Se buscan grandes ideas
Hace décadas que la política observa el marketing con interés. Pero la atención también es prevención, porque se piensa que el marketing, con su naturaleza "instrumental", desvirtúa el arte de la política. Y, ciertamente, el marketing puede haber causado daños profundos en la política, contribuyendo a reforzar el mito de la cuota de mercado (si yo gano, tu pierdes), fomentando el personalismo y el cortoplacismo.
Pero el marketing ayuda a adquirir las cualidades del buen vendedor, que conoce su audiencia y sabe anticiparse a sus necesidades. En el marketing se sabe que no se puede olvidar a la gente durante 3 años. Recuerda que hablamos para diversos públicos y que "el café para todos" ya no va a funcionar.
En el marketing se sabe también que una marca tarda tiempo en construirse. Por eso, hace un esfuerzo por planificar. Se pone énfasis en la investigación como método de trabajo. Si sólo se piensa en 4 años, es imposible construir un gran proyecto. Algunos de los grandes problemas de nuestra sociedad (como el envejecimiento de la población) implican acuerdos que superan el marco de las legislaturas y los partidos.
Pero es que además, el propio marketing ha ido superando "el mito de la cuota de mercado". Ver los competidores como "enemigos" es una manera antigua de entender los mercados (y, en general, la sociedad). De hecho, hay personas e instituciones que, con ideas innovadoras e ideales transformadores, crean espacios nuevos y salen de la lógica empobrecedora del "nicho de mercado".
El mayor problema de la política actual es la falta de ideas con calado y soluciones prácticas que no sean partidistas. La desconexión con los públicos es total. En cambio, las grandes marcas se sustentan en torno a grandes ideas. Por eso, el marketing puede se valioso para la política, y no precisamente en el sentido de “vender” a nuestros políticos "como se venden las marcas". Por favor, ¡que vuelvan las grandes ideas! Las necesitamos.
Comunicación en Enrique Keller
10 añosDía a día es como se va forjando la imagen de marca. Puedes equivocarte, es humano; rectificar es de valientes y sabios. En ninguna relación entre personas cabe pensar que puedes olvidarte de la gente durante 3 años. Sentido común hace falta en política ;)