No hay éxito sin semillas sembradas en tu pasado

Todos buscamos el éxito, que nos vaya bien en lo que emprendemos, sea personal o profesionalmente.

Malcolm Gladwell, en su libro "Los fuera de serie", destaca que en la historia de grandes triunfadores como Bill Gates o The Beatles, la genialidad es la combinación de muchos elementos, algunos fortuitos, pero en todas las historias hay algo en común: una semilla.

Un capítulo muy interesante del libro se refiere a los arrozales chinos y a su relación con el éxito que ese país ha desarrollado en materia de conocimiento y educación.

No hay meta posible sin un camino, no hay camino sin meta en el horizonte. No hay meta alcanzable ni camino transitable si no empezaste con una buena semilla.

Todo aquel que tiene éxito recorrió un camino similar al de un agricultor que elige sus semillas, prepara la tierra, siembra y cuida su campo para lograr una buena cosecha. Y esta analogía es aplicable a todos los órdenes de la vida, en tus estudios, trabajo y proyectos personales.

Haz el intento de analizar tu vida y tus acciones como si fueras un agricultor. Pero antes de ese ejercicio, te quiero contar sobre el interesante estudio que hizo el historiador David Arkush sobre los refranes de los campesinos rusos y los chinos.

Los agricultores rusos tenían entre sus refranes una importante dosis de fe: "Si Dios no lo trae, no lo dará la tierra".

Pienso en el agricultor que esparce las semillas en la tierra arada y luego espera que las lluvias adecuadas, el sol y el tiempo "ayuden" a que todo salga bien para lograr una cosecha abundante. Pero si todo sale mal, será que Dios no quiso, que el destino lo castigó.

¿Te imaginas la analogía en tu vida de ciudad? ¿Cuánto dejas al "destino", a "la voluntad de Dios" o culpas al universo si algo no salió como esperabas?

Los chinos tienen otros refranes. "Sin sudor ni sangre no se sacia el hambre". "No mires al cielo en busca de grano, pon mejor a trabajar tus manos".

Dos actitudes completamente diferentes. En nuestra cultura latina decimos "A Dios rogando y con el mazo dando", mezclamos la dosis de fe de los rusos con el esfuerzo de los chinos.

Días pasados, un amigo me contaba que evaluaba el resultado de su vida y sentía que mucho de lo que había soñado hacía muchos años, no lo había conseguido. Su relación de pareja está desgastada, su trabajo no fue lo que aspiraba.

Le pregunté qué había hecho para tener esos resultados y me respondió con la conspiración universal. Que el problema era su mujer y que las cosas habían salido mal por culpa de otros, de las crisis argentinas, "que este país no te deja hacer nada".

¿Qué semillas sembró mi buen amigo? Tal vez, efectivamente tuvo esos sueños hace años, esas semillas las arrojó cuando se enamoró y empezó su trabajo, pero resulta evidente que no trabajó bien el proceso de estos años y actuó como los campesinos rusos que esperaban que Dios resolviera.

La semilla no es algo del pasado, cada día sembramos para nuevas cosechas. Hazte un "plan de siembra" para estos días. Piensa qué te gustaría cosechar. Una semilla puede ser un e-mail, una llamada, un tiempo de concentración, de lectura para darle forma a tus ideas.

Después debes trabajar duro, pues como dicen los chinos: "Trescientos sesenta días al año levántate antes del amanecer y la prosperidad de tu familia llegarás a ver".

Marisa Colantuono Aicardi

Pi Talent CEO | Redefining Recruitment for Innovative Industries - recruitment entrepreneur

10 años

Excelente! Me encantó. Otro libro muy interesante para leer luego de Los Fuera De Serie es Karmik Management. Si bien posee bases budistas, el método ordenado, de siembra constante, que ofrece, puede ejecutarse mayoritariamente; independientemente de cualquier creencia.

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