Todos tenemos algún amigo, familiar o conocido que odia los créditos. La historia casi siempre es la misma: alguien pidió un crédito, pagó una parte, la deuda creció hasta volverse impagable y terminó haciendo hasta lo imposible por saldar la deuda, con una horrible experiencia.
Aunque sea una anécdota común, no tiene por qué repetirse si usamos el crédito adecuadamente. Existen muchos productos financieros que nos otorgan crédito. Están los préstamos personales o empresariales, las tarjetas de crédito, los créditos automotrices y las hipotecas, por mencionar los más comunes.
Todo crédito funciona bajo un modelo básico. Una institución o persona te entrega una cantidad que puedes usar libremente. Se establecen condiciones de pago, esto incluye plazos, comisiones, intereses y penalizaciones. Si cumples en tiempo y forma el crédito termina de forma satisfactoria para ambas partes. Si en algún momento incumples se aplican las sanciones pertinentes.
¿Cómo usar el crédito sin meterte en problemas?
A pesar de lo simple es fácil perderse durante el proceso. Por eso te dejamos 3 reglas básicas para usar el crédito a tu favor:
- Usalo para aquello que realmente puedes pagar. Muchas personas ven al crédito como dinero extra, cuando en realidad es sólo dinero que no tienes ahora y pagarás en el futuro. Si realmente tienes la posibilidad de pagarlo, entonces es una buena alternativa el crédito. Por ejemplo, si realizas una compra a meses sin intereses y cada pago es mayor a lo que puedes pagar mensualmente, tarde o temprano tendrás problemas; se acumularán intereses, te cobrarán penalizaciones y pagarás mucho más de lo que se había establecido al inicio. Si desde un principio tienes la certeza de que puedes pagarlo, adelante, házlo con todas las comodidades que te ofrece el crédito.
- Incluye el pago de tu crédito en tu presupuesto básico. Otro error muy común es no incluir el pago del crédito en el presupuesto. Si no lo contemplas, dependerás de tus ingresos extra y también de tu suerte para tener dinero y pagarlo. Bien podrías pagarlo o tal vez no. No puedes darte ese lujo. Si te comprometiste a pagar un crédito debes cumplir para evitar problemas a largo plazo. Por eso es importante que cada mes lo consideres de tus gastos habituales, junto con alimentos, vivienda, transportes, servicios y todos aquellos que son indispensables. No lo dejes fuera o notarás que el dinero no te alcanza para cumplir con el pago de tu crédito.
- Usa el crédito para adquisiciones que te dan un beneficio significativo. Actualmente prácticamente todo se puede pagar a crédito, incluso en aquellos negocios que no aceptan crédito, puedes usar Pagaloop. Esto vuelve difícil la elección de dónde sí y dónde no usarlo. Antes de hacer una compra a crédito evalúa los beneficios que te trae, además de su vida útil. Si pides un crédito a dos años para pagar un automóvil es una opción razonable porque lo usarás mucho más de esos dos años. En cambio, si pagas tus compras del supermercado a 3 meses estás adquiriendo una deuda mucho más larga que el tiempo que tardarás en consumir esos productos.
Así de simple será mantener una buena relación con tu crédito. Evita unirte al grupo de quienes vivieron una mala experiencia con el crédito por no usarlo de la forma correcta. Con un uso adecuado es una herramienta que te dará opciones que no tendrías de otra manera. Además, un crédito bien manejado te da acceso a nuevos créditos en mejores condiciones.