17 de agosto. Cuca es gafe
Definitivamente algo pasa con Cuca. No tiene suerte. O es gafe. No cabe otra posibilidad. Lo que ha pasado hoy en el Congreso de los Diputados me lo confirma. Teníamos un acuerdo con Vox para que votasen a favor de nuestra candidata a la Presidencia de la Cámara. Sabíamos que era casi imposible que saliera elegida porque el PSOE y su muleta, Sumar, estaban negociando de tapadillo con Junts, el partido del prófugo Puigdemont, para que apoyasen a la socialista pancatalanista Francina Armengol como parte de un pacto más amplio para investir a Sánchez en las próximas semanas. Pero se trataba de demostrar que había una mayoría constitucionalista alternativa a otro gobierno Frankenstein con quienes aspiran a destruir España. Pero llegado el momento decisivo de escribir en una papeleta su voto, los diputados de Vox han designado como presidente al que inicialmente era su candidato a vicepresidente, Ignacio Gil-Lázaro. Nadie nos había avisado de ese cambio a última hora. La cara que se nos ha quedado a Cuca y a mí cuando leían en alto los votos fue un poema. Después los de Santiago Abascal han explicado que intentaron avisarnos pero que nadie les cogió el teléfono. Sea como sea, hemos hecho el ridículo, mientras Sánchez y los suyos se regodeaban en su victoria. Por la mínima; sí. Muy costosa para una negociación que en otras legislaturas era puro trámite; también. Nada menos que convertir el Congreso en una Torre de Babel, usurpando así la función del Senado como cámara territorial. Pero victoria al fin y al cabo. Que además le servirá a Pedro para decirle al Rey la semana que viene que puede lograr los apoyos para ser investido mientras que yo no soy capaz, por lo que le pedirá que le designe candidato a la Presidencia del Gobierno en vez de a mí, que fui el ganador de las elecciones. Es algo que no ha pasado nunca en nuestra historia democrática. Y lo peor es que se lo hemos puesto en bandeja con nuestro error inexplicable. Por eso cada vez tengo más claro que Cuca atrae el mal fario. Fue anunciar que sería nuestra propuesta para presidir el Congreso y se empezaron a torcer las cosas. Y no es la primera vez que sucede. Ya ocurrió algo parecido cuando en la última semana de la campaña del 23-J alguien filtró a la prensa que Cuca sería mi vicepresidenta en caso de formar gobierno. Casualidad o no, justo después empezamos a desinflarnos en las encuestas, por más que Narciso Michavila insistiera en que nuestra victoria sería muy amplia. Lo que pasó después es, por desgracia, vox pópuli., aunque nadie haya sabido explicarlo bien. A ver cómo nos conseguimos quitar el mal fario…
⚠️ AVISO. Este texto es parte de una serie de política-ficción cuyo único objetivo es hacer más llevadera la resaca poselectoral. Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad… 😉
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1 añoBuenísimo!!! Pobre Cuca
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1 año😁 buenísimo... cada día más M. Feijoy 👌