4 claves de la agilidad
Estamos pasando por tiempos difíciles. Nuestra vida, que contaba con una estructura, se ha ido transformando. Junto con eso, los objetivos y metas que teníamos a nivel profesional (y personal) también lo han hecho.
¿Te sientes preparado(a) seguir avanzando en estos tiempos tan inestables?
¿Cuentan tus equipos con las herramientas necesarias para lograrlo?
Ser ÁGILES es esencial al momento de enfrentar una crisis. De hecho, para mí es una habilidad que SÍ O SÍ se debería desarrollar a nivel organizacional. Tal cual un atleta sortea los obstáculos en una competencia, nuestros colaboradores deberían ser capaces de abordar los desafíos efectivamente. Esta pandemia puede ser una gran oportunidad, siempre y cuando tengamos la entereza mental necesaria para adaptarnos al cambio y encontrar soluciones creativas, rápidamente.
A continuación, te comparto algunas de las características de las personas ágiles, para que detectes si tus equipos cuentan con esta habilidad.
Tienen un foco
A pesar de que estén pasando por dificultades que pueden nublarlos, no se olvidan de las metas que tienen (de corto y largo plazo) y mantienen su atención en lograrlas. Estos objetivos se convierten en una fuente de motivación y los ayudan a ver más allá del nivel del problema.
Son resilientes
Si cometen un error, logran rediseñarse y seguir avanzando. Al igual que un atleta ágil, puede que al saltar un obstáculo se caigan, pero luego, se ponen de pie rápidamente. Dentro de concepto de “resiliencia” me gustaría destacar la capacidad de aprender de los errores. De esa forma, se garantiza no volver a tropezar con "la misma piedra".
Habitan en la curiosidad
Es probable que en ciertas situaciones los planes de acción que diseñaron ya no les sirvan y tengan que buscar nuevas alternativas. Es aquí en donde aparece la curiosidad: encuentran soluciones completamente innovadoras (e impensadas). Realizan procesos de brainstorming y se desapegan fácilmente de las estructuras del pasado.
Quitan la atención de sus temores
Cada vez que nos conectamos con los miedos, la mente se nubla y tendemos a actuar desde “la sobrevivencia”. A nivel cerebral se bloquean ciertas partes encargadas de la resolución de problemas. Una persona ágil no se centra en sus temores. Entiende que van a estar ahí y usa herramientas para manejarlos. El atleta no puede ir corriendo pensando que no va a tener energía a futuro. Simplemente va dando lo mejor de sí, momento a momento.
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