5 claves para el futuro del trabajo

Los casi 5 mil CEO’s que respondieron a la última encuesta global de PwC se mostraron más optimistas sobre el crecimiento económico global que en el año previo. 45% todavía no confía en que sus empresas sobrevivirán más de una década siguiendo el camino que han llevado hasta ahora, contra 40% de un año antes.

El liderazgo representado en esta encuesta espera que la tecnología ejercerá mayor presión en los próximos tres años que la que experimentaron en los cinco años anteriores. La otra megatendencia que les preocupa, tiene que ver con los efectos del cambio climático en sus organizaciones y las regulaciones que esto conlleva.

La percepción de ineficiencias es compartida por la mayoría, y las ven en una variedad de actividades rutinarias de sus empresas, tales como la ‘juntitis’ y el exceso de correos electrónicos. Consideran que aproximadamente 40% del tiempo dedicado a estas tareas es ineficiente.

Este porcentaje coincide con el que arrojó un estudio que hizo Mercer US hace unos años, cuando trabajé ahí. Cuando se le preguntó a miles de empleados de muchos países sobre qué porcentaje de su trabajo cotidiano consideraban como perdida de tiempo, la respuesta fue que 40%.

El costo de esa ineficiencia tiene un serio impacto en la productividad de la empresa. 60% de los CEO’s esperan que la IA generativa genere eficiencias que deberían ayudar reducir ese impacto.

¿Qué podemos hacer para afrontar estos desafíos?

Este panorama invita a reflexionar sobre el futuro del trabajo y cómo las empresas pueden adaptarse a las megatendencias que lo están configurando. Veo cinco áreas clave:

1. Usar la Tecnología como herramienta para la transformación y eliminar ineficiencias.

Es común temerle a lo nuevo, pero la tecnología no es una amenaza, sino una oportunidad para mejorar la eficiencia, la productividad y la competitividad. Las organizaciones deben invertir en tecnologías que les permitan automatizar tareas repetitivas, liberar tiempo para actividades más creativas y estratégicas, mejorar la comunicación y la colaboración entre empleados, simplificación de procesos y la eliminación de la burocracia. Este es un campo propicio para la GenAI.

2. Flexibilidad como clave para la atracción y fidelización del talento.

Llevamos al menos diez años escuchando que la rigidez laboral ya no tiene cabida. Encuesta tras encuesta nos ha dicho que las personas buscan flexibilidad en sus horarios, lugares de trabajo y modalidades de trabajo. Ha habido grandes cambios y también retrocesos.

Pero luego de la pandemia, pareciera que no logramos aprender mucho sobre el impacto de la flexibilidad. Es común escuchar a CHRO’s de grandes empresas en México y en otros países, decir que les han pedido (asumimos que su CEO o el Consejo) que toda la gente vuelva al trabajo presencial. Estamos presenciando esa nueva transición y el resultado sigue en el aire, solo el talento y los resultados de cada organización podrán dar la razón.

3. Clima organizacional: un factor clave para el éxito.

Un clima organizacional positivo es esencial para el bienestar, la productividad y la innovación. Es clave fomentar culturas de trabajo basadas en la confianza, la comunicación abierta, el respeto y la colaboración. La cultura se puede intentar imponer, pero la gente en la empresa solo la vivirá si les hace sentido, y si ven una congruencia entre sus valores y los de la empresa y su liderazgo.

4. Crear una cultura de innovación.

Prosperar cada vez dependerá más de la capacidad de innovar. Esto significa crear una cultura que fomente la creatividad y la experimentación, no de comprar un software o pagarle por una consultoría en innovación.

5. Efectos del cambio climático, desinformación y polarización.

En un año en el que casi 5 mil millones de personas acudirán a las urnas en su país, estos tres temas fueron los riesgos que el World Economic Forum (Foro Económico Mundial) encontró como los más probables al encuestar a 1,500 líderes globales en el Reporte de Riesgo Global 2024.

Las empresas deben desarrollar estrategias para adaptarse a los efectos del cambio climático y cumplir con las nuevas regulaciones ambientales. De igual forma deben de contemplar el impacto que la desinformación y la polarización social pueda causarles.

El futuro del trabajo está en constante construcción. Las empresas que sean capaces de adaptarse a las megatendencias que lo están configurando estarán mejor posicionadas para prosperar en un mundo en constante cambio.