25 errores en la Transformación Digital de las empresas
Mariam Veiga
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Mariam Veiga
1 email diario para ayudarte a vender tu conocimiento | Mejoro el valor percibido de tu Marca Personal | Especialista en desarrollo de negocios online con sistemas de venta centrados en la fidelización y Customer Journey
- Creer que la transformación digital se consigue a base de tuits y actualizaciones en Facebook. Si bien las redes sociales son un poderoso instrumento para que las compañías se abran al mundo, pensar que la digitalización se consigue creando nuevos perfiles en redes sociales y el uso de éstas por parte de sus empleados, es demostrar no haber entendido en qué consiste la transformación digital.
- Basar el proceso en un lavado de cara de la web corporativa.
- Apostar por la transformación con la boca pequeña. ¿La gerencia apuesta por ella? ¿Cree en ella? ¿Es digital? ¿Tiene competencias para serlo? ¿Ha pasado ya a la acción o se apoltrona en una cómoda posición de observador inquisidor?
- Generar un entramado web ingobernable y sin sentido.
- Mantener liderazgos verticales.
- No saber estimar los recursos necesarios para dar el salto.
- Seguir manteniendo dos tipos de marketing: el tradicional y el digital. La digitalización ni es una opción ni involucra solamente a unos pocos departamentos. Es transversal y está aquí para cambiar la cultura y el statu quo de la empresa. Si no es así, tu compañía estará fuera de juego más pronto que tarde.
- Pensar que la transformación digital se completa digitalizando únicamente el “yo profesional”. No dejes guardado bajo llave al "yo personal" porque juega un papel fundamental.
- Mantener estructuras y hábitos propios de la empresa tradicional y analógica. Esa pasión desaforada por reuniones tan largas como improductivas o sostener un sistema de trabajo por presencia, sin incentivar la flexibilidad o el teletrabajo, son solo un par de ejemplos de prácticas que dejan ver que la transformación digital es una simple ilusión óptica.
- No contar con puestos como Chief Digital Officier o Director de Marketing Digital. El cambio de rumbo y los nuevos retos han de traer nuevos puestos; nuevos líderes. Dales voz y voto.
- Obviar el poder de los datos o caer en la parálisis por el análisis. Dos caras de una misma moneda. ¡Ah! y recuerda que el poder no está en los propios datos, sino en el conocimiento que se extrae de ellos.
- No apostar por los perfiles mixtos para liderar el cambio. Busca perfiles que aúnen conocimientos y experiencia en comunicación, marketing y estadística. Los profesionales del marketing tradicional no disponen ni de las herramientas ni del conocimiento necesario para poder adaptarse a un entorno tan cambiante.
- Copiar recetas mágicas de tus competidores. Ya no puedes permitirte ser el segundo tratando de copiar lo que hace el líder de tu sector. Estás en un entorno de disrupción, inestable y en constante movimiento. Es el momento de arriesgar, de mostrar y aportar valor diferencial. O lo haces, o tu oferta se volverá gris y aburrida. Y esto último es lo peor que le puede pasar a tu compañía.
- Empezar el proceso simplemente porque toca. Es muy ingenuo e imprudente pensar que se trata de unos simples ajustes en un departamento concreto o que se arregla contratando a un Community Manager. La transformación digital a hacer tambalear los cimientos de tu cultura empresarial.
- Cuantificar el éxito de la transformación en base a KPIs o rankings tan sesgados como Klout o tu número de fans, retuits, contactos en tu página de empresa de Linkedin, etc.
- Creer que tienes tiempo. ¿Tiempo? Ya tengas 50, 100, 200 trabajadores o más de 20 años de experiencia a tus espaldas, si sabes que estás llegando tarde este proceso no temas en acometer e implantar comportamientos más propios de start-ups. Tampoco vale justificarse de la propia inoperancia y dilatación de los tiempos en el típico "pertenecemos a un sector más tradicional". Por muy tradicional que sea, corres el riesgo que cualquier competidor, por pequeño que fuere, se quede tu parte del pastel si consigue ser más hábil, rápido o innovador en su proceso de transformación. Recuerda: flexibilidad+rapidez+innovación.
- Criticar el inconformismo. Vela por el mantenimiento de la independencia y la visión crítica de tus "hacedores" e impulsores del cambio. Su libertad e inconformismo son garantía del impulso de una cultura de innovación continua.
- Entender que marketing digital es solo lo que está en la red.
- Creer en el milagro de los panes y los peces. Si no inviertes en talento y no lo nutres en habilidades digitales; si no destinas recursos suficientes; si tu apuesta es más bien un "vamos a probar", no esperes grandes resultados. Y mucho menos de la noche a la mañana.
- No saber identificar a tus embajadores de marca. ¿Tienes líderes de opinión entre tus empleados? Conócelos, sácales partido y conquístales para que participen activamente en tu proceso de cambio. Al resto, no trates de obligarles a hacer algo que no les sale de forma natural. Sin embargo, igual o más importante es saber identificar a aquéllos que no creen en la transformación digital y se muestran reactivos al cambio.
- Caer en los cantos de sirena de la automatización extrema de tu conversación en la red. Muchas empresas caen rendidas a la automatización de procesos y acciones bajo el pretexto de ahorro de tiempo y costes en personal. ¡Error! El mantenimiento de una comunidad, de una red o la construcción de una relación de confianza no se puede abandonar a la suerte de la automatización de las conversaciones con tu cliente.
- No darse cuenta que segmentación y la personalización han de ser tus nuevas prioridades. Solo así lograrás hacerte un hueco en el imaginario de tus clientes. Recuerda que los roles han cambiado. Ya no eres tú, como empresa, quien sale a buscarlos. Son ellos los que te buscan.
- Humaniza, conecta, comunica. La relación con tu cliente no termina tras la venta. No pienses en procesos o en fases estancas, sino en flujos y en relaciones multidireccionales que se mantienen en el tiempo.
- Seguir vendiendo productos. Hacerlo es cosa del pasado. Tus clientes compran experiencias; compran el valor que les genera tu producto, una solución a un problema. Sus especificaciones y características técnicas han dejado de ser lo más relevante. Repensar las fichas de producto/servicio deben ser una prioridad.
- Querer crecer a golpe de talonario.
Responsable Nacional Energia, Refrigeracion y HVAC. ALDI España.
6 añosGracias por el artículo! Claro y conciso.
Publicista Independiente con énfasis Google Ads, marketing digital, administración de redes sociales, diseño web en WordPress y Branding
8 añosMuy bueno muchas gracias
Coordinador ELECT&SOL en ELECT&SOL
8 añosSaludos, me parece que las observaciones expuestas en este articulo son claves para no caerse a mentiras cuando se incursiona al mercado digital, más aun cuando no se genera una cultura organizacional y se pretende obtener resultados inmediatos...es necesario conformar equipos preparados, con mente abierta a los continuos cambios, verdaderamente motivados con incentivos, para que de esta forma se pueda dar al traste con el aporte necesario y poder lograr la apertura a este mercado tan intenso y complejo
Director Técnico de ANDIMAT (Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes)
8 añosClaro y conciso. Un buen listado que resume perfectamente todo lo que debe evitarse. Hay aún mucha confusión en estos temas, y muchas tentaciones de tomar "atajos" o retrasar lo que debe hacerse de manera decidida.
CEO Corporate Advisor
8 añosGran decalogo! Muy interesante!