Transformación digital: la Lego-ización de la industria.

Ayer, a petición de Telefónica di una charla en la Bolsa de Madrid para el sector financiero. ¿El tema? Afortunado yo: tema libre - imagino que esto de peinar canas en el 2.0 ya, me da cierta manga ancha para hablar del 3.0. No lo dudé: hablé sobre digitalización. Pero hablé sobre digitalización a mi manera.

En primer lugar destaqué el por qué estamos hablando de digitalización. No es simplemente porque se trata en sí mismo de un avance socioeconómico. No es por eficiencia y productividad... No. Es porque la digitalización ha generado la fragmentación de los negocios. Y es por eso que ha pasado a ser una urgencia - catalogación que otros avances socioeconómicos no han conseguido. Me gusta verlo como una Lego-ización de la industria. Donde antes tú como empresa dominabas toda la cadena de valor porque había barreras de entrada compactas para competidores ahora 4 tipos pueden juntarse en una casa y hacer uno de tus propios eslabones de negocio (una pieza de Lego) mucho mejor que tú. ¿Y por qué? Primero, porque la digitalización permite identificar los eslabones y competir por ellos. Y segundo, porque esos 4 tipos no tienen legados, como se dice en la industria. Esto es, porque no tienen rigideces, costes hundidos, conflictos de intereses, costes de agencia, regulación... Porque son orgánicos y se mueven rápido. Porque se lo merecen. Así que la digitalización genera meritocracia. Interesante. Temible para unos, alentador para otros.

En segundo lugar alabé el papel de los emprendedores. Gente con visión de futuro que establece el rumbo adecuado y mueven a sus ejércitos hacia el éxito. Impresionante. Pero más impresionante es para mí esa gente que con visión de futuro cambia el rumbo (atención a la siguiente palabra) prefijado en sus empresas y mueve a sus ejércitos, a los ejércitos de otros y a sus generales hacia el éxito. Claramente, lo tienen mucho más difícil en demasiadas dimensiones. Fijar el rumbo desde arriba o cambiarlo desde abajo, son retos muy distintos. Por eso hay menos de estos perfiles que emprendedores a pesar de que casi todos podemos intentarlo. ¿Su nombre? Intrapreneurs. Emprendimiento interno. Me gusta.

En línea con este concepto hablé de qué hay que hacer para que tu empresa (al menos tu zona dentro de la empresa) pase a ser digital. Pero lo que tiene que hacer de verdad, no sobre el papel. Hablé de lo que había detrás de todas las bonitas palabras típicamente ligadas al concepto de innovación. En realidad, lo que se esconde es juego de tronos, frustración, paciencia, riesgo profesional, discusiones, más paciencia, mano izquierda, mano derecha, autocontrol, pitch-elevator, pitch-cantine, pitch-corridor, pitch-freaking-toilet... Estás solo, tienes una idea disruptiva, y por tanto polémica, y necesitas que el senior management te apoye. No es fácil. Pero existen huecos y a veces los encuentras - esto es por cierto lo que tienen que favorecer las empresas: la canalización de esos huecos. Y es entonces cuando ves cuán frágil es todo: a cada paso que das se puede desmoronar cuanto has conseguido hasta la fecha si tienes una frase desafortunada en el foro incorrecto. Hay que ser muy, muy fino - tanto como el cristal que parece que pisas. Y es que para digital, la carrera del intrapreneur: ó 0 ó 1. O fracaso o éxito. Y por muy cerca que estés del 1, hasta que no lo tienes, estás en 0. Una frase con pocas palabras y muchas implicaciones.

Hay varias formas de armarse de valor y mantener la energía durante todo el proceso. Yo me apoyo en la pasión por lo que hago (ese sufrimiento gozoso del amor cortés medieval) y en una serie de frases que me despiertan cada vez que el estrés me noquea:

1. Si vis pacem para bellum. Si quieres estar en paz prepárate para los problemas. Busca tu mejora continua no para sacudir al de al lado sino para que no te sacuda él a ti. Si tú eres quien tiene la fuerza puedes graduar hasta qué punto entras en polémica. Ésa es la paz profesional. El ser amigo de todos para estar en paz me parece una aproximación inquietante - e imagino que los accionistas de tu empresa, piensan igual.
2. Life begins at the end of your comfort zone. Totalmente cierto. Si no tienes intensidad, no vives. Yo pago por recuerdos. Así que salirme de mi zona de confort y exponerme a dificultades, desarrolla mi cerebro y mi vida. Gane al final o no la partida, intentarlo ya me llena a nivel personal y eso que me llevo.
3. Maximization is smart. Optimization, an art. Básicamente enfatizo que no solo hay que ser espabilado para tomar decisiones sino que también hay que ser muy psicológico. Hay que hacer las soluciones a la medida de la gente que te rodea - no en Hiperuranio tratando el problema de forma idílicamente aislada.
4. Sin tensión no hay movimiento. ¿Te sientes bajo estrés discutiendo con mucha gente? No pasa nada. Eso es que estás siendo el catalizador del movimiento - como dicen los ingleses, mantén la calma y sigue caminando.

Por último, seamos realistas: a veces los malos ganan. Siempre, siempre, siempre piensa en tu cobertura, tu puerta de atrás, tu plan B... Si en vez de 1 sale 0, tienes que estar preparado. Muy preparado. Un buen intrapreneur crea su imagen de marca, mejora su educación formal, empatiza con gente clave, crece en habilidades profesionales de forma exponencial y se enfoca hacia donde se tiene que enfocar la industria. El tiempo juega a tu favor y siempre puedes intentar pasar al lado del entrepreneur. De hecho, no pocas veces tu cobertura se transforma en tu plan A. Yo os puedo decir que en esta ocasión Telefónica me presentó a la industria con la idea de explicar un proyecto en el que estamos avanzando dentro de inSCIghts que suscitó bastante expectación por su giro con respecto a la banca 2.0.

En pocas palabras, trata de ser la API entre la vieja escuela y la nueva escuela (en general, en el óptimo me esperaría que hubiese sitio para las dos); disfruta el reto; y abraza el lado oscuro de la fuerza: la fuerza de la fragmentación (o Lego-ización).