#14 Éxitos compartidos / Shared successes
Siempre he creído que las personas que dejan una huella importante en la sociedad, sea en el deporte profesional o en cualquier otro ámbito, nunca se rinden, pero tampoco se conforman con los éxitos alcanzados, por muchos o importantes que sean. Esto ocurre porque, como personas, buscamos constantemente nuevas metas, hitos, referencias en el tiempo, estímulos a los que agarrarnos para mantener viva nuestra motivación. Pero, sobre todo, porque necesitamos algo incluso más importante: compartir esos éxitos.
Las últimas semanas han sido un torbellino de emociones derivadas de dos grandes reconocimientos que he recibido y que se han convertido en momentos fundamentales de mi vida, tanto a nivel profesional como personal.
El primero de ellos tuvo lugar el pasado 7 de marzo, cuando recibí el mayor reconocimiento que puede otorgar una franquicia a un jugador que ha pasado por sus filas. Ver mi camiseta retirada al lado de grandes nombres como son Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, Shaquille O'Neal o mi gran amigo, Kobe Bryant, fue, sin duda, un sueño hecho realidad. La verdad es que fue muy difícil condensar en pocos minutos las emociones de ese momento. Durante mi discurso, quise agradecer a todas aquellas personas que han formado parte de ese camino y que sin ellas no hubiera estado allí: mi familia, los Lakers, mis compañeros de equipo, el entrenador Phil Jackson y el staff técnico, los aficionados, la prensa, la ciudad de Los Ángeles, etc. Pero, esa noche, quise reconocer de forma muy especial a mi hermano, Kobe Bryant, la persona que me elevó, me desafío, me inspiró a ser mejor jugador y persona. Aprender y crecer a su lado fue una experiencia que siempre llevaré conmigo.
El segundo momento, que todavía sigo procesando, ocurría hace solo unos días, el 1 de abril. A mí me gusta llamarlo “el sueño de los sueños”, principalmente porque es algo que ha estado en mi lista de deseos desde que era un niño y me imaginaba jugando en la NBA. Naismith Memorial Basketball Hall of Fame incluía mi nombre en el grupo selecto de la clase de 2023, algo totalmente extraordinario para mí. Un reconocimiento a mi carrera deportiva, a mi trayectoria en la pista, que estará plasmado para siempre junto a muchos profesionales cuyos logros y valores me inspiraron desde que era pequeño.
Además, me siento afortunado de poder compartir este honor con otros jugadores con los que he vivido parte de mi trayectoria y a quienes admiro profundamente como Dirk Nowitzki, Tony Parker y Dwyane Wade, así como entrenadores a los que les profeso todo mi respeto como Becky Hammon y Gregg Popovich. También tener la oportunidad de conocer otros exjugadores y entrenadores que han marcado una época y han sido figuras vitales para nuestro deporte.
Tras más de 20 años en lo más alto del baloncesto internacional, creo que he aprendido a gestionar los éxitos alcanzados y los reconocimientos recibidos gracias a los equipos de personas que he tenido a mi alrededor.
Lo bueno de mi profesión es que nunca he tenido que trabajar solo y eso me ha enseñado a compartirlo todo, tanto los éxitos como los fracasos. No importa en qué faceta profesional me mueva ya que, dentro y fuera de las canchas, estoy rodeado de equipos excepcionales. Ya sea en mi papel como presidente de la Gasol Foundation Europa , como miembro de la Comisión de Atletas del International Olympic Committee – IOC , como embajador de UNICEF España o en cualquiera de los proyectos en los que me implico, todas las funciones que desempeño empiezan y terminan con el trabajo en equipo. Incluso con mi familia, que se ha convertido en el equipo más importante.
Esto ha hecho que, en estos dos grandes momentos de mi vida, sintiese que lo más importante era poder compartir estos éxitos con todos mis equipos.
A seguir disfrutando y compartiendo muchos éxitos.
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Recomendado por LinkedIn
I have always believed that people who leave a significant mark on society, whether in professional sports or any other field, never give up. Still, neither are they satisfied with the successes achieved, no matter how many or how important they may be. This happens because, as humans, we are constantly looking for new goals, milestones, references in time, and stimuli to hold on to keep our motivation alive. But, above all, we need something even more important: to share those successes.
The last few weeks have been a whirlwind of emotions derived from two major recognitions that I have received and have become fundamental milestones in my life, both professionally and personally.
The first of these took place on March 7, when I received the greatest recognition a franchise can give to a player who has passed through its ranks. Seeing my jersey retired next to great names such as Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, Shaquille O'Neal or my great friend, Kobe Bryant, was, without a doubt, a dream come true. The truth is that it was tough to condense the emotions of that moment in a few minutes. During my speech, I wanted to thank everyone who has been part of that journey. Without them, I wouldn't have been there: my family, the Lakers, my teammates, coach Phil Jackson and the coaching staff, the fans, the press, the city of Los Angeles, etc. But, that night, I wanted to recognize particularly my brother, Kobe Bryant, the person who lifted me up, challenged me, and inspired me to be a better player and person. Learning and growing alongside him was an experience I will always carry with me.
The second event, which I am still processing, happened just a few days ago, on April 1. I like to call it "the dream of dreams," mainly because it has been on my bucket list since I was a kid, and I imagined myself playing in the NBA. Naismith Memorial Basketball Hall of Fame included me in the select group of the class of 2023, something totally extraordinary to me. It is a recognition of my athletic career and on-court journey, which will be enshrined alongside many professionals whose achievements and values have inspired me since I was a young boy.
In addition, I feel fortunate to be able to share this honor with other players with whom I have lived part of my career and deeply admire, such as Dirk Nowitzki, Tony Parker and Dwyane Wade, as well as coaches to whom I profess all my respect such as Becky Hammon and Gregg Popovich. And also for having the opportunity to meet other former players and coaches who have marked an era and have been vital figures in our sport.
After over 20 years at the top of international basketball, I believe I have learned to manage the successes and accolades received thanks to the teams of people I have had around me.
The good thing about my profession is that I have never had to work alone, and that has taught me to share everything, both successes and failures. It doesn't matter in which professional facet I move because I am surrounded by exceptional teams on and off court. Whether in my role as president of the Gasol Foundation, as a member of the International Olympic Committee's Athletes' Commission, as a UNICEF Ambassador or in any projects I am involved in... every role I play begins and ends with teamwork. Even in the personal sphere, with my family, which has become the most important team.
In these two great moments of my life, I felt that the most important thing was to share these successes with all my teams.
Let's continue to enjoy and share many successes.
ENCARGADO PLATAFORMA en TIPSA
1 añoGrandes
Independent professional at Independent professional
1 añoMuchas felicidades Pau, como decimos en México.. muy bien ganados. Eres y serás un gran ejemplo para las nuevas generaciones!
Supply chain & logistics manager
1 añoEnhorabuena, porque lo mereces, ahora falta Marc 😉
Sustainability | ESG | Project Management | Environmental + Water Engineer
1 añoPau Gasol OLY como seguidora del deporte con seguridad son dos hitos importantes en tu carrera y bien merecido que si los tienes. Más allá del aporte al baloncesto tu contribución y éxito de la Fundación tiene mayor impacto y mayor alcance.