta en un lugar visible y reléela hasta aprenderla de memoria. Si eres capaz de memorizarlo, habrás entregado los planes de futuro a tu subconsciente, es decir, a tu palanca aliada en la búsqueda de tu felicidad.
Nunca olvides que el futuro empieza hoy. Cualquier travesía comienza con un primer paso, con la decisión de despertarte con ilusión, de ponerte tus mejores galas y de, ahora sí, bajar a ese lugar inspirador en el que sentarte a redactar tus próximos años, tu misión de vida.
*(He hablado únicamente de la misión. En próximos post hablaré de la diferencia con el propósito)
8- Buscar primero entender, luego ser entendido
En los últimos días, ¿cuántas veces has escuchado a tu compañero de trabajo, pareja, hijo, amigo con la intención de entenderle, comprenderle y simpatizar con él? Nos está tocando vivir en una sociedad llena de impulsos y distractores, repletos de densidad informática. Por lo general esto hace que no seamos capaces de intentar hacer un esfuerzo por entender lo que nuestro círculo profesional y personal nos quiere transmitir.
Cuando escuchamos con la intención de entender a los demás, no de que nos entiendan a nosotros, iniciamos una comunicación genuina y construimos relaciones sanas. Es entonces cuando las oportunidades para hablar abiertamente y ser comprendidos se dan de una forma mucho más natural y sencilla. Buscar entender exige consideración por el otro; buscar ser entendido exige coraje. La efectividad reside en el equilibrio o la combinación de ambas.
¿Qué cinco malos hábitos solemos tener? distraernos, fingir que escuchamos, escuchar sólo una parte de lo que nos dicen, escuchar sólo palabras sin comprender y, escuchar de manera egocéntrica.
Nuestro reto consiste en escuchar con todos los sentidos, en tener en cuenta el lenguaje corporal, el tono, el sentimiento, el significado que ponemos en la expresión verbal, el énfasis en cada palabra. Requiere escuchar lo que nos dicen, lo que sienten pero no se atreven a decir. Ser capaces de ponernos en el lugar de la persona que nos está comunicando.
Si sois capaces de ser plenos en cada conversación que mantenéis en vuestro día a día, seréis capaces de construir relaciones sanas y fructíferas. Seguiréis construyendo vuestro camino transformacional.
RETO: durante los próximos dos días coge tu libreta y al final del día anota las personas con las que has mantenido una conversación (cara a cara). ¿Quienes eran? ¿Qué te han querido contar, transmitir?
Evalúa del 1-10 la atención plena, la comprensión y la dedicación consciente que les has dado. Si ves margen de mejora, márcate como objetivo que los próximos dos días todas tus conversaciones estén llenas de compromiso y entendimiento. Te invito a que lo pruebes...¡Te sorprenderás!
9- Estar en forma, "afilar la sierra"
Aunque el dicho de mens sana in corpore sano se acuñó en la Grecia clásica refiriéndose a la necesidad de cultivar el equilibrio entre espíritu y cuerpo, esta máxima sigue estando plenamente vigente en nuestros días.
Para afrontar con garantías una transformación profunda hay que renovarse constantemente en las cuatro áreas vitales: física, social/emocional, mental y espiritual. ¿Por dónde empezar?
Primer paso: los que ya me conocéis sabéis la importancia que le doy al ejercicio físico. Más allá de los notables beneficios físicos que nos proporciona, nos permite mantenernos integralmente sanos al inducirnos a desarrollar otras cualidades a nivel mental, emocional y espiritual, fomentando valores como el compromiso, el amor propio, el respeto y la disciplina. Por lo tanto, empieza por ponerte una disciplina de ejercicio físico individual o colectivo con el que comprometerte en los próximos meses.
Segundo paso: entiende, conoce y controla tus emociones. Es vital a la hora de mantener ese equilibrio cuerpo/mente durante tu día a día. Profundizaría mucho más pero es un tema amplísimo que iremos viendo poco a poco. Os recomiendo que leáis para los interesados Inteligencia Emocional de Daniel Goleman.
Tercer paso: saca tiempo para ti mismo, para pasear sólo, para reflexionar contigo mismo, para meditar, hacer yoga, reírte, llorar. Tómate tu tiempo para estar contigo, con nadie más. La rutina y nuestras obligaciones personales nos obligan a estar en constante movimiento, a no parar. Estar en equilibrio pasa por tener tiempo para meditar, reflexionar y tener tiempo para ti. ¿Qué momento de la semana te vas a reservar a partir de ahora para ti?
No descuidéis ninguna de ellas y rodéate de un círculo de personas que te ayuden a mantenerte en forma en cada una de las cuatro áreas (coach, mentor, médico y entrenador personal)
10- Ser coherente
Ser coherente implica pensar, sentir, decir y hacer lo mismo. Acciones que muchos de nosotros confundimos en nuestras decisiones diarias. En muchas ocasiones, decidimos y ejecutamos por miedo, inseguridad, incertidumbre, duda; manifestamos algo diferente a lo que sentimos para acabar haciendo algo opuesto a lo que hemos pensado inicialmente. Todo un rompecabezas. Esta incoherencia generalmente es fruto de la capacidad de adaptabilidad y supervivencia que hemos desarrollado a lo largo de los años. Sentimos la necesidad de ser aceptados, queridos, integrados; manifestamos o ejecutamos acciones que en realidad no queremos. Por eso estoy convencido de que tener alineada nuestra mente con nuestro corazón y nuestras manos -"acción"- es vital a la hora de encontrar ese equilibrio personal que en muchos momentos y etapas de nuestras vidas anhelamos.
Llevo reflexionando bastante sobre este concepto, sobre los motivos que nos hacen actuar de manera diferente a lo que sentimos. He llegado a la conclusión de que una de las principales causas de nuestra incoherencia es la falta de valentía y autoconocimiento. Creo que si nos conocemos, sabemos qué queremos, hacia dónde vamos, cómo somos, qué necesitamos, qué nos mueve, qué nos hace felices, y tenemos ese punto de valentía para manifestar y actuar conforme a nuestros principios y valores sin importarnos las opiniones ajenas, seremos capaces de estar en un equilibrio constante y sentirnos plenos.
Soy consciente de la dificultad que conlleva buscar la coherencia "plena", pero me apasiona el reto de tomar consciencia, de avanzar en el autoconocimiento, de tener más seguridad en uno mismo. Os animo a que reflexionéis sobre ello y que actuéis a partir de ahora con mayor coherencia. A desarrollar con el mismo foco y sintonía vuestro plano cognitivo, emocional y conductual.
Sois varios los que me habéis consultado sobre la posibilidad de profundizar en varias palancas. Prometo próximos artículos sobre todas ellas y, por supuesto, cualquier duda o cuestión personal que os vuelva a surgir, como siempre, a vuestra disposición.
¡Espero que haya sido de vuestro interés!
PD: en el próximo artículo, finalizaremos el capítulo con un test en el que nos evaluaremos sobre las 10 palancas comentadas.
Trusted Advisor & Consultant | Top Executive Enabler | People & Org. Developer | Transformation Master | 3X TEDx Speaker | Strategist | Guest Lecturer
6 añosGracias Álvaro por este artículo. Excelente perspectiva positiva que lleva a realizar las cosas!
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6 añosEres un crack