5 PASOS PARA PLANIFICAR TUS FINANZAS PERSONALES

Por lo general, salimos al mundo laboral sin muchos conocimientos con respecto a manejar nuestro dinero, teniendo que aprender a base de errores e intuición, ya que casi nunca nos enseñan a manejar el dinero en ningún nivel o grado del sistema educativo. Por esa razón, hoy quiero compartir contigo cinco consejos para poner un poco de orden en el manejo de tus finanzas personales.

1. Calcula el precio de las cosas en términos de tiempo.

Divide tus ingresos entre las horas que le dedicas para alcanzarlos. Te pongo un ejemplo: antes de comprar algo, piensa cuánto cuesta en términos de las horas que necesitas trabajar para pagar por él. Aunado a esto, pondera cual es su costo por uso: es decir, el costo total dividido entre las veces que lo usarás. Por ejemplo, si una camisa te cuesta $20, y tu salario por hora es $4, necesitas trabajar cinco horas para comprarla.

2. Identifica y descarta los gastos innecesarios.

La gran mayoría de estos gastos se generan emocionalmente, es decir, nos sentimos felices o tristes y zas es el momento oportuno para comprarnos algo, actuamos con tanta impulsividad que no nos detenemos a pensar si realmente eso que estamos comprando de veras lo necesitamos.

Revisa cuáles son esos gastos pequeños que a diario tenemos: por ejemplo tomarnos un café o jugó con algún amigo o cliente, comer todos los días fuera de casa, pagar taxi en vez de usar el transporte público, comprarnos maquillaje, carteras o ropa que está de moda, arreglarnos el cabello o manos todas las semanas, y así un sin fin de compras.

Estos gastos se presentan generalmente como “antojos de último momento”, por eso es importante identificarlos, una vez hecho esto te aseguro podrás ahorrarte una muy buena cantidad de dinero.

3. Lleva un diario de gastos.

Cuando un deportista de alto rendimiento quiere progresar, lo primero que hace es llevar registro del tiempo en que realiza la actividad, y todos los días va ajustándose hasta llegar el día donde su rendimiento es el mejor y logra mantenerse allí por un muy buen tiempo. Si quiere ser el mejor mantendrá un registro diario, solo así podrá mejorar y hasta romper su propio record.

Durante al menos un par de meses, (recomiendo 2 meses por lo menos) anota todo lo que gastas, detallando el monto, concepto y fecha, esto te permitirá encontrar patrones en tus hábitos de consumo, y determinar por ejemplo, si gastas más un día o a cierta hora, o si estás gastando demasiado en una categoría que no deberías. Recuerda: Lo que no se puede medir, no se puede mejorar. Grábate a fuego esta frase. Y aplícalo en tu vida diaria.

4. Fija un presupuesto.

Para que estos gastos no nos afecten, es indispensable un presupuesto así sea pequeño, si tu aprendes a controlar tus gastos ocasionales, notarás como tus egresos semanales disminuyen poco a poco y con lo ahorrado puedes invertirlo en otra cosa.

Pero la realidad es que un presupuesto, aunque sea uno general y con ciertas libertades, es la única manera de llevar un registro de todos tus ingresos y egresos y de asegurarte de que nunca te quedes sin dinero para pagar las facturas.

Existen diversas aplicaciones para llevar presupuestos, o simplemente puedes hacerlo en una hoja de cálculo en tu computadora, o en un pedazo de papel. Para crear un presupuesto, es muy útil haber comenzado por llevar un diario de gastos durante uno o dos meses (sugerencia dada en el paso N° 3). Una vez hecho esto, ya has identificado cuáles son en realidad tus gastos, y estás en la capacidad de priorizarlos y estimar cantidades aproximadas para ellos.

Comenzando por los pagos que no puedes de ningún modo evadir (alquiler o pago de condominio, seguros, hipoteca, pagos de TDC, agua, luz, teléfono, gasolina y/o transporte público, educación, alimentación, etc.), para ello deberás establecer categorías y fijar montos límites para cada uno. Muy importante: no olvides incluir un monto para entretenimiento u ocio (porque si lo haces demasiado estricto, se acabará tu fuerza de voluntad y no serás capaz de mantenerlo) y un monto para emergencias.

5. Crea el hábito de ahorrar e invertir tus ahorros.

Ahorrar puede ser extremadamente complicado cuando no estamos en control de nuestras finanzas, y suele suceder que somos inconsistentes o que terminamos gastando el dinero a la primera oportunidad. Es útil establecer una meta, pensar en lo que harás con el dinero una vez que la hayas obtenido: por ejemplo, ahorrar para un viaje que siempre hayas querido hacer. Una vez que tengas el hábito, es más fácil seguir haciéndolo incluso sin la meta.

Sea como sea, es muy importante siempre tener un "fondo de emergencias": algo de dinero para ayudarte a recuperarte de un golpe financiero o emergencia, como cuando se daña algún electrodoméstico, se rompe una tubería, o sufres alguna enfermedad. Lo ideal es tener al menos el equivalente a doce meses de tu presupuesto en una cuenta de ahorros: ésta debería ser tu primera meta.

El porcentaje que suele recomendarse ahorrar es el 20% de tus ingresos mensuales, pero esto es apenas una guía: depende de tus ingresos, de tu capacidad y de tus metas determinar qué porcentaje te conviene realmente. Lo importante es que una vez que hayas tomado estas decisiones, tu relación con tu dinero estará más clara y tendrás una mayor sensación de control sobre tu vida.

Y con el dinero ahorrado tendrás varias opciones: invertirlo en un negocio que dé una buena rentabilidad, comprar un seguro de vida, un seguro por discapacidad, tener un plan de retiro, o un portafolio de inversiones, también están las criptomonedas y los llamados ingresos Pasivos.

Estos Ingresos Pasivos son aquellos que se obtienen sin necesidad de cambiar tu tiempo. Por ejemplo, el alquiler de un bien inmueble, los dividendos de una acción de bolsa, los royalties o regalías a los autores de libros y canciones y las redes de mercadeo, entre otros.

Mónica Prato

Especialista en Finanzas

Entrenadora de Líderes