¿El día a día te tiene de rehén? ¡Sé ambidiestro!

Mi abuela nació en 1918; hoy, con sus casi 96 años, anda de acá para allá con un grado de independencia increíble, es preferible comprarle ropa que invitarla a comer, pero cada tanto dice que tiene algunos "achaques". En 1925, mi abuela tenía 7 años de edad y estaba en Primer Grado Superior. La maestra, le pegaba con una regla de madera en la punta de los dedos de la mano izquierda para que le doliera y no pudiera escribir con ella. Sí, mi abuela es zurda. Desde ese entonces, y por presión social, mi abuela escribe con la mano derecha (aunque su caligrafía es mejor con la mano izquierda) porque "... escribir con la izquierda era terrible y me daba vergüenza ir al banco y firmar con la izquierda" (Abuela Blanca, 2014). Este uso hábil de ambas manos se llama ambidextrismo. Desarrollar esta habilidad, le sirvió a mi abuela para esconder la vergüenza que sentía de escribir con la mano izquierda. Bajo los estándares actuales, ser ambidiestro como lo es mi abuela, no parece ser algo muy valioso. Pero,

ser ambidiestro es una habilidad o una capacidad que todos deberíamos nutrir.

Desde hace unos años que noto que las personas con quienes interactúo profesionalmente (alumnos, ejecutivos, colegas) están [exageradamente] orientadas en el corto plazo. La clásica idea de que lo urgente está antes de lo importante. En base a evidencia anecdótica (recapitulando lo que hablo con toda la gente con la que hablo en mi profesión), hoy día se puede crecer en una organización resolviendo problemas emergentes ("atajando penales", ya que estamos en temporada mundialista). Una propiedad de los problemas emergentes es que no dejan de emerger. Esto es bueno y malo. Si tu carrera progresa en base a resolver problemas emergentes, que no dejen de emerger es una buena noticia. La otra característica de los problemas emergentes es que son de más corto plazo e involucran a menos personas que, por ejemplo, llevar adelante un proyecto. La mala noticia para cada uno de nosotros es que si solo podemos lidiar con problemas emergentes, estaremos anulando el desarrollo de habilidades individuales que sirven para proyectos de más largo plazo. Estas habilidades incluyen la capacidad de planificar, trabajar en equipo, aprender a acordar y a disentir, a organizar nuestro día y nuestra semana de trabajo para aumentar la productividad personal.

Ambidextrismo 2.0

¿Qué cosas quieres hacer dentro de cinco años? ¿A qué tipo de trabajo quieres que te promuevan? Si sólo puedes lidiar con emergentes, es difícil que logres progresar en la organización o, menos aún, desarrollar un proyecto u emprendimiento propio. El ambidextrismo en management suele definirse como la habilidad para ejecutar la estrategia actual a la vez que se va desarrollando la futura (Birkinshaw and Gibson, 2004). Si bien en este artículo se explica ambidextrismo a nivel organizacional, la misma idea puede aplicarse a individuos.

Estas son preguntas que tienes que hacerte para auto-evaluar tu ambidextrismo individual:

• ¿Cómo dedicas tu tiempo?
• ¿Cuánto de tu tiempo de trabajo está dedicado a atender emergentes?
• ¿Cuánto de tu tiempo de trabajo está dedicado a proyectos
  (con un horizonte de tiempo de entre tres y seis meses)?
• ¿Qué habilidades o métodos de trabajo tienes que desarrollar para lograr desarrollar proyectos?
• ¿Cuánto de tu tiempo personal (no laboral) está dedicado a aprender algo o a desarrollar una habilidad que te pueda servir en el futuro?

El ambidextrismo en los tiempos modernos es estar cómodos teniendo que lidiar con varios flancos de situaciones emergentes y, a la vez, ser capaces de lograr parar el mundo para dedicar tiempo a actividades de impacto en el más largo plazo.

Si logras desarrollar tu ambidextrismo, la buena noticia es que te hace sentir sensacional. La mala noticia es que requiere mucha disciplina.

¿Qué haces para desarrollar tu ambidextrismo?